Confesiones

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Después de la intensa plática con Ardan y la intervención de Daniel, el joven que interrumpió mi baile con el príncipe, no paré de bailar con todo aquel invitado que me lo pidiera, pues es tradición que los miembros de la familia real bailen con los invitados. Al mismo tiempo, Ardan se mantuvo ocupado bailando con cada joven que cayera en sus brazos, y debo admitir que eso no me hacía la más feliz.

- Pensé que te gustaría algo de beber.- Dijo Eric poniendo una bebida en mi mano.- No has parado de bailar, es la primera ves que te veo quieta en todo el baile.

- Lo sé, estoy exhausta.- Sonreí dando un sorbo a la bebida.- ¿Has visto a Claire? No he podido hablar con ella en toda la noche.- Pregunté mientras la buscaba entre los invitados.

- Sí, la vi pláticando con Aiden hace unos minutos.- Respondió mientras se colocaba detrás de mí.

- ¿De quién te escondes?- Pregunté divertida.

- De Charlotte, no me ha dejado en paz desde que comenzó el baile.- Susurró con la cabeza gacha.

- ¡Eric!- Sonrió la chica cuando lo vio.- Por fin te encuentro, vamos a bailar.- Lo tomó del brazó y lo jalo con ella hacia la pista de baile.

- Sálvame.- Susurró Eric al pasar a mí lado, pero yo sólo reí y le respondí con un "Lo siento".

Me fui a un rincón del salón y observé el lugar buscando a Claire. No la vi por ninguna parte, así que fui con el guardia de la puerta y le pregunté por ella.

- Salió del salón acompañada de su hermano.- Respondió él con tono serio.

- Gracias.- Respondí con una sonrisa y salí del salón para buscarla.

Comencé a caminar por toda la planta baja, pero no había señal de ellos en ninguna parte. Decidí buscar en la planta de arriba, tal vez estaban en la biblioteca. Estuve a punto de doblar el pasillo hacia las escaleras, pero me detuve al escuchar voces que hablaban entre susurros.

- ¿Has bailado ya con ella?- Preguntó una voz.

- Sí.- Respondió otra mucho más joven.

- Bien, recuerda lo que debes hacer. Nuestro reino depende de ello.- Dijo la primera voz.

- Lo sé padre.- Yo conocía esa voz.

- ¿Cuál es el plan?- Preguntó el más grande.

- Hacer que se enamore de mí y unir nuestros reinos por medio del matrimonio.- Respondió esa voz tan conocida.

- Muy bien hijo, Vlieland depende de ti.

Al escuchar lo último dejé de respirar y un nudo se formó en mi garganta. Todo había sido un engaño, todo lo que Ardan me había dicho era mentira. Comencé a escuchar que caminaban en mi dirección y antes de que pudiera moverme, Ardan y su padre aparecieron frente a mí. Ambos se detuvieron al verme y se paralizaron por unos segundos, con la sorpresa reflejada en sus rostros.

- Sophia, ¿qué haces por aquí?- Me preguntó el padre de Ardan con una sonrisa.- Deberías estar en el baile disfrutando con los invitados.

- Lo sé, pero estoy buscando a Claire, ¿la han visto?- Respondí lo más natural posible, haciendo un esfuerzo en que no se me quebrara la voz.

- No, por aquí no ha pasado.- Respondió el rey de Vlieland como si fuera inocente.- Pero Ardan puede ayudarte a buscarla.

- No.- Lo interrumpí de inmediato.- No hace falta, estoy segura de que ya debe estar en el salón.- Sonreí.- Si me disculpan, debo ir a mi habitación un momento. En seguida vuelvo.- Y con eso los pasé de largo y subí las escaleras.

Princesa por siempreWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu