Princesa por siempre

¿Una enemiga?

Con la excusa de tener que alistarme para la hora de cenar, salí del salón antes de que mis hermanos o Ardan pudieran retenerme para una larga charla. La única plática que quería tener, era con mi mejor amiga. Así que salí del salón y fui directo a la habitación de Claire.

- Sophia, ¿está todo bien?- Preguntó mi amiga en cuanto crucé la puerta de su habitación.- Parece que has visto un fantasma.

- Besé a Ardan.- Fue lo primero que salió de mis labios.

- ¿Eso quiere decir que ahora están juntos?- Ella se puso de pie y se acercó a mi lado.

- Oh, no tienes idea.- Dije con todo el sarcasmo posible.- Será mejor que tomes asiento.

Ella asintió confundida y se sentó al borde de su cama. Después de unos segundos, yo me uní a ella, para después ponerme de pie otra vez y caminar por toda su habitación. Los nervios no me permitían estar quieta.

- Sophia, habla de una vez.- Exigió desesperada mi amiga.

- Ardan y yo estamos comprometidos.- Solté la noticia tan rápido como pude.

-¿Qué?- Gritó Claire poniéndose de pie y mirándome asombrada.- Sophia, ayer odiabas al chico, ¿y ahora te vas a casar con él?- Se me quedó mirando esperando una respuesta.- ¿Qué pasó? Quiero cada detalle.

- Para empezar, creo que ambas sabíamos que en ningún momento odie a Ardan.- Simplemente no podía, por más molesta que estuviera.- Y lo que pasó fue que...

Le conté absolutamente todo a mi sorprendida amiga. Desde la junta de planeación, hasta el beso y la plática con ambas familias en el salón familiar hace un momento. Ella me escuchaba atenta, y cuando por fin terminé el relato, ambas guardamos silencio y nos quedamos mirando al suelo.

- Entonces, ¿tú familia lo sabía desde el principio?- Preguntó, aún tratando de entender la situcación.

- Sí, ellos lo planearon todo incluso antes de la llegada de Ardan.- Respondí.- Ahora que nos vieron juntos decidieron decírnoslo y anunciarlo a todos mañana por la tarde.

- ¿Y qué pasa si en algún momento ustedes dos no quieren seguir con la boda?

- La boda de cancela, es parte del trato.

- Pues, si estás segura de ésto, sabes que te apoyo.- Dijo Claire con una sonrisa.

- Gracias, yo sé que cuento contigo. Pero esa es la cuestión, en éstos momentos no estoy segura de nada.- Me puse de pie y salí a su balcón.- Por eso pedí que la boda fuera en un tiempo, no pienso casarme ahora.

- Hiciste bien en pedir el tiempo.- Claire salió al balcón conmigo y ambas contemplamos el jardín interno del castillo.- Yo creo que no deberías sentirte tan presionada. Piensa que en cualquier momento puedes anular el compromiso y que tienes el tiempo que quieras para decidir si es lo que quieres o no. El anuncio de mañana sólo distraerá al pueblo y tus padres dejarán de molestarte con el asunto.

- Gracias Claire, siempre sabes cómo animarme.- Le sonreí a mi mejor amiga.- Bien, debo ir a alistarme para cenar, ya voy algo retrasada.

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Al llegar a mi habitación no fueron Sara y Leah las que me recibieron, si no mis hermanos, que no parecían muy contentos.

- Hola.- Dije sin saber que otra cosa decir frente a dos molestos hermanos mayores.- ¿Está todo bien?

- No, nada está bien.- Respondió Aiden.- Mi hermana menor se acaba de comprometer, ¿cómo puede eso estar bien?

- Lo sé, yo tampoco puedo creerlo. Pero al parecer así son las cosas ahora.

- Pero no deberían serlo Sophia, se supone que nosotros deberíamos protejerte y no dejar que éste tipo de cosas caigan sobre ti.- Dijo Eric.

