Capitulo #8

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"Narra Franco"

-¿Qué hora es? -Me preguntó, observé mi reloj.

-Las 6 y media. -La miré con curiosidad.

-Vale, pues adiós. -dicho eso se puso de píe y cerró el teclado.

Luego comenzó a caminar, una vez más observé sus piernas, Ángela tenia un cuerpo bastante llamativo. ¿Quién diría que debajo de esos pulóveres de manga larga de casi 4 talles más y esos pantalones vauqeros de campana, estaría esta hermosura? Podría ponerle una bolsa en la cabeza y me lo pasaría muy bien. Pestañeé varias veces, me puse en píe y la llamé divertido.

-¡Oye! -dije en un tono alto.

-¿Qué quieres? -me dijo con desagna. Resopló.

-Tienes unas lindas piernas Torres. -moje mis labios, ella elevó una ceja.

-Mira Masini, en serio PIERDETE.

Y se marchó. Me quedé de nuevo observando su figura, observando el vaivén de sus caderas, esa corta falda señalando sus largas y doradas piernas. Fruncí el ceño, ¿Qué te pasa Franco? Negué con la cabeza, cerré la puerta y salté los escalones de dos en dos, hasta llegar a mi habitación.

"Narra Ángela"

¿Lindas piernas? ¿Torres? Fruncí el ceño. Subí los dos escalones, ¿Torres? ¡Arrrgs! Corrí los últimos escalones y llegué hasta la habitación. La cerré y me quedé postrada en la puerta mirando a las chicas. Ellas me miraron rápidamente y se quedaron en silencio.

-Voy a morir. -dije por fin seria observándolas. Luego estallaron en carcajadas. Me acerqué a mi cama y me tiré en ella prácticamente. Me hice hacía atrás, quedándome acostada y me quité las gafas. Llevé mis manos a mis ojos cerrándolos con fuerza. Este mes iba a ser horroroso.

-¿Tan mal te fue? -preguntó Lali.

-Un horror, un autentico Horror.

-¿Y que hicieron? -preguntó esta vez Juli.

-Los idiotas, los auténticos idiotas.

-¿Pero no ensayaron? -me senté

-¿Ensayar? ¡Con esa persona no se puede ensayar? ¡Con esa persona no se puede hacer nada serio! -dije gesticulando bastante. Ellas volvieron a reír. -Dejémoslo. -volteé los ojos. -¿Qué hacen ustedes?

-Pintarnos las uñas. -dijo Ori poniendo sus manos rectas. Observé sus uñas.

-Que lindas. -sonreí.

-¿quieres que te las haga? -dijo Ori, volví a observár sus uñas y miré las mías.

-Bueno. Elevé mis hombros. -Vale.

-Ven. Dijo dando unos golpecitos en su cama. Me levanté y me senté justo al lado.

Después de un rato de risas mientras pintaba mis uñas, giró mi mano. Quedó observando mi muñeca.

-¿Qué es esto? -dijo pasando levemente su pulgar por una de mis marcas. Quité la mano rápidamente.

-Nada. -negué con fuerza, ella frunció el ceño. -Mi gata.

-¿Tenías una gata?

-Si. -dije algo nerviosa.

-¿Y te araño ahí? -volvió a preguntar dudosa.

-Si...es una larga historia. -asentí algo más tranquila. Ella se elevó de hombros y siguió pintándome la otra mano. Suspiré.

El día transcurrió lento y aburrido. Muy aburrido, leí un poco del libro que había cogido de la biblioteca. A penas había tenido tiempo para leer. Al subir del comedor, que por cierto, me crucé con Mercedes y el rubio estúpido, me duché y luego me acosté en mi cama. Volví a coger el libro, las chicas ya se habían quedado dormidas. Estuve unas dos horas leyendo, hasta que mis ojos, comenzaban a cerrarse. Coloqué el libro en mi mesita de noche, retiré mis gafas y me levanté. Caminé hasta la ventana, observando el cielo. Las estrellas, una estrella se vislumbró,haciéndome pestañear. Otra vez esa nostalgía, respiré hondo y volví a acostarme, esta vez, hasta el amanecer.

Desafió al Corazón [FRANGELA]Where stories live. Discover now