"CAPÍTULO 40"

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Después de todo lo que Vanessa había dicho apenas y pude conciliar el sueño. ¿Cómo rayo iba a estar tranquila?, sabía que Tabi tenía algo raro, pero jamás en mi vida hubiera imaginado que pudieran estar involucradas con este mundo. La reunión no acabó nada bien. Dëni y Vanessa jamás habían peleado de ese modo y el verlas así fue realmente sorprendente. Dëni de por si tenía un carácter explosivo, pero se suponía que Vanessa era la calmada. Pero ahora ya no estaba tan segura.

Nathan insistió en acompañarme a la habitación que Dëni preparó, pero me negué. Necesitaba un tiempo a solas. Aún me sentía un tanto deprimida por el hecho de dejar a Daniel. Me preguntaba qué habría hecho cuando se dio cuenta de que ya no estábamos ahí. El sólo imaginarlo, hacía que sintiera un nudo en la garganta. Pero volveríamos. Se lo prometí a él y a Dëni. Volveríamos.

...

—Despierta dormilona —era la voz de Dëni—. Son las tres de la tarde y te necesitan abajo.

Cubrí mi cabeza con las sábanas. No quería levantarme. Necesitaba dormir igual que un koala.

—Cinco minutos más —dije y metí mi cabeza debajo de la almohada.

—Claro que no —Dëni jaló las sábanas y me dejó sin nada. Agh, maldita—. El baño está listo, si no te levantas, y te alistas en media hora, no seré yo quien venga, Eric lo hará.

Abrí los ojos y vi que Dëni ponía ropa en la cama. Se veía muy fresca; ni cuando estábamos con mi familia se veía de esa manera. Llevaba el cabello recogido en un perfecto moño y el vestido azul celeste, hacía que su piel prácticamente brillara.

—Parece que dormiste bien —comenté al ver su aspecto.

—No me quedó de otra—tendió la mochila que nos habíamos llevado de Ravenville en la cama—. Al menos esto me alivió un poco.

Había fotos, ropa y unas cuantas cosas más. No recordaba lo que ella había traído consigo.

—Tienes que bajar a entrenar —no parecía muy contenta con eso—, Eric te estará esperando abajo.

—¿Él lo hará?

De hecho, me daba pavor que cualquiera de aquí lo hiciera. Los ataques de los Zerkjis eran terribles y los soldados peleaban de una forma muy preocupante para mí. Me matarían antes de tiempo.

—No —respondió—, pero lo hará Roderick, hasta cierto punto es el más calificado.

—No puedo creer que esté haciendo esto —Dëni se sentó a mi lado y tomó mi mano.

—Todo acabará pronto —me dio un leve apretón—. Estoy segura de ello. Y por lo que veo estás más segura con nosotros que con ellos Alexia. ¿Qué clase de familia son si te dejaron aquí?

—Es usual en ellos —respondí—. Pero la verdad es que, ¿qué es esto?

Sentí algo frío en el dedo y no en el mío. Me fijé bien y pude ver un bonito anillo con un diamante de tamaño bastante aceptable. ¿Era lo que yo creía?, Dëni soltó mi mano de inmediato y se levantó de la cama. Vaya, vaya.

—Un regalo —respondió de inmediato—. Esta es la ropa que debes usar. Te sugiero que te apresures.

Antes de que pudiera decir algo, salió de la habitación como rayo. No entendía por qué se comportaba de esa manera. Lo único que yo deseaba era que tuviera un poco de confianza y me contara lo que sucedía. No iba a juzgarla. Era mi hermana.

Revisé la ropa que dejó en mi cama. Pantalones y una camiseta negra junto con unas botas. El solo verla me causaba una extraña sensación. Pude ver a varias personas vestidas de manera similar y estaba segura de que eran los soldados. Roderick se la pasaría de maravilla.

"El Elemento Perdido #2: Agua" ⚠️ Disponible Hasta El 31 De Diciembre⚠️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora