Profesor ¿Lo Seduzco? [YoonMin] BTS

[MENTIRAS Y CELOS]

–Yoongi,¿ te han dicho lo lindo que te ves mientras duermes? –le digo en voz baja mientras con mis dedos acaricio con suavidad los mechones de su cabello y doy besitos en su frente, él ronronea en bajo y se acurruca para estar más cerca de mí.

–Me podría quedar así durante todo el día. –murmura por lo bajo y me abraza con fuerza. –Nunca te vayas de mi lado, mi Jiminie.

–Aunque me lo pidieses no lo haría–beso la parte superior de su cráneo y le sonrío amablemente.

–Nunca te pediría que te alejes, tontito.

Pellizca con suavidad la parte donde están mis costillas y ríe. Así que nunca, cumple tus promesas Min.

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MinSuga : Sus manos son tan chiquitas como las de un bebé.

-Tu fotografía ha sido publicada con éxito-

Apenas y se ve el anillo pero, algo es algo–me digo mentalmente mientras veo que mi fotografía ha sido subida. Aparto la vista del móvil al verlo salir de la habitación y escuchar sus pasos bajar por las escaleras, resoplo un poco frustrado y me levanto del sofá para hablar con él. –Jimin, no se van a morir por el simple hecho de que no hayas llegado a dormir. –le digo cruzando los brazos a la altura del pecho.

–Prometo que el próximo fin de semana lo pasaremos juntos–se acera a mí y toma mi rostro obligándome a verlo a los ojos, sus dedos pulgares hacen círculos en mis mejillas y me es imposible decirle que no a este hombre con sonrisa angelical.

–Pero iremos a dónde yo quiera. – digo aceptando su idea con sumisión.

–Todo lo que me pidas, todo lo que quieras, te haré caso en todo–besa mis labios brevemente y me abraza. –Te estaré enviando mensajes de texto ¿vale?

–Vale...

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[Ayer por la noche]

–Entonces ¿no ha llegado? –me dice Taehyung del otro lado de la línea telefónica

–No, lo he intentado todo, mensajes, llamadas, e-mails, más mensajes de texto, mensajes de voz, incluso a sus compañeros de trabajo y nadie responde. –acomodo mi cuerpo en la cama mientras bebo un poco de leche en una taza. –¿Le habrá ocurrido algo?

–De seguro salió a tomar por ahí...

–Jimin no toma–le respondo al instante–¿Debería esperar un poco más?

–Sí...

Así pasan unos cuantos minutos, que se vuelven horas, que hacen que me carcoma un poco de ansiedad, camino a la sala para esperarlo un rato más y finalmente los párpados me pesan tanto que caigo dormido y el me sumerjo en un pesado sueño.