Observándola en ese estado pudo jurar que si esa mirada cargada de odio fuese dirigida a ella posiblemente no viviría para contarlo. Lauren hizo más presión en la camisa de Brad y lo obligo a mirarla fijamente. El hombre tembló de miedo. Camila supo que ni siquiera el mejor de los escritores podría crear un villano más aterrador que en el que Lauren se había convertido en ese momento.

Lauren: Yo no me meto contigo. -Escupió, y finalmente lo empujó fuertemente a través del corredor. Luego de esto el hombre solo corrió torpemente hacía el ascensor y presiono lo botones al azar. No parecía importarle a donde iba... El solo quería escapar de Lauren. La tatuadora observo a la pintora cruzarse de brazos y soltar un enorme suspiro- ¿Qué miércoles haces acá, Camila? -En su voz ya no había enojo... Había indiferencia, lo cual era 1000 veces peor.

Lo cierto era que Camila no esperaba que la chica hubiese notado su presencia, pues parecía tan enojada con Brad que había dudado que ella pudiese haberla visto. Pero lo había hecho, y su cerebro le hizo a su cuerpo sentirse muy feliz por esto, fue que no era invisible para Lauren.

Camila: Ha pasado 1 mes... Me dijiste que me pintarías.

Lauren se volteó lentamente hasta que sus fríos ojos verdes chocaron con los suyos. Tenía una ceja elevada. Fue con ese gesto que Camila recordó la primera vez en la que se habían mirado a los ojos en la tienda de tatuajes. Ella había tenido la misma expresión, y los brazos cruzados de igual forma. Comenzó a temer que, para Lauren, ella siguiera siendo la misma desconocida del primer día.

Lauren: Ya no quiero pintarte.

Camila: Dijiste que teníamos un trato.

Lauren: Sé lo que dije, pero todos tenemos derecho a mentir de vez en cuando, ¿no es así?

Camila: Necesito la plata, Lauren. -Y era ciertoEstaba allí no solo porque Dinah se lo había sugerido o porque deseara saber por qué Lauren se había marchado... Estaba allí porque su familia era enorme y el dinero nunca parecía ser suficiente. No iba a desnudarse solo para que Lauren se dignara a abrir la estúpida boca. Iba a desnudarse porque su familia lo necesitaba. La pintora suspiro y la miro con cierta lástima, y Camila se odio a sí misma, pues no quería dar lastima.

Lauren: Bueno, pasa... -Índico abriendo la puerta para ella, y este simple gesto fue sorprendente, pues Camila no pensaba en Lauren como una chica que abriera las puertas a los demás- Y ten cuidado con los trozos de vidrio en el suelo.

La tatuadora asintió con una sonrisa de cortesía y entro. El lugar seguía igual de desorganizado y las manchas de pintura habían aumentado. Como se lo había advertido, había trozos de cristal en el suelo.

Lauren: Le enviaré a Brad la boleta. Necesito un juego de copas nuevo... No puedo usar uno incompleto.

Camila: ¿Por qué discutían? -Y justo cuando hizo esta pregunta, Camila resbalo con los trozos de cristal, pues era torpe y la presencia de Lauren no la ayudaba. Pero no cayó, porque la pintora estaba a su lado y la sujeto fuertemente.

Lauren: Deberías tener más cuidado. No quiero que te mueras antes de que termine de pintarte... -Murmuro, y Camila dedujo que estaba bromeando- Y Brad estaba enojado porque decidí pagarle con dinero y no con mi cuerpo. -Y de nuevo hablaba con completa naturalidad sobre esto, como si acostarse con sus clientes fuera algo que todo el mundo hacía.

Camila: ¿Por qué?

Lauren: Porque ya no quiero acostarme con personas que no amo. -Respondió con un encogimiento de hombros, guiándola a través de un corredor hacía la puerta del fondo. De no haber estado tan concentrada en sus palabras, la tatuadora habría comenzado a temer que Lauren fuese una secuestradora- Además, temo que la gente piense que me estoy volviendo heterosexual. -Agregó; y aunque parecía una broma, no lo era. No se equivocaba.

La Tatuadora De Libélulas - Versión PeruanaWhere stories live. Discover now