Epílogo

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Me termino el cigarrillo y lo tiro al piso. Sé lo que pensaran. Pensarán que soy una inmadura por tener como escape del dolor, fumar y perjudicar mi salud. Pero eso es ser real, la verdad, ser real de verdad, es equivocarse y aprender de los errores, pero como todo ser humano, espero que algo malo pase para darme cuenta de que hay algo mal en mi, y si pienso en ello, corregirlo. Lo mismo pasa con la obesidad, pasa con miles de cosas, desde las más graves, hasta las más leves. Una de las graves, lo que pasó con Dorothea.

Ha pasado un año desde la muerte de Kylan, a su vez, la muerte de Victor.

Dean me ha dejado, pero no lo culpo, él ya tiene a su novia y yo soy feliz con eso, así me haya dejado de lado.

Me levanto de la banca y camino hasta mi casa. Sigo viviendo en el mismo lugar, por dos sencillas razones. La primera, es porque me recuerda a la catastrófica etapa de mi vida que ya quedó en el pasado, y la segunda es porque Dorothea me sigue pagando este hogar y apenas tengo el suficiente dinero para comprar mi comida.

Al entrar, me llevo una gran sorpresa, es Dorothea.

-¿Te gusta recordar los viejos tiempos, no, mami? -la ironía es evidente en mi tono de voz.

Dorothea voltea a su izquierda y cuando me vuelve a ver, sus ojos tiene lágrimas.

-Oh, verdad, hoy se cumple un año de la muerte de tu amado, y del mío. Llámame asesina.

Así es, ese día tenía tanta rabia, que simplemente maté a Victor. No podía contenerme, si no me desquitaba, me iba a matar a mi misma.

Mis manos tiemblan, ha pasado tan solo una hora, pero no puedo olvidar el cuerpo de Kylan en el suelo. Mate a mi novio. ¿Era tan difícil tan sólo en el último segundo dispararme a mi? Él no merece eso, yo sí. Dorothea me lo repitió siempre, soy una asquerosa. Me odio. Me odio. Me odio.

No aguanto más y con una navaja empiezo a apuñalar una almohada que tenía en mis piernas. Es muy suave, necesito más.

Me levanto y escondo la navaja en mi pantalón, sin preocuparme en lo más mínimo por no lastimarme. Camino y justo encuentro a Victor afuera de mi casa, tiene las manos en sus bolsillo y su mirada gacha. Mi ira solo crece más, así que le abro y lo invito a pasar