Profesor ¿Lo Seduzco? [YoonMin] BTS

[PREMIO]

¿Quién pensaría que Jimin fuese tan bueno en la cocina? Todo lo que ha preparado le ha quedado exquisito, ahora estoy en mi recámara esperando que él suba, ya me he quedado completamente desnudo y sólo espero su llegada para poder empezar con lo que vendría siendo mi compensación.

He colocado unas medias en mis piernas, tienen un pequeño moño y son de color negro, me gustan porque hacen resaltar mi piel blanca.

Me mantengo acostado con las piernas cruzadas esperando su llegada, en cuanto escucho la puerta abrirse me siento en la orilla de la cama y a medida que avanza y me mira su sonrisa aumenta más y más.

-¿Te gusta cómo se ven?.- le pregunto con una sonrisa llena de picardía y dobles intenciones, se acerca de manera rápida hacía mí mientras me tumba en la cama.

-Me fascina cómo se te ven, me fascina cada parte de tu cuerpo, Yoongi.- susurra sobre mis labios mientras me mira a los ojos lleno de deseo, me excita la forma en la que me habla.- pero no durarás con ellas mucho tiempo, voy a quitártelas rápido.

-Pero primero complace a mi pequeño cuerpo necesitado ¿Lo harás?.- le cuestiono a medida que con mis manos voy desabotonando su camisa para darme paso y con las yemas de mis dedos recorrer su abdomen marcado, mis labios buscan los suyos para unirnos en un beso necesitado y lleno de lujuria, la simple forma en la que saborea cada parte de mi cavidad bucal me estremecen todo el cuerpo y hacen que un calor extremo se apodere de todo mi cuero, cosas tan simples me dan sensaciones tan intensas, eres como una maldita droga Park. Coloco mis piernas alrededor de su cintura sintiendo la suave tela de sus pantalones friccionarse contra la piel de mi miembro que se encuentra totalmente expuesta.- Dame mucho amor, Jiminie.- le digo meloso entre nuestro lascivo beso.

-Te daré lo que me pidas.- separa nuestros labios y me recorre los labios con su lengua.

Enciendes casa parte de mí, me hundes en un abismo de placer al cual no puedo resistirme.

Se deshace de su ropa de una manera apresurada mientras no deja de observarme con deseo, su mirada está comiendo todo mi cuerpo y eso me excita más; muerdo mi labio inferior mientras abro mis piernas dejando a su vista mi miembro que empieza a despertar poco a poco.

Toma con sus labios uno de mis pezones y decide ponerse a jugar con él, lo chupa, lo muerde y succiona de una forma deliciosa que hace que mi espalda se arquee de vez en cuando y de mi boca escapen leves jadeos, lo único que hago es revolver su cabellera mientras trago saliva duramente, no puedo mantener mis piernas quietas y quiero tocarlo más y más así como también quiero que él lo haga. Me muestra una mirada llena de apetito sexual a la que yo sólo le puedo sonreír, le temo de los hombros y encajo mis dientes en su cuello mientras hago varios caminos de besos por todo su pecho, mis manos están agarrando fuertemente sus nalgas y nuestras miembros han comenzado a chocarse entre sí logrando que Jimin suelte un leve gemido algo ronco. Tira de mi cabello fuertemente y de manera inoportuna ataca mis labios, tira de ellos con fuerza haciendo que me cause un poco de dolor, araño su espalda con fuerza y suelto largo suspiro.

Nos observamos mutuamente en cuanto nos separamos, tenemos los labios rojos e hinchados, las frentes sudorosas y estamos agitados. Señalo la pequeña cajonera que se encuentra al lado de mi cama y él rebusca entre ellos. Saca un pequeño vibrador color rosa y un dildo que tiene la forma de pene de un tamaño demasiado grande. Me mira con una cara pervertida y yo solamente le indico que vuelva a acercarse.

Sus manos me acarician el abdomen y va deslizando con lentitud el pequeño vibrador hasta hacerlo llegar a mi pene provocando una pequeña descarga de sensaciones sobre mi cuerpo, va besando con delicadeza de arriba hacia abajo, besa mi mejilla, mi mentón es atacado por sus dientes y luego sus labios vuelven a apoderarse de mi cuello, desciende a mis pezones, mi vientre y llega a mi miembro el cual se mete a la boca mientras libero un gran gemido; continua pasando el pequeño vibrador por mis muslos a medida que él me practica un buen sexo oral. No puedo dejar de mover mis piernas en la cama y trato de mantener mi respiración a un buen ritmo, su tibia lengua hace un trabajo excelente sobre mi necesitado pene y tengo la necesidad de también chuparle la polla a mi Jiminie, quiero el sabor de su semen en mis labios, quiero su esencia en mí. Hace círculos sobre mi glande y aquel pequeño vibrador juega sobre mis testículos, me siento demasiado acalorado como para contener mis gemidos. Con su dedo pulgar e índice aprieta mi glande haciendo que suelte un quejido demasiado chillón a medida que va aumentando la intensidad de las vibraciones sobre mi sensible zona, más incapaz me siento de llegar al orgasmo en la penetración.

Me rasguña las piernas y achucha mi trasero confuerza al momento en que sus labios ahora están besando la parte de misentrepiernas, lo aparto de mí para mirarlo fijamente y lo dejo sentado en lacama, bajo al suelo y me coloco en posición de perrito sobre la alfombra dejando a su vista mi entrada.

Se pone de pie y se aproxima con pasos lentos, mis mejillas arden y mi frente está siendo empapada por el sudor, siento que mi cuerpo está quemándose por dentro estoy sumamente excitado y no puedo ocultarlo por más que quiera, pasa su húmeda lengua por mi pequeño agujero y desmorona cada pizca de cordura que queda en mi cabeza, me rompe en mil pedazos y creo que estoy demasiado débil para soportar algo fuerte. ¿Qué clase de efecto tan bueno tiene tus besos y tus caricias? Lo desconozco y me vuelve loco.

-¡Ah, Jiminie! .- gimo bajito al sentir su mano derecha ocuparse de mi miembro mientras él me introduce la lengua haciendo que en mi interior mis paredes la aprieten y sienta lo levemente áspera que es, me vuelves loco. Mi abdomen se contrae poco a poco pero aún no puedo llegar a mi orgasmo.

-Métete el dildo delante de mí, quiero que me la chupes mientras te masturbas con ese juguete.- me susurra mientras separa .- ¿Lo harás para mí? .- me da una nalgada suave y yo asiento.

Jimin se sienta en el sofá y yo me acomodo mejor para introducir aquel dildo en mi culito, mi jiminie lo guía a mi boca para que lo chupe, el material es algo difícil de lubricar pero una vez que ya le he puesto la saliva suficiente me pongo en cuclillas para introducirlo en mi ano, en este pequeño lapso de tiempo Jimin sólo se ha dedicado a observarme mientras se relame los labios. Va metiéndose poco a poco en mí y yo no aparto la irada de sus oscuros ojos, dirige su mano a su propio miembro más que despierto y comienza a masturbarse con lentitud al parecer lo hará al ritmo en el que me penetro solo. No puedo evitar cerrar mis ojos en cuanto lo introduzco por completo y hacer un gesto de orgasmo total que JImin disfruta demasiado.

-¡Jiminie, ah, ah, sí! .- gimo su nombre sin parar a medida que empiezo a dar pequeños saltitos sobre el dildo, se coloca de pie y guía mis labios para que chupe su pene mientras toma mis cabellos con fuerza obligándome a mover mi boca y cuerpo con rapidez, sus sonoros y roncos gemidos inundan la habitación y me siento poco capaz de controlar mi cuerpo a este punto, abro mis ojos y lo observo atento con la mejor mirada de puta que puedo mostrarle a Jiminie, me acaricia las mejillas para luego masajearlas, siento su pene hasta el fondo de la garganta y aquel dildo desgarrando mi interior pero estoy demasiado necesitado y caliente cómo para detenerme, deja fluir su rico semen por mis labios y por lo visto no era yo el único necesitado, ha depositado tanto que incluso resbala por mi barbilla y cae en mi pecho, las piernas empiezan a flaquear y las siento demasiado débiles como para seguir saltando sobre aquel juguete, Jimin se coloca a mi altura así que lo beso haciendo que él también trague un poco de su esencia al parecer no le molesta y toma la decisión de intensificar el beso, tenemos los labios totalmente embadurnados de semen y entre ese beso suelto mi último gemido - Ah, ah, Jiminie, me corro.- gimo entre nuestro beso y él me acaricia la espalda .

- Aún nos queda mucho tiempo para jugar.- señala las medias que no me quité y le dedico una sonrisa algo cansada mientras dejo que aquel dildo salga de mi interior rápido me acomodo a su lado y abrazo su torso.

Te vas a convertir en un insaciable del sexo, Park.

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