Ya vienen...

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Revivía los acontecimientos del día anterior en mi mente mientras desayunaba sentada en el sillón de mi habitación observando el jardín a plena luz del día, pues dentro de dos horas tendría que estar lista para recibir a la familia real de Vlieland por lo que hoy no había tiempo para arreglarme para el desayuno y volver a arreglarme para la bienvenida.

Recuerdo haber hablado con muchas familias, pero ninguna otra persona, a parte de Claire, pidió hablar conmigo a solas. Hoy le enviaría un mensaje pidiéndole que nos encontráramos el día de mañana durante el paseo que mi familia y la de Vlieland daríamos por el pueblo. Es una costumbre en mi familia salir a caminar por el pueblo todos los sábados.

-Señorita Sophia, ya debemos comenzar a prepararle- Me dice Leah interrumpiendo el hilo de mis pensamientos.

-Claro, disculpen- Doy unos cuantos bocados más y Sara toma el plato para dejarlo en la mesa de la recepción de mi habitación.

Entro al cuarto de baño y me meto en la tina que ya estaba lista. Debido a la pequeña cantidad de tiempo con la contábamos, no pude quedarme más de lo necesario. Salí del baño lista para sólo encargarse de la ropa, peinado y maquillaje. Sara y Leah ya me esperaban en el guardarropa listas para encargarse de mí.

Leah se encargó del vestido. Un vestido negro y largo con un delgado cinturón dorado como adorno. Sara me recogió el cabello en una trenza de lado despeinada que me daba un aspecto juvenil que me agradaba. Para terminar, ambas se encargaron del maquillaje que consiste en rímel, delineador, sombras color dorado, pero muy claro, sólo para dar luminosidad a mi mirada y un poco de labial color durazno.

Antes de salir de mi habitación me dieron unos tacones de plataforma metálica plateada, abiertos de color negro con una tobillera con pequeñas piedras brillantes.

Esperamos a la familia real de Vlieland en el patio de la entrada principal del castillo. El pueblo está presente esperando de pie a ambos lados del camino que se abría para el auto de la familia de Vlieland. Mi familia y yo nos encontramos de pie en la entrada del castillo.

Llevábamos cerca de cinco minutos ahí parados cuando Claire intentó acercarse a mí y un guardia la detuvo.

-Está bien, déjenla pasar- Le dije a los guardias y le dirigí una sonrisa de disculpa a Claire.

-Hola Señorita Sophia- Me saludó tímidamente sin apartar su vista detrás de mi hombro. Giré levemente la cabeza para ver que es lo que observaba y me encontré con Eric.

-Hola Claire- Tuve que aguantar una sonrisa boba al ver como miraba nerviosamente a mi hermano.

-Me preguntaba si podríamos hablar en privado un minuto Señorita- Dice ahora viéndome a los ojos.

-Desde luego, pero tendré que volver en cuanto se acerque el auto de la familia real.- Le sonreí y di unos pasos al frente, pues era todo lo que podíamos alejarnos, pero era lo suficiente para que mis hermanos no escucharan nada.

-Sophia, te mandé un mensaje, pero nunca me respondiste.

-Lo siento Claire, no he tenido tiempo de checarlo en toda la mañana y no me permiten llevarlo a ceremonias- Sonreí disculpándome- Pero dime que pasa.

-Pues, primero quería ver si nos podríamos ver mañana mientras das tu paseo por el pueblo como todos los sábados y segundo, voy a concursar.- Me dice con una enorme sonrisa de emoción en el rostro.

-¿En serio? Genial, así podremos vernos mucho más seguido dentro de una semana- Contesté emocionada ante la idea de tener a Claire en el castillo.- Y sobre lo de mañana, seguro. Iba a preguntarte exactamente lo mismo hoy, planeaba enviarte un mensaje- Expliqué sonriente.

-Bien, entonces nos vemos mañana Señorita Sophia.

-Señorita, la familia de Vlieland está por llegar, debe regresar a su lugar por favor- Escucho que me dice un guardia.

-Así será Claire- Contesté mientras caminaba a mi lugar.

Princesa por siempreWhere stories live. Discover now