- Chicos, ustedes hacen un magnífico trabajo cuidándome. Pero es mi turno para ayudar a Nerea, tengo la misma responsabilidad que ustedes, y esa es siempre ver por nuestro pueblo. Así es como yo puedo contribuir, y no es tan malo. Recueden que siempre puedo romper el compromiso, y no me voy a casar mañana, sólo darán el anuncio.

- ¿Lo quieres?- Preguntó Aiden de repente.- Si vas a hacer esto, por lo menos que sea con alguien con quien quieras hacerlo. Si no, te prometo que Eric y yo encontraremos una solución.

- Sí, lo quiero.- Respondí con sinceridad.- ¿Lo suficiente como para casarme con él? Aún no lo sé, pero por eso pedí tiempo. Estoy segura de que Ardan tampoco está seguro de ésto y por eso pidió la posibiladad de anularlo en caso de descubrir que no es lo que quiere.

- Si no estás segura entonces...- Comenzó a decir Eric.

- Bien.- Interrumpió Aiden.- Eres lo suficientemente madura para tomar tus propias decisiones, y confío en ti. Pero si en algún momento decides que no es lo correcto, confío en que lo detengas. Sea cual sea tu decisión, yo te apoyo.

Las palabras de Aiden me conmovieron tanto, que no pude responder con otra cosa que no fuera un abrazo.

- Te quiero hermano.- Dije cuando nos separamos.- A ti también Eric.- Reí al ver su rostro, aún molesto.

- Yo también enana.- Respondió Eric con una sonrisa.- Y por eso tu novio no se va a salvar de la plática que le tengo preparada.

- Oh, eso ni pensarlo.- Rió Aiden.- Si quiere estar con mi hermanita va a tener que esforzarse.

- No sean muy duros con él, yo misma ya se la puse difícil.- Dije divertida.

- No prometemos nada.- Rieron los dos.

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Como siempre, Sara y Leah hicieron un magnífico trabajo. Me veía espectacular, incluso a pesar del poco tiempo que habían tenido para alistarme. Una vez que estuve lista y me disponía a salir de mi habitación, me lleve una sorpresa al ver que Ardan me esperaba ante la puerta.

- Yo... yo estaba a punto de tocar.- Dijo al verme. Al parecer estaba algo nerviso.

- ¿Acaso mis hermanos ya hablaron contigo?- Pregunté divertida.

- Sí, me los encontré en el pasillo.- Respondió.- Pero no es por eso que estoy aquí.

- ¿Entonces por qué?- Pregunté confundida.

- Sophia, no necesito el arreglo entre nuestras familias para querer estar contigo.- Dijo con un hermosa sonrisa.- Estoy contigo porque te quiero, y a pesar de que me has perdonado, o algo parecido...- Rió nervioso.- Mientras esté contigo voy a tratarte como mereces ser tratada. Ya me equivoqué una vez y no quiero volver a perderte.- Al mirarlo a los ojos, pude ver la sinceridad de sus palabras.

- Bien.- Respondí acercándome a él.- Porque yo también quiero estar contigo.- Susurré antes de besarlo.

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Al llegar al comedor todos guardaron silencio, pues éramos los útimos en llegar. Aunque estoy segura de que el silencio se debía más a nuestras manos enlazadas que a nuestro retraso. En cuanto noté todas las miradas, traté de soltar mi mano de la de Ardan, pero él apretó más fuerte y me dedicó una sonrisa tranquilizadora.

- Créeme, mañana será peor.- Me susurró.- Disculpen la demora, por favor, continúen.- Dijo antes de guiarme a nuestros asientos.

Todas las chicas nos miraban con intriga, a excepción de Claire por supuesto, que me miraba con una sonrisa. Y a pesar de que mis hermanos miraban a Ardan con ojos de advertencia, él parecía no darse cuenta de ello, porque miraba con preocupación a una concursante que nos miraba muy seria. Lara.