Capitulo #40:

678 32 12
                                    

-Eso fue un día. Lo siguientes transcurrieron igual. Sólo que nunca más volvió a tocar a mamá. O eso pensaba yo. Tenía 13 años y vino de nuevo. Borracho. Y se repitió la historia. Sólo que esta vez me gritó a mi. Recuerdo que me dijo que era lo peor que había traido al mundo. Que no era lista, no era guapa y no estaba orgulloso de mi. Que era un estorbo.

-Es un hijo de puta. -susurró Franco.

-Yo no agunataba más. Apenas tenía amigos. Mi padre decía eso. Mi padre. -¿Qué podía pensar yo? Tenía razón. ¿Y para qué segir? Corrí al baño.
Volvió a tragar saliva. Pero no agunato. Aún si quisiera hacer la fuerte, no podía. Y rompió. Comenzó a llorar. Sus lágrimas caían, pero sin ruido. apenas caían. Ella sentía que si ahora rompía en un llanto, no terminaria nunca. Se acercó el puño a la cara y se las quitó de golpe. Franco frotaba sus hombros y la apretaba dulcemente.

-Subí al baño y abrí su cajón. Donde él tenía las ojillas para afeitarse. Saqué una. Me miré en el espejo. Aparatos. Gafas. Mis ojos rojos. Ojeras. Volví a mirar la cuchilla y miré mi muñeca. Lo demás se volvió oscuro. Sólo recuerdo acercármela, sentir un leve escalofrío. Un pinchanzo. Un toque de agua fría dentro de mi cuerpo. La sangre corriendo y el corazón comenzaba a latirme cada vez más lento. Tres segundos. No recuerdo más. El mundo dejó de latir. De girar. Te quedas boca abajo sin saber qué hacer y el mundo encima de ti. Te vuelves pequeñita, insignificante. De repente, sientes como el corazón apenas te late, las sonrisas, los momentos, todo lo que te quedaba por vivir, se desvanece. Fue el peor día, el peor. Pero de repente, escuchas un grito, que te dice, 'Adelante, esta es tu segunda oportunidad'. Y sientes una melodía. Esa me hizo despertar. Un pequeño 'bip, bip, bip, bip. Abrí los ojos lentamente volviendo a la realidad. Pero es la segunda y no te quedan más. Simplemente crees que ya no tienes nada más que hacer, ¿para que vivir así? ¿Para que vivir sufriendo?. Gire lentamente la cabeza y la vi allí. Mamá sobre el sillón, cansada, durmiendo, con os ojos cerrados. Te detienes y miras el techo, blanco, pro no tiene voz. Intentas moverte, pero permaneces inmóvil. Y se te cierran de nuevo los ojos. Así me pasó.
Franco va a hablar, pero ella lo interrumpe.

Pasaron unos días, y volví a abrir los ojos. Habían pasado meses. Meses durmiendo. Perdiéndome mi vida. Pronuncié 'Mamá' y ella abrió los ojos. Emocionada se acercó a mi, me dio un beso y sentí de nuevo como mi corazón latia, lentamente. Como volvía las sonrisas y los malos momentos se marchaban. Una segunda oportunidad. Y era mi segunda oportunidad. Luego aparecieron médicos, médicos y médicos. Me ingresaron en un centro. Estuve un año allí, recuperándome, lentamente. Hice amigos, bueno, tan solo dos. -suspiró. -Sufría Bullyng constantemente. La gente me hacía mucho daño. Una de esas dos personas, era Renato, o Tato como solía llamarlo. Él fue mi primer novio. Pero me marché. Ese año pasó, lento. Y ya estaba totalmente recuperada. y entonces me di cuenta. Lo que no sabía era que si te rindes de verdad, olvidas por qué estabas luchando, y entonces me di cuenta de la realidad, la vida se compone de caminos y caminos llenos de obstáculos. Que nunca cesan, simplemente tienes que aprender a convivir con ellos. Aprender a vivir en lo más alto y en lo más profundo. Aprender a dar un salto y saltar las piedras, a valorar los pequeños detalles, cuando aprendamos a llorar sin miedo y a levantarnos sin miedo. Y entonces entre aquí.
Se giró y se quedó mirando a Franco que ahora comenzaba a curvar sus labios, mostrando una leve franja de su dentadura.

-Me encontre con un niño, estúpido. Idiota. Mujeriego. -Franco elevó una ceja y la acercó. -Que odio intensamente. Que es insoportable. Llegué allí, bajé de mi coche y miré hacía mi izquierda. Y te ci allí, con aquella pandilla de estúpidos. Mirándome mientras reían. 'La nueva fea de la universidad.'
-Eso no es verdad.
-Lo es. No mientas.
-Bueno vale, me reí un poco con los chicos. -dijo sincero. -Pero te vi de lejos. Además, yo pensaba que el señor aquel era tu padre.
-No, él es Luciano. Salí del centro a los 14 años y cuando cumpli 17 mamá comenzó a salir con él. La hace feliz. Me trata genial. Y hizo que mamá volviera a recuperar todo el tiempo perdido.
-Yo pensé que era tu padre.
-No, de él no supe nada más. Cuando quedé en coma, sucedieron algunas cosas, pero mamá nunca quiso contarme. Me dijo que se separó de él. Pero bueno, ya eso da igual.
-¿y qué pasó?
-Pasó que entré aquí, y me encontré de nuevo con un muro enorme de superficialidad. Todos eran iguales. Seguían tratándome mal. Pero yo me volví fuerte. Ya conmigo no iba a poder nadie. Pero aunque me haga la fuerte esas cosas dolían, dolían mucho. Pero hubo un chico, que me seguía jodiendo. Franco elevó una ceja y sonrió. Ángela se pusó en pié y lo miró.

Desafió al Corazón [FRANGELA]Where stories live. Discover now