—Lo es— mencionó sirviendo un vaso alto (Weizen) de un barril pequeño en el refrigerador, se lo entregó al igual que la botella de vino, Will llevó las bebidas a la mesa y detrás lo siguió el doctor con los platos. Tomaron asiento uno frente al otro, el doctor se sirvió una copa de vino y continuó con la charla—¿cómo van los asuntos entre ustedes?

—Tan bien como han ido siempre, ella es encantadora, lo sabes, pero no está interesada en mi de la misma forma...

—¿De la misma forma que tú?

—De la misma forma en que pensé. Por cierto, gracias por cuidar de mis perros mientras no estaba.

—Por nada. Come antes de que se enfríe— cortó el doctor.

El platillo como siempre fue delicioso, en cuanto Will probó el primer bocado se dio cuenta que estaba realmente hambriento, Hannibal no dudó ni un segundo hacerle repetir la porción a lo que el agente no se negó, mucho menos ante un segundo vaso de cerveza.

Al final como en casi todas sus conversaciones de sobre mesa terminaron en el consultorio del psiquiatra.

—¿Quieres escuchar algo en particular?— peguntó el psiquiatra tomando la tableta electrónica de un cajón— creo que nunca hemos hablado de lo que te gusta.

—No, en realidad ese tipo de conversaciones nunca fueron importantes en nuestras sesiones. Y hablarlo ahora parece un mal chiste ¿no crees?

—Subestimas mi curiosidad por ti, Will. Ahora conozco diferentes facetas, el agente del FBI, el paciente y el amante tal vez—Will pasó un trago de cerveza con fuerza—¿Te perturba que hable de ser amantes? El ejercicio de la sexualidad es una acción natural.

—En absoluto, no podría avergonzarme por algo como eso, después de todo yo vine directo a ti. Es sólo sexo.

Desvió la mirada concentrándose en el alce de bronce sobre una mesita.

—Natural en efecto— se respondió Hannibal ante la evidente evasiva de Will—¿Entonces?

—¿Lo que quiera?

—Cualquier cosa.

Will dejó su vaso sobre el escritorio y tomó la tableta que Hannibal le ofrecía, indagó en el buscador y "People are strange" de The Doors comenzó a sonar con aquel suave arrullo de guitarra acompañando una voz masculina, un ritmo cadencioso que invitaba a mover los pies.

"People are strange when you're a stranger

Faces look ugly when you're alone

Women seem wicked when you're unwanted

Streets are uneven when you're down

When you're strange

Faces come out of the rain

When you're strange

No one remembers your name

When you're strange"

Hannibal lo observó detenidamente, mientras el agente seguía el ritmo con la punta de sus pies recargado sobre el escritorio. El doctor tomó una de las sillas y la colocó junto al escritorio, él se sentó en el sillón giratorio a la espera de Will.

—Me parece comprender por qué te gusta.

—Es una de mis canciones favoritas— bebió de su vaso y se relamió los labios siguiendo la melodía incluso con un ligero movimiento de cabeza.

—"Las personas son extrañas cuando eres un extraño". La empatía te alejó de los otros más de lo que podía acercarte.

—Ya estás psicoanalizándome de nuevo, doctor— Will se giró dejando que otra canción del grupo musical se reprodujera, colocó las palmas en el bufete frente al psiquiatra con mirada de reproche.

EternidadWhere stories live. Discover now