Capitulo #13:

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4 horas después.


Una bola de papel saltó hasta mi mesa, fruncí el ceño. Vino de atrás, la desenvolví.

• 'Hola Fea' -suspiré cansada y conteste.

•'Estúpido'.

Lo envolví y lo tiré hacia atrás, la señora Avenue me miró con el ceño fruncido. Le sonreí y ella giró la vista hasta Cloe, una chica de adelante. Ella estaba pintándose las uñas con sumo descaro. Volvió a llegarme el papel. Miré a Julian, que entretenido seguía dibujando. Volví a desenvolverla.

•'Me tienes que ayudar en algo'

Lo leí, lo releí, lo volví a leer. Las llevaba claras si se pensaba que lo iba a ayudar  en algo. Franco seguía siendo el mismo estúpido del primer día, irrespetuoso, provocativo, mujeriego, egocéntrico, vicioso, infantil, engreído, imbécil e idiota. El mismo estúpido que me insultaba y me llevó a la dirección nada más empezar. Nadie iba a cambiar esa apariencia de mí sobre él. 

•'Sigue soñando'

•'Vas a ayudarme'

•'No pienso ayudarte en nada'

•'Me la debes de ayer'

•'No no te debo nada, tú viniste a joderme, la tendría que haber matado'

•'Estás completamente loca.'

•'Muchas gracias, eres muy amable'

•'No juegues, espérame ahora cuando la alarma suene.'

•'Que no, que no te voy a ayudar en nada, que me olvides idiota.'   

Una escandalosa alarma de aviso de fin de clases hizo que me exaltara. Todos se levantaron en menos de un segundo y desaparecieron.

-Ángela, luego hablamos. -se despidió Julian depositando un beso en mi mejilla. Y convirtiéndose en otro de los desaparecidos. Recogí mis cosas y salí de clases, guardé mis libros en mi taquilla y una voz poco agradable interrumpió mis pensamientos. 

-Fea, acompáñame.

-¿¡Vas a dejar de llamarme así de una vez!?

-Lo siento, normalmente suelo ser sincero. -sonrió arrogante.

-Pues yo también soy sincera, pero no te recuerdo a cada segundo que eres un gilipollas. -el frunció el ceño.

-Vamos. -tiró de mi brazo.

-¿Qué haces? -me solté de su agarre.

-Acompáñame.

-Que no te voy a acompañar a ningún lado mierda, diselo a tu novia. -volteé comenzando a caminar. Volvió a tirar de mi agarre esta vez mucho más fuerte y tapó mi boca con una de sus manos. Me cogió casi en peso y comenzó a caminar sin parar.

-¡Que me sue.e.e.l...t.e.s! -pataleaba.

-Cállate.

-Imb.é.cil que me baj.e.e.s! 

-Me estás empezando a poner nervioso fea. Abrió una puerta, estaba detrás de un cuarto muy antiguo. Habían fregonas y muchas cosas de limpieza, supongo que sería el cuarto del conserje. Intentaba gritar, soltarme, patalear, pero él era mucho más fuerte que yo. Tiró de una gran puerta verde y de repente, estábamos en la calle. Siguió caminando, sin pausa y apretó aún más su mano contra mi boca. ¿Acaso me iba a raptar? Un señor de pelo blanco, pasó por enfrente de nosotros. Franco me puso en el suelo, me acercó a él y apretó aún más mi boca. Me estaba comenzando a hacer daño, mi corazón iba a mil, observó mis ojos un instante y luego miró hacía un lado. Volvió a tirar de mí, esta vez caminando hasta llegar tras unos árboles. Había una moto. Una moto morada, quitó  su mano de mi boca.

Desafió al Corazón [FRANGELA]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant