"CAPÍTULO 34"

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—Alexia, apártate —Adrián caminó hacia mí, pero eso solo provocó que las llamas aumentaran— ¡Apártate!

—¿Y dejar que te la lleves?, claro que no —miré a Cedric—. Mejor dile a este idiota que empiece a hablar y te diga quiénes son ellos.

—Te lo dije —Cedric se puso delante de Adrián—, se está volviendo loca. Todo esto es por el bebé.

—Hija, por favor podemos arreglar esto, ellos son el enemigo y los estás protegiendo.

—Aquí nadie es el enemigo, y mejor lárguense —señalé a los guardias— o juro que los rostizaré vivos.

Adrián les hizo una señal y salieron de ahí. Nos quedamos solo nosotros cuatro. Mantuve a Dëni detrás de mí. Pero esto también nos daba la oportunidad de que ella abriera el pasadizo detrás del cuadro.

—Muy bien Cedric, entonces yo empezaré, haré los honores por ti —sonreí—, verás padre, cuando vivía como terrana, este maldito llegó a Ravenville junto con Robert y Peter a una estúpida misión de rescate, supuestamente bajo tus órdenes, pero ¿adivina qué?, ¡sólo arruinó mi vida!

—¡Cállate Alexia! —gritó Cedric.

—¡No, tú cállate! —ya era tiempo—. Todas las cicatrices del accidente que te conté, padre, ¡él lo provocó!, mató a mi hermana, a mis amigos y por otro poco a mí. Y ahora ellos están vivos por culpa de Peter y estoy segura que Cedric también tuvo algo que ver. Mi vida era perfecta, tenía amigos una familia que realmente me amaba. ¡Jamás debieron ir a buscarme! Y después trató de hacerse el inocente, alegando un infinito amor por mí, ¡sólo para quedarse con el reino!

—Ya está abierto —susurró Dëni pero yo no había terminado.

—Y pensar que este imbécil era el ejemplo perfecto de marido según tú, Adrián. Pues no lo es. Se atrevió a culparme por la muerte de mi bebé sólo porque tiene miedo de mis poderes al igual que todos aquí y deberían. No saben lo que les espera.

Junté las manos y una gran llamarada de fuego salió lanzada hacia ellos. No tuvieron ni tiempo de reaccionar. Los dos cayeron al suelo. Dëni y yo entramos. El cuadro se cerró poco a poco detrás de nosotras. Corrimos por las escaleras, pero cual fue nuestra sorpresa al ver al menos a cincuenta guardias. Y estaba segura que esperaban por nosotras.

—¡Y ahora qué! —pregunté.

—¡Sigue corriendo!

Era un poco complicado pues las antorchas apenas y alumbraban. El piso estaba muy resbaloso. Uno de los caminos debía de ser menos confuso que los otros. O eso esperaba.

—¡Piensa en la biblioteca y toma mi mano cuando estés lista! —gritó Dëni mientras lanzaba por el aire a uno de los guardias.

Los pasillos eran un maldito laberinto, pero al menos nos daba una poca de ventaja. Los guardias eran igual o incluso más idiotas que nosotras. No había rastro de Adrián ni de Cedric; debían seguir en la parte de arriba. Uno de los guardias me tomó por el cabello y golpeó mi cara. Puse mi mano en su mejilla y comenzó a gritar de dolor. Se apartó de mí y corrí a donde estaba Dëni.

—¡Di Desvanira!

—¿Qué rayos es eso?

Más guardias venían bajando por las escaleras. Lo que fuera que eso significara tenía que decirlo pronto. Tomé la mano de Dëni y pensé en la biblioteca.

—¡Desvanira!

Una corriente de aire nos rodeó como si un mini tornado nos tragara. Sentí que mis pulmones no respondían. Caí al suelo. Era madera. Quité el cabello de mi cara y me puse de pie. Un dolor muy raro apareció en mi vientre. Estaba preocupada por eso. No había tenido el reposo adecuado y mi salud ya me estaba pasando factura. Estábamos en la puerta de la biblioteca. Ayudé a Dëni a ponerse de pie.

"El Elemento Perdido #2: Agua" ⚠️ Disponible Hasta El 31 De Diciembre⚠️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora