Capítulo 3. "Busca ayuda"

4.3K 276 49
                                    

—¿Kali aún sigue enojada contigo? —interrogó Fred, mirándolo de soslayo mientras bebía su café.

Justin soltó un suspiro, moviendo ligeramente su cabeza.

—Sí. Ella aún sigue pensando que el problema es la falta de sexo.

—¿Y realmente lo es?

—Tú me conoces, Fred. Sabes que no soy ese tipo de hombre que necesita sexo las veinticuatro horas —rodó los ojos—. El problema es el trabajo.

—Y el sexo —afirmó.

—Que no lo es —bufó, negándose a darle la razón—. Si fuera así estaría masturbándome todas las noches mientras veo porno.

Fred lo miró con una expresión divertida en el rostro.

—¿Aún lo haces?

—¿Qué? ¡No! —exclamó alarmado. Se acomodó la corbata y carraspeó su garganta—. Bueno... Sí me masturbo pero no viendo porno.

Lo último lo dijo en voz baja. Su mejor amigo soltó una carcajada.

—Lo sabía —negó, riéndose entre dientes.

—¿Tan obvio soy? —preguntó en un tono bajo, ladeando su cabeza hacia su amigo—. ¿O se me nota en la cara?

—Amigo, todo tú está pidiendo a gritos que te expriman —se burló—. ¿Cuándo fue la última vez que Kalinda y tú tuvieron sexo?

—Mhm, no lo sé... —puso cara de pensativo, intentado recordar—. Creo que la última vez fue hace un mes.

—Vaya... —silbó—. ¿Cómo era antes? ¿Lo hacían dos veces por semana o cómo funcionaba la cosa?

Empezaba a sentirse algo incómodo hablando de su vida sexual. A Justin no le gustaba hablar demasiado de sus cosas, mucho menos si involucraba a su esposa. Era muy reservado aunque con Fred no tenía secretos.

—¿Por qué tantas preguntas personales?

—Sólo intento ayudarte, idiota —viró los ojos, golpeando su costado—. Busca ayuda. Ustedes dos necesitan ayuda profesional.

—¿Ayuda profesional? —frunció el ceño.

—Ya sabes, un psicólogo sexual o algo así —se encogió de hombros—. Podría ayudarles.

—Nosotros no tenemos ese tipo de problemas.

—¿Ah, no? —arqueó una ceja—. Según lo que tú me has contado, hace meses que el sexo se volvió aburrido y muy poco usual. Te has quejado sobre eso. Dices que las cosas han cambiado mucho.

—Ya pero eso no significa que necesitemos ayuda profesional.

—Eso dice todo el mundo.

Aquello lo dejó pensando.

¿Realmente necesitaban ayuda profesional para volver a incendiar la chispa que se había apagado? Aunque le costara mucho admitirlo, su amigo tenía razón. Necesitaban ayuda profesional. La comunicación no funcionó para nada. Su esposa no supo interpretar bien las cosas. Y ese era un grave problema.

Un problema que debía resolver cuanto antes.

—Digamos que tienes razón... ¿Tendría que hablar con Kalinda y decirle que vayamos a un terapeuta?

—Eh, no tan directamente —dejó escapar una carcajada—. Podrías empezar buscando otro tipo de ayuda.

El ojimiel alzó una ceja.

—¿Cuál "otro tipo de ayuda" sería esa?

—Busca consejos, tips, vídeos e informaciones en Internet. Hay montones —exageró—. Y si eso no te funciona, entonces consulta con un profesional.

Terapias sexuales Where stories live. Discover now