Capitulo #20:

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Lamió sus labios y yo mordí mi labio inferior. Sonrió pícaro y se acercó nuevamente a mí, devorando prácticamente mis labios. Estaba depositando pequeñas caricias en mi cintura con su mano sobrante, estaba acariciando el borde de mi tatuaje. Estaba intentando besarme de una manera más salvaje y le respondí. Mis labios adquirieron vida propia y le devolví el beso con todo lo que llevaba dentro y sentí como la electricidad se colaba por mis venas, haciéndome sentir cosas que jamás pensé. Me alejé lentamente dejando caer su labio inferior con delicadeza y me quedé observándolo unos segundos. Y entonces me di cuenta de que estaba perdida. Había besado a Franco. Franco me había besado. Y me había gustado. Me había gustado mucho.

-Bien. -tomé aliento. Quité su mano de mi cintura y me acerqué a la cama intentado coger aire. -Masini, no sé que acaba de pasar pero...-me giró rápidamente, volviendo a hacerse dueño de mis labios. Coloqué mi mano en su pectoral ante la rapidez del movimiento, tiró de mi labio inferior y luego, lo dejó caer. Abrí mis ojos despacio y bajé del cielo.

-¿Torres, ves que esto es física? -elevé una ceja.

-Idiota. -lo alejé. Volvió a tirar de mi, esto ya se convertía en tradición. Pero esta vez me abrazó por la espalda y me susurró al oído.

-Creo que ya no me duele nada.

-Yo creo que te acabas de aprovechar de tu enfermera. -me giré. Esta vez él elevó una ceja divertida. se me escapó una pequeña risa risueña. Vi como lamía sus labios otra vez y volví a mirarlo a los ojos.

-¿Eres mi enfermera? -negué riendo y me separé. Justo entonces abrieron la puerta.

-Hermano, ¿estás mejor? -preguntó Peter observándolo desde la puerta. Lo miré, el me miró, contuvo una risa, miré al suelo.

-Si, 'man' no fue nada. -carcajeó sarcástico. -Estoy muuy bien. -dijo intensificando el 'muy'. Cogí una camisa que estaba encima de la cama de Ori y subí las escaleras. -¿A dónde vas? -me miró. Miré a Peter y volví a Mirar a Franco.

-Arriba.

-¿vamos o qué? -preguntó Peter desde la puerta.

-No, ahora voy yo. -dijo subiendo las escaleras.

-Pero no íbamos a....-no lo dejó terminar.

-Peter, que ahora voy yo. -dijo con la voz ronca y fuerte. Abrí la puerta del baño y puse la blusa en la cestita de la ropa sucia.
Peter sin decir nada, cerró la puerta. Me giré y vi a Franco apoyado en el marco de la puerta, observando mi cuerpo. Entrecerré los ojos y subió la mirada de nuevo hasta mis ojos. Rocé su hombro y salí del baño, el soltó una pequeña risa casi ahogada. me agarró por la mano y consiguió darme la vuelta. Fue a acercarse para besarme en los labios, pero giré mi cara y me dio un beso en la mejilla. Frunció el ceño, me solté de su agarre y bajé las escaleras.

-¿Qué se supone que te pasa ahora?

-¿A mí? -me tiré en mi cama y cogí el libro que tenía debajo. Lo ojeé. Nada.

-Si, claro. -Se detuvo observándome. -Acabas de volver a la de antes. ¿Qué se supone que te pasa?. -Lo miré.

-No me pasa nada Masini.

-¿A no? -se acercó a mi cama y lanzó el libro al suelo. Se colocó de rodillas y se puso encima de mi. Muy cerca. -¿Entonces porque de repente te tensaste?

-No me he tensado. -dije apretando mis dientes. Mi corazón acababa de volver a ponerse en marcha.

-Si, te has vuelto a tensar. -pasó su mano por mi tripa, de nuevo. Carisias. Noté como de repente mi espalada se curvaba. Rosó sus labios por mi mejilla y entonces reaccioné. Esto no era posible.

-No, mierda, no. -me deshice de él y como si me persiguieran una manda de leones, corrí hasta la ventana. Cerré los ojos y cogí aire, mucho aire.

-¿Lo ves? ¿Qué mierda te pasa?

-¡Que no Franco! ¡Que no! -negué nerviosa. Me giré. -Que esto no puede ser.

-¿Pero por qué? ¿El qué?

-¡Esto! ¡Tú! -lo miré, mantenía el ceño fruncido. -¡Yo!. -me señalé. -¡Que no! ¡Que yo te odio!

-Tú no me odias. -negó acercándose rápidamente. -Tú no me odias.

-Si te odio. -asentí. -Te odio.

-No no me odias. -volvió a negar. Me agarró la mano, la solté, caminé hasta la otra punta. -Tú no me odias.

-Me has echo la vida imposible desde el primer día que estoy aquí. -lo miré. Me has hecho hacer locuras, me has echo llorar, si. -lo miré. Me observaba con una expresión que no supe descifrar, sus ojos brillaban. Te odio. No te soporto vete. -señalé la puerta.

-No. -asintió seguro. Se acercó con esa seguridad. No me moví, lo observé expectante

-Insúltame, dímelo todo, vamos. ¡Adelante! Insúltame, te doy permiso. Suéltalo todo. Dime que me vaya, que no quieres que siga aquí. ¡Dímelo! -elevó el tono de voz.

-Vete.

-¡Vamos fea! ¡Dímelo todo!

Fea.Fea.Fea. Tragué saliva. fea. '¿Te confundiste? El veterinario está por allí' '¡FEA! ¡QUE ERES FEA!' 'Las plásticas son hermosas. ¿Y tú? ¿Tú que eres? O, ¿Quién eres? Eres horrible'. '¡FEA! Me comencé enojar, la sangre comenzó a subir a mi cabeza, miles de flashes, todos dichos por él, todas las veces que me ha echo sentir mal. Se acercó aún más.

-Idiota. -asintió

-Imbécil.

-¡Estúpido! -un paso más.

-Egocéntrico. -asintió.

-Vamos, más. -dijo mirándome.

-Irrespetuoso.

-¡Consentido!

-Mimado.

-¡Hijo de Puta. -se acercó. 5 centímetros.

-Ninfómano de mierda. -elevó una ceja en está última frase.

-Vicioso.

-Ajá. -tres centímetros.

-¡Cabrón!

-¡Niñato! -lamí mis labios. Se acercó, colocó su mano en mi mejilla. No sabía que más decir.

-Se me queda corta la lista de insultos para ti. Lárgate.

-¿Sabes Torres?

-¿Qué?

-Se te dan muy mal las mentiras.

*Acá los dejo con un nuevo capitulo, como siempre es un placer escribirles y los ama con locura SmiileForeveer*

*No lo olviden, un pequeño voto y un simple comentario me alegran la vida*



Desafió al Corazón [FRANGELA]Where stories live. Discover now