Como lo pensé, el jefe de la guardia Jeremy Olsen estaba al frente, respondiendo por sus hombres.

— Príncipe, el joven Jimin nos a ordenado entrar por protección a su persona, estamos acatando ordenes —habló lo que parecía ser el jefe de la guardia del príncipe Jimin. Un hombre alto, rubio y robusto.

Ambas guardias asechantes de la otra, esperando cualquier movimiento en falso para atacar.

— Príncipe Taehyung —susurré—, no debe estar aquí, ¿qué tal si esto se sale de control más rápido de lo que pensamos?

— Creo que ustedes entienden que la autoridad de mi hermano aquí no tiene validez. Salgan ahora, es una orden —ignorándome por completo decidió manejarlo todo en ese instante. Su voz fuerte y clara resonó dentro del palacio, imponente, causando vacilación entre la guardia del príncipe Jimin. Miraban al hombre rubio, esperando ordenes.

— Oh vamos, Taehyung —y ahí estaba otra vez.

El príncipe Jimin salía del pasillo hacia nosotros, acompañándole por detrás Yonhye y sus dos guardias.

— Jimin, te puedo correr ahora mismo, así que por favor evitame esa gran pena.

— ¿Eso crees? —se acercó a él, con una simpática sonrisa venenosa— ¿Te haz asomado por la ventana a ver el clima de tu ciudad?

El príncipe Taehyung frunció el ceño.

— ¡Señor! —un hombre de la guardia dirigida por el jefe Jeremy Olsen gritó desde la ventana. Él estaba asomado viendo hacia la entada—. Hay camarógrafos afuera, está repleto.

— ¿Qué? —contestó el señor Olsen—. Ellos saben la regla de no invadir la privacidad del príncipe.

— Olvide mencionarte eso —habló el príncipe Jimin—. Se aviso a los medios de comunicación que yo estaría aquí, conviviendo con mi adorado hermano. Tú decides; una imagen buena y alegre de los dos, mostrando la pureza de nuestra hermandad o un gran escándalo que llegará veloz a los oídos de todo el reino del norte. ¿Quieres sacarnos a todos ahora y que se enteren de que nos haz vetado?

Maldita sea. Pude notar como el príncipe Taehyung empuñaba sus manos. Se estaba controlando a la perfección.

— Jeremy, vuelvan a sus puestos, denles la entrada.

Los hombres de la guardia miraron al señor Olsen, quien no parecía querer moverse de ahí. Transcurrieron unos cuantos segundos y él aún mantenía su postura en desacuerdo.

— Jeremy, te he dado una orden —refutó el príncipe Taehyung, luciendo sereno y formal como a cada instante.

El señor Jeremy Olsen se resignó, asintiéndole a sus hombres para ceder la entrada. Todos ellos empezaron a dispersarse, aún precavidos por cualquier nueva orden.

— ¡Perfecto! —dijo el príncipe Jimin—. ¿Te parece si salimos a posar para las cámaras? —pareciera que sus ojos fueron diseñados para mostrar siempre una mirada altanera y burlesca.  Él pretendía seguir acorralando al príncipe Taehyung, no sé el propósito, pero seguro que quiere acabar con su paciencia.

El príncipe Taehyung se dio la vuelta, ignorando a su hermano, siguiendo por el ancho pasillo mientras yo le seguía por detrás.

No sabía qué más decir, qué más hacer. Admiro su constante esfuerzo por permanecer apacible como el digno príncipe del punto oeste, pero también es malo. Si sigue así podría explotar de una manera y en un lugar no conveniente.

El pasillo que recorríamos me resultó familiar. Conforme avanzaba supe distinguir los lugares que se encontraban a nuestro alrededor.

— Te mostraré una de mis habitaciones especiales —habló, sin mirar atrás. Para ser algo especial su tono de voz le restó relevancia. No quise decir más, en verdad temía recibir una mala contestación así sea con razón o sin razón, porque lo más seguro es que desquitará su enfado con la primera cosa que se le atraviese.

The Election of the Prince [Taehyung] ; EN PAUSADonde viven las historias. Descúbrelo ahora