Camila: Recontra (Bastante) bonita. -Afirmo. No podía mentir- Deberías ver sus ojos. Son increíbles.

Sofía: Tal vez deberías presentárnosla. -Sugirió dulcemente. No había curiosidad en ella como en sus padres y hermanos adoptivos, ni enojo como en Dinah, solo el profundo deseo de ver a Camila feliz. Y esa era su pequeña hermana biológica, siempre logrando hacerla sonreír. Si había algo que le agradecía a Milika y Gordon más que haberla adoptado era que no la separaran de su hermana menor, la única cosa buena que sus padres biológicos le habían dado.

Camila: ¡Solo comimos sushi! ¡No es para tanto!

Gordon: ¡Claro que sí! ¡Incluso pagó por ti!

Dinah: ¡¿Cómo es que mi papá sabe más de tu cita que yo, Mila?! ¡¿Acaso no me quieres?!

Camila: Bien. Lo contare acá para que luego Normani no me chantajee con esa foto donde hago pataleta y para que Ally no me obligue a hablar con ella en secreto de confesión. -Cedió frustrada.

Dinah: ¡No es justo! ¡Entonces ellos también sabrán!

Camila: Vas o no vas Hansen.

Dinah: OK. -Escupió.

Camila tomo un respiro e intento mirar a un lado del comedor donde no se encontrara con los ojos de sus familiares, pero le fue casi imposible, así que solo pudo sonrojarse y fingir que ellos no estaban allí.

Camila: Le hice un tatuaje hace unos meses y hoy regreso por otro. Ella me invito a almorzar y acepte porque... porque quiero y puedo... Hablamos. Comimos. Me dio su número. Nos despedimos. Eso fue todo.

Dinah: ¡¿Eso fue todo?! ¡¿ESO FUE TODO?! -Estaba alterada-. ¡Te dio su número, Mila! ¡Dime que la llamaste!- Camila negó de inmediato.

Había estado por hacerlo; pero cuando estaba a punto de marcar, uno de sus hermanos entraba a la habitación para pedirle un favor y, al volver, el valor se marchaba.

Sofía: ¿Cómo se llama, Kaki? -Era la única que le decía así, y le gustaba. Amaba a Dinah, a Normani, a Ally y sus demás hermanos, pero Sofía era especial. Ella era el único vínculo que tenía con lo que realmente era.

Camila: Lauren Jáuregui. -Respondió automáticamente.

Al decir su nombre recordó de forma automática sus expresiones, sus palabras, la forma en la que su cuerpo se movía con la gracia de un ángel, seduciéndola como un demonio. Sonrió. Sonrió porque le gustaba, y lo sabía, pero no tenía idea de que hacer a partir de allí.

Milika: Ve con cuidado, Camila. No quiero que se repita lo mismo que sucedió con Ariana.

Camila: No cometo el mismo error 2 veces, Milika.

***

Dinah: ¿Por qué llevas ese abrigo, Mila? -Pregunto su hermana mientras Normani intentaba subir la cremallera del hermoso vestido negro que la chica alta había elegido- El tono (fiesta) será en la casa de Alexa Ferrer en La Planicie (Una residencial exclusiva) y habrán más de 50 personas en un lugar que fue diseñado para 25. Estoy segura de que habrá calor.

Camila: Tengo que cubrir mis brazos. Estoy segura de que al menos 5 de mis clientes irán a esa fiesta; y que supieran que no tengo tatuajes, se arruinaría mi carrera.

Dinah: Podrías colocarte tatuajes falsos. -Sugirió encogiéndose en hombros.

Por supuesto, no habría sido la primera vez en la que Camila se veía obligada a esto. Debía colocárselos al ir a la piscina o a la playa, e incluso una vez, una clienta bastante exigente le pidió ver sus brazos para dejarse tocar por su aguja.

La Tatuadora De Libélulas - Versión PeruanaWhere stories live. Discover now