Por Conveniencia

Capítulo treinta y cuarto

Esta vez fue Anali quien ayudó a Tae a lavar la loza, todo estaba muy bien casi olvido todo lo que estaba mal hasta que él le preguntó algo que no debía.
-¿Te acostaste con Namjoon?- Tae estaba enjabonando un plato. Anali lo miro con desprecio para después propinarle una patada en la espinilla que lo hizo caer al suelo por el dolor provocando un ruido estrepitoso. Anali lo dejo allí y corrió al cuarto.
¿pero como se le ocurre? ¿es que cree que todas las mujeres son Anette? ¡¡MALDITO LOCO PSICÓPATA!!- gritó.
Sabia que no podía cerrarle la puerta para que no entrara. Se encerró en el baño.

Taehyung se levanto tan rápido como pudo diciéndole a las señoras que no pasaba nada. Fue a seguirla.
-¡ANALI! -grito entrando al cuarto como un bólido. Al no verla fue al único lugar donde podría estar y toco a la puerta con los puños- Anali- volvió a llamarla.
-¡NO VOY A SALIR!- grito contra la puerta y escurriéndose hacia la regadera al escuchar los fuertes golpes de Tae contra la puerta de madera.
-¡Anali! ¡Sal!- le ordeno.
-¡NO!- Anali se cubría con la cortina de baño como si esta fuera un escudo protector.
-¿Por que eres tan terca? Tienes que salir de allí...en algún momento- murmuro.
Tae se sentó al pie de la puerta. Después de un rato escucho que llamaron a la puerta del cuarto, se levantó para abrir, era la dueña de la casa que le llevaba una colchoneta y mas cobijas que él le había pedido antes.
-Aquí tienes cariño- le dijo la mujer- ¿Todo esta bien?- quiso saber.
-Oh, si todo bien- respondió mostrándole la dentadura.
Anali salio de la regadera y acercó el oído a la puerta del baño. Taehyung debía estar descalzo por que no lo escuchó cuando se acercó de nuevo a la puerta.
-¿Anali?- Anali se llevo las manos a los labios para reprimir un grito de sorpresa, no le hablaría- Anali, perdoname, no debí preguntarte algo así... Aaarrg- Taehyung tomo su cabello y comenzó a sacudirlo desesperado. Camino de un lado a otro de la pieza- perdoname todas las cosas sin sentido que te he dicho desde que te conocí... Yo... Me he comportado como un idiota. Lo siento, lo siento de verdad, y-o, yo...no me daba cuenta de lo que sentía por ti, hasta que llegue aquí- Taehyung pego la frente a la puerta- pero no pienso confesarmele a la puerta.
Taehyung esperaba que Anali saliera al escuchar eso, pero ella no lo hizo.
Anali no podía creer lo que escuchaba, estaba feliz pero inexplicablemente comenzó a llorar.

Ya era bastante noche y el frío la estaba haciendo presa. Al salir vio a Tae tendido en el piso hecho un ovillo sobre las mantas.
Anali moría de frío y cuidando de no despertarlo paso sobre él y brinco sobre la cama.
El frío allí era tremendo después de llover, sintió culpa al verlo en el suelo soportando el frío.
Le dio la espalda y se acurrucó entre las mantas. Pero no podía pegar los ojos.
-Tae- Taehyung- susurro tocándolo en el hombro- Tae...- él se movió un poco- ¿Taehyung?
-um
-Ven a la cama...
-ujum- Tae creía soñar la voz de Anali se escuchaba muy lejana.
-Tae... Taetae... Taehyung- hablo mas alto.
-uuuumm- dijo adormilado y sin abrir los ojos.
-Ven a la cama- Anali murió de ternura cuando Taehyung, aún medio dormido, recogió las mantas, su almohada y se arremolinó en la cama junto a ella, abrazándola, acomodanse en su pecho.

Afuera llovía otra vez y su sonido los arrullaba. Así había terminado el primer día con Taehyung, solos, rodeados de extraños, alejados de todo los problemas de la ciudad.

A la mañana siguiente Anali despertó temprano, Taehyung dormía profundamente a su lado, hizo lo posible por no despertarlo, se veía tan adorable así. Sus ropas aun estaban húmedas, le preocupaba el hecho de que no traía ropa interior. Bajo y la dueña de la casa la saludo.
-Buen día- la mujer le sonrió con alegría- ¿gustas un café?- le ofreció.
-Si por favor- la mujer se levanto y fue a servirle llevándole una taza pequeña de cerámica- Gracias - le dijo al recibirla- lamento mucho las molestias que le he dado- expreso con sinceridad.
-No es nada querida. Me agrada recibir personas aquí entre mas seamos mejor- dio un sorbo a su café- esta casa es muy grande para mi sola.
-Es una casa muy linda.
-Gracias la construyo mi esposo, él y mi hijo cuidamos la granja, mi esposo murió y mi hijo se mudo a Seul, viene a visitarme de vez en cuando.
-¡Oh!- Anali miro alrededor. Había fotos colgadas de las paredes y en algunos muebles, fotos muy antiguas y otras de épocas actuales- ¿Lleva mucho tiempo viviendo aquí?- preguntó concentrando su atención de nuevo en la mujer.
-Toda mi vida- la mujer suspiro- mi hijo ha tratado de llevarme con él, pero... No podría irme de aquí y dejar todo esto. Por eso convertí la casa en una pensión, de este modo no estoy sola.
-¿Ha conocido a todas las personas que han vivido aquí?
-Si. A todos.
-Entonces debe conocer la historia de Tae.
-Oh claro que si. Conozco a su abuela- la mujer fue por un par de fotografías. En una de las fotos estaba ella y nana, se veía realmente joven y con su cálida sonrisa de siempre- esta es la madre de Taehyung- Anali quedo sorprendida, era una mujer muy bella, de piel morena clara como la de Tae y definitivamente el había heredado los ojos de su madre y la nariz pero no la boca debía ser herencia de su padre, su cabello era largo y castaño muy lacio- es hermosisima.
-Si, se fue a Seul antes que su madre. Después regreso aquí con un bebe, con Taehyung. Poco después ella enfermo de gravedad y nana tuvo que trabajar en Seul para mantener a Taehyung.

"Dios, que doloroso debió ser para Tae entrarse de todo eso."-Pensó y sintió compasión por él.
Después de eso se aventuro a caminar fuera de la casa, había una parcela por la parte de atrás y pudo ver mas allá a la lejanía un campo con flores de lavanda. Definitivamente tenia que llegar allí, pero no sin ropa interior. Se echó a andar pero la mano fuerte de Tae tomo la suya.
-¿A donde vas sin mi?