Al terminar su última clase, Mad salió corriendo de la escuela y tomó el primer autobús que vio, pues solo necesitaba que la dejara cinco cuadras más allá, por la misma calle de su escuela. Dio la vuelta a la esquina en la parada y se acercó al recinto, en donde se presentó como la niñera de Maya, junto con un papel firmado por los padres de la bebé y por ella que demostraba el vínculo laboral.

En el autobús camino a la escuela, notó como varias personas la observaban, algunos por curiosidad y otros con evidente desagrado, pero no podía hacer algo para evitarlo, solo agradeció que el trayecto era corto, pues le resultaba muy incómodo seguir ahí.

Llegó diez minutos tarde al auditorio, captando la atención de todos los presentes. Ella ingresó rápido y sentó a la bebé en la primera final.

—Ya estoy aquí. —Sonrió.

—Señorita Schafer —dijo la profesora Eridan—, no es que me interese personalmente, pero ¿por qué trajo a una bebé a la audición?

—Me pagan quince dólares la hora por cuidarla y debía ir a buscarla a la guardería. Esta era la única opción que tenía, perdón.

—Puedo cuidarla mientras tengas que estar en el escenario —se ofreció Elizabeth y todos voltearon a verla, sorprendidos—. ¿Qué? He sido niñera desde los quince.

Elizabeth bajó del escenario y se acercó a Maddie.

—No estoy de acuerdo con lo que hiciste, pero Will cayó bajo al contarles a todos —le susurró.

—Gracias.

Mad ni siquiera recordaba alguna interacción entre ellas que no fuera conflictiva. ¿Acaso ese era un avance? No podía saberlo, especialmente después de lo que hizo Will, rompiendo su confianza.

Ensayaron la primera escena, en donde nunca había estado tan tensa con Will. Por más que lo intentaba, no podía fingir y actuar que eran un amor de verano, a pesar de ser la escena más simple de la película. Se sabían sus diálogos, pero la extraña química que habían lucido en su audición se había desvanecido. Las chispas que salían de sus ojos eran evidentemente de odio.

—Creo que mejor lo dejamos hasta aquí hoy. —Terminó el ensayo la profesora, media hora antes—. Ya pueden irse. Espero que el miércoles lleguen con un mejor ánimo.

Los chicos asintieron y Will bajó de un salto del escenario.

—¿Te vas conmigo al ensayo de la banda? —le preguntó.

—¿Estás loco? Incluso si no estuviera enojada contigo, no podría ir al ensayo. Debo cuidar a la bebé, podré ir después de las ocho.

—Le diré a los chicos. Reza para que no te saquen de la banda.

—¿Sabes qué? Ya me da igual. Pueden irse a la mierda si quieren... o más bien tú. Los demás sí son agradables, tú eres el problema.

—¿Qué? ¿Te mordió un perro que actúas como si tuvieras rabia?

—Quizás, o quizás solo estoy harta.

Mad bajó dando un brinco. Se acercó a Elizabeth, con Maya sentada sobre sus piernas.

—Gracias.

—Descuida.

Se puso su mochila en la espalda, luego cruzó el bolso con las cosas para cuidar de Maya y tomó en brazos a la bebé. Salió de la escuela y tomó un autobús en dirección a la casa de Jessica, en donde se quedó hasta que llegaron los padres de Maya, una hora después de haberla dejado durmiendo en su cuna.

Adam, el padre de Maya, se ofreció a llevarla a su casa, pero Maddie se rehusó y tomó otro autobús, no hasta su casa, sino hasta la de Adrián, para llegar a lo último del ensayo.

Mad #PGP2023On viuen les histories. Descobreix ara