Capítulo 8

Mulai dari awal
                                    

Camila: ¿Quieres que hablemos de algo? -Quería escucharla hablar. Le encantaba. Incluso podría haber escuchado el reporte del clima salir de sus labios y no se habría aburrido ni un solo segundo.

Lauren: De tu novia, tal vez. -Sugirió mientras se llevaba un rollo de sushi a la boca. Seguía masticando como si aquel alimento fuera el cielo puro, y sus ojos seguían cerrándose como en un momento de éxtasis. Camila no la comprendía... Para ella, el éxtasis celestial no estaba en los simples rollos de sushi que el camarero había traído. Para ella, Lauren era su cielo... Frunció el entrecejo.

Camila: Lauren, no tengo novia. -Aclaró, y no se sentía mal con esto. Prefería estar sola que mal acompañada... "O sola y perfectamente acompañada" Reformuló. Y lo cierto es que no había mejor compañía para ella que la de la mujer de ojos verdes.

Lauren: ¡Oh!... bien... Supongo que es algo menos de lo que debo preocuparme durante mis intentos de querer gilearte (conquistarte). -La tatuadora rió nerviosamente y su mano tembló contra la de Lauren. En su pecho, su corazón saltó.

Camila: ¿Les dices esto a todas? -Lauren la miro con sus verdes ojos y le sonrió dulcemente antes de contestar.

Lauren: No... -Dijo con firmeza, y espero unos cuántos segundos antes de continuar- Siempre que quiero llevarme a alguien a la cama se me hace recontra fácil, -Auch. Eso dolía... ¿Acaso Lauren le había confesado que solo quería tener sexo con ella?- lo cual es raro, porque contigo me estoy esforzando más del doble y llevarte a la cama no es uno de mis principales propósitos.

Excelente. Ahora no sabía cómo sentirse. Se sentía bien porque Lauren no quería llevársela a la cama, y a la vez se sentía frustrada porque ¡LAUREN NO QUERÍA LLEVÁRSELA A LA CAMA!

Camila: ¿Qué quieres decir con eso, Lauren? -Tal vez su explicación la ayudaría a aclarar un poco la forma en la que se sentía.

Lauren: Quiero decir que desde los 15 años he sido un espíritu libre, disfrutando de sexo libre. Estuve con quien me daba la regalada gana (cualquiera) y me negué a quien no deseaba... Conocí lo que es tener sexo por lo más cercano al amor que he llegado a sentir, y también descubrí lo que es despertar al lado de un desconocido sin saber lo que sucedió la noche anterior... Y ahora me he dado cuenta de que nunca, en todos estos años, supe lo que es tener una verdadera cita, que es aquella a la que vas sin esperar tener sexo después de la comida. Tampoco sabía lo que era hacer sonreír a alguien o tener celos. No sabía lo que era entrar a mi departamento con alguien más y solo hablar. No sabía lo que era temer que alguien se marchara, o esperar ansiosamente una llamada. No sabía lo que era despertar anhelando un mensaje o acostarme tarde por culpa de estos. Tampoco sabía lo que era sonreír con solo ver el rostro de esa persona, o sentirme segura con el solo tacto de una mano... No sabía lo que era enamorarme, Camila.

Camila: Eso quieres decir que estas enamorada. -Susurro, y su corazón latió tan fuertemente contra su pecho que esta vez dudo que su caja torácica evitara que este se saliera de su lugar.

Lauren: Sí, -Asintió mirándola fijamente a los ojos- y de ti...

Y, en cuánto estas palabras salieron de los labios de la pintora, tres cosas sucedieron al mismo tiempo. La primera fue que el corazón de Camila comenzó a latir tan rápidamente que podría haberse desmayado allí mismo. La segunda fue que sus manos se separaron. La tercera es que Lauren se marchó.

***

Camila: Lauren, por favor, llámame.

Era el quinto mensaje que dejaba en su buzón de voz. Era la quinta llamada que Lauren no contestaba. Camila estaba mordiéndose las uñas, sentada sobre su cama en la litera inferior derecha. No sabía con exactitud por qué se había marchado luego de decirle que se había enamorado de ella, pero necesitaba una explicación. Intento llamar de nuevo...

La Tatuadora De Libélulas - Versión PeruanaTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang