Capítulo #78:

48 2 0
                                    

La pequeña me coge de la mano pero me doy cuenta de que Gonzalo no camina muy bien. Me acerco y le cojo en brazos. Él juega con mi cabello y Milagros me dirige escaleras arriba hacia su habitación. Con cuidado abre el pomo de su puerta y...vaya. Es la habitación que cualquier niña de su edad desearía tener. Todo es de un color rosa claro con tonalidades más fuertes y de un madera roble hermoso. Miles de princesas se divisan encima de los muebles. Una enorme carroza de caballos blancos encima de una pequeña estantería. Todo es hermoso. Ella corre hacia su cama y me da una pequeña varita.

-Mira, este es mi juguete favorito. – me dice mientras la agita como si de repente, peter pan fuera a salir de ella misma.

-Es preciosa. – le digo sonriente.

-Te la presto. – me dice entregándomela.

-Oh. – digo con ternura. – Que linda eres.

Y luego le doy un pequeño besito en la mejilla. Ella sonríe y Gonzalo se me escapa de las manos. Camina demasiado lento y se tropieza con casi todo. Camina agarrado de mis manos. No quiero que le pase nada. Mucho menos en mi primer día de trabajo. La pequeña Mili me enseña la habitación de Gonza, el cuarto de baño y...

-Ángela, mira, esta es la habitación de mi hermanito. – dice tirándome de la mano.

-¿Qué edad tiene? – pregunto con curiosidad.

-Dieciocho. – suspiro con desgana y ella abre la puerta.

Mi corazón se encoje. Dos guitarras colgadas sobre la pared. Y podréis llamarme idiota, pero en esta habitación capto un olor que me hace sentir débil. Venga no tengas miedo. No puede ser el mismo. Cierro la puerta de la habitación del hermano de los niños. De repente me entra curiosidad. ¿Cómo será? Agito mi cabeza.

-Ángela, tengo hambre. – me dice la pequeña frotándose la barriga.

-¿Sí? Vamos a la cocina.

Con Gonza en brazos y con Mila de mi mano, bajo las escaleras hasta llegar a la cocina. Leo una pequeña nota que me han dejado.

"Ten cuidado con Gonzalo, no sabe caminar muy bien. La comida la tienes encima de la barra de la cocina. Ten cuidado con los niños por favor."

Vaya. Es un ser de pocas palabras. Que amable. La hago una bolita y la tiro a la papelera. Mila me dice que esa nota la escribió su hermano. Así que me doy cuenta que su hermano es un tipo de palabras claras. Además de utilizar mi perfume de chico favorito. Era el que utilizaba Franco. Mierda. Otra vez. Pongo a Gonzalo en su trona de comer y Mili se sienta en una silla de princesas que tiene. Ella es más experta en esto. Mientras yo ayudo a Gonza con su comida, mientras le digo algunas cosas sin sentido que le hacen sonreír. Después de comer, el niño se duerme en mis brazos y le dejo dormir sobre el sillón en lo que yo pinto con Milagros en el suelo. Esto es bonito. Yo siempre quise tener unos hermanos.

-Ángela ¿y tú tienes novio? – me pregunta Mila sonriendo. Y entonces sucede ese momento en el que no sabes que mierda responder. ¿Franco y yo somos algo? No.

-No, no tengo novio.

-Ah. – suspira.

-¿Qué te pasa? – pregunto llevando un mechón de su cabello tras de su oreja.

-Mi hermanito me contó que tenía una novia que se llamaba como tú. Además te pareces mucho a la chica que aparece en todas sus fotos.

-Milagros, ¿Cómo se llama tu hermano?

-Franco.

-¿Franco? ¿Franco que más?

-Franco Masini.

Desafió al Corazón [FRANGELA]Where stories live. Discover now