Capitulo #14:

534 24 0
                                    

-Aquí tienes. -dijo una señorita colocando las pizzas sobre la mesa. Acto seguido, colocó nuestras bebidas.


-Muchas gracias. -sonreí.

-Gracias. -dijo él.

Cogí mis cubiertos y corté un pedazo. Él la cogió con la mano y mordió, con hambre. Me hizo bastante gracia, pero me retuve. Estaba todo manchado de kétchup, parecía un niño pequeño. Me miró.

-¿De qué te ríes?

-De nada. -negué intentado aguantar mi risa. Él me miraba divertido.

-Tonta. -rió. Pinchazo.

-¿Qué? -nada negó y volvió a mirarme.

-¿Estás mejor?

-Si, gracias. -asentí

Después de terminar nuestra comida, Franco pidió la cuenta.

-Yo pagaré.

-Yo no pensaba hacerlo, me sacaste a rastras de allí. -volvió a mirarme divertid.

-Vamos.

Nos levantamos de la mesa y salimos de allí. Me dí cuenta que tenía un pequeño coletero en mi muñeca, elevé mi cabello y lo rodeé consiguiendo un perfecto moño alto. Franco comenzó a caminar rápido y entró por una gran puerta de cristal. Volteó.

-¿Qué pasa? -me observó con un rostro confuso. -Vamos.

-¿Qué es esto? -pregunté con el ceño fruncido.

-La empresa de mi padre.

-¿Y qué hago yo aquí?

-Por algo vinimos no? -elevó una ceja.

-Pero...

No me dejó terminar la frase, se acercó y tiró de mi brazo, logré zafarme de su agarre y susurré un 'Args'. Aquel sitió era enorme, Franco se acercó a una especie de recepción, la señorita le sonreía y le entregó una tarjeta mientras yo observaba confusa aquel lugar tan grande. Habían muchas cámaras de fotos por todas partes y modelos muy bonitas en cuadros enormes. Me quedé observando a una de las chicas. Lo que yo daría por lucir linda. A veces, me gustaría saber cómo la gente me ve, como se ven mis gestos, mi físico hasta mi manera hasta mi manera de hablar. ¿Nunca has sentido esas ganas de transportarte a otra persona para poder verte a ti misma?

-Vamos Torres. -volvió a tirar de mi.

-¿Vas a dejar de hacer eso?

-¿El qué?

-De tirar de mí, no soy ningún animal.

-¿No?

Volvió a carcajear, como la primera vez. Ese '¿No?' Llevaba una gran indirecta. desapareció el Franco que había permanecido conmigo la última media hora y dio paso al verdadero Franco. Lo observé con furia y él sonrió arrogante, me quedé observándolo unos segundos luego, di media vuelta. Bajé las escaleras que apenas habíamos subido.

-¿Se puede saber a dónde vas? -bajó las escaleras siguiéndome. El taconeo de mis botas hizo que la recepcionista mirara hacía arriba.

-Adiós. -dije a paso ligero. Volvió a tirar de mi brazo, esta vez bruscamente haciéndome voltear.

-¿a dónde te crees vas? -me preguntó con una ceja elevada. -Ya estamos aquí, ahora no te vas a ir.

-¿Por qué? ¿Porque tú lo dices? -elevé una ceja.

Desafió al Corazón [FRANGELA]Where stories live. Discover now