Capítulo #63:

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Escondidas, bajaron corriendo por el otro lado sin que nadie las viera hasta llegar a su cabaña y encerrarse en ella. Lali, Oriana, Julieta y Ángela subían carcajeando. Pero a una de ellas, poco le duró la sonrisa. Abrió la cabaña y encontraron la ventana rota. Pero no tan solo era eso. También la cámara de ella. Se encontraba en el suelo, rota, inservible. Ángela tragó saliva. Se acercó al suelo y cogió la cámara en sus manos. Justo al lado había un pequeño pendiente brillante. Lo cogió y se lo guardó en el bolsillo. Una pequeña lágrima se deslizó por su mejilla hasta perderse en su boca. Miró a las chicas que la observaban con el rostro en blanco. No sabían qué hacer. Ellas sabían que aquel objeto era muy preciado para ella, pues se lo habían regalado sus abuelos. En blanco. Se giró y miró a las chicas. Furia. Demasiada. Totalmente cabreada. Echando fuego. Sabía quien fue. Y lo iba a pagar. Lo iba a pagar muy caro. Apretó la mandíbula.

-Lo sé, cálmate. – dijo Ori señalándola. Ángela apretó aún más la mandíbula.

-Ángela, relájate. – dijo esta vez Lali acariciándole el hombro.

La apartó rápidamente sin decir ni una palabra. Dejó 'lo que quedaba' sobre su cama. Y con la misma se marchó corriendo de la cabaña. De pequeña todo era fácil, todo nos lo hacían y todo se solucionaba en un 'plis, plas'. Pero cuando ya eres adolescente cambian las cosas, los problemas abundan y casi nunca encuentras la solución.

Entró como diablo en la cabaña de Mercedes, Valentina, Sabrina y Susie, otra del 'grupito'. Ellas se quedaron mirando a Ángela, quien se tiró contra Mercedes como fiera. Tirando de su cabello y lastimándola.

-¡Eres una hija de puta! – le gritó Ángela a Mercedes. Esta se defendió arañándole el cuello con las uñas.

-Habló la que se corta las venas para huir de la realidad. – le gritó ésta intentando defenderse.
Gritos, tirones de pelos y más gritos. Ángela le gritaba mil cosas a ella y esta se defendía como podía. Las chicas intentaron separar a Ángela pero no podían, Lali llamó a Franco quien llegó rápido a la cabaña.

-¡Que pasa! – gritó Franco separando a Ángela. - ¡Para! – le gritó.

-¡Suéltame! – gritó ella pataleando mientras Valentina agarraba a Mercedes. - ¡Franco te estoy diciendo que me sueltes! – gritó más alto.

-¡Cállate! – le gritó él sacándola de la cabaña.

-¡Que me dejes! ¡Voy a matarla! – gritó pataleando mientras se le escapaban las lágrimas. - ¡Te juro que la voy a matar Franco! – gritó más fuerte.

-Tú no vas a matar a nadie, estate quieta. – dijo mientras entraba en la cabaña de ella y con la pierna cerraba la puerta.

-¡¡Que me sueltes!! – le gritó. Franco la soltó en la cama. Ángela se levantó de golpe y Franco se situó en la puerta.

-Déjame salir. – le dijo enfurecida.

-No.

-¡¡FRANCO QUE ME DEJES SALIR!! – le gritó aún más fuerte.

-Cuando te tranquilices, hablamos.

-¡Agggggg! – gruñó. – Te odio. – apretó la mandíbula y lo miró. – Además, contigo también quería hablar. – le empujó levemente, él frunció el ceño. – Como te atreves a mirar a la otra idiota de esa forma delante de mí. – le gritó. Él sonrió.

-¿Qué hay de malo?

-¿¡Cómo que qué hay de malo!? – el carcajeó y la agarró del brazo ahora totalmente serio.

Desafió al Corazón [FRANGELA]Where stories live. Discover now