- Disculpen la interrupción, por favor, tomen asiento.- Dije con una fingida sonrisa mientras regresaba a mi lugar entre Ardan y una concursante.- Mis padres mandan sus disculpas, pero no nos podrán acompañar el día de hoy.
Mis hermanos y yo tomamos asiento junto con todos los demás y yo me concentré en comer, a pesar de que el apetito me había abandonado. Ardan, a mi mano derecha, se limitó a comer al igual que yo, hasta que al parecer no pudo evitar preguntar sobre el tema.
- ¿Todo bien?- Me preguntó en voz baja.
- Sí, ¿por qué no habría de estarlo?
- Porque conozco cada una de tus sonrisas, y esa sonrisa es la que utilizas cuando algo va mal pero no quieres que nadie se entere.- Explicó con un tono un poco arrogante, como si al decir eso probara que me conocía mejor que nadie.
- Pues al parecer no me conoces tan bien como crees, porque todo va de maravilla.- Le respondí tajante.
- De acuerdo, si no me quieres contar no tienes porque hacerlo, pero ambos sabemos que tengo razón.
- Claro, siempre la tienes.- Reí sarcástica. No podía creer lo arrogante que era éste chico.
Seguimos comiendo en silencio, y yo me desconecté del resto, hasta que la plática de las chicas de a lado me devolvió a la realidad.
- Te digo que Ardan salió ésta mañana de su habitación.- Insistía una de ellas.
- Rose, ella no haría eso. Quiere la corona más que nadie en éste salón, y eso ya es mucho decir.- Respondió la otra.
- Lara y él se conocen desde antes, incluso he escuchado que solían ser pareja en Vlieland. Tal vez regresaron.- Rose parecía convencida de lo que decía.
- Ella no arriesgaría la corona por un viejo romance.- Concluyó la otra chica.
Seguí comiendo mientras trataba de procesar la nueva información disimuladamente, pero como podía esperarse, Ardan lo había escuchado todo y me veía con interés.
- ¿Se te perdió algo?- Pregunté sin siquiera voltear a verlo.
- Tal vez, ¿has visto un beso por aquí?- Preguntó divertido.- Me parece que la última vez encontré uno en tus labios.
- Deja de jugar y déjame en paz, Ardan.- Solté molesta, con cuidado de que sólo él pudiera escucharme.
- Oh vamos, ¿no se supone que los amigos bromeen entre ellos?- Parecía cada vez más divertido.
- Los amigos no coquetean entre ellos.- Espeté molesta.
- Sophia, futura princesa de Nerea, ¿acaso insinúas que estás coqueteando conmigo?- Me miró burlón y fingiendo sorpresa.
- Por supuesto que no, ¿quién te crees?- Le pregunté ahora siguiéndole el juego.- Nunca me fijaría en ti.
- Oh pero ya lo has hecho, ¿o no?
- Ya, y mira dónde nos dejó eso.- Susurré para mi misma, sin embargo, él me escuchó.- Además, al parecer ya tienes nuevos intereses.- Esperé a su respuesta.
- ¿Lara? nada que ver.- Respondió al cabo de unos segundos.- No es ella quien tiene mi interés.- Susurró a mi oído, causándome escalofríos.
- Ardan, ya te lo dije.- Respondí tratando de que mi voz no se cortara por los escalofríos.- Perdiste mi confianza.
- Y yo te dije que iba a recuperarla.- Susurró ahora rosando mi oreja con sus labios para después darme un suave y discreto beso en la mejilla.- No descansaré hasta recuperarte.
YOU ARE READING
Princesa por siempre
RomanceSophia tiene una vida con la que muchas sólo pueden soñar. Vive en el Castillo de Nerea, ya que es parte de la Familia Real, la futura gobernante, junto con sus hermanos mayores, Aiden y Eric. Tras la muerte de su abuelo, ella conoce a la Familia Re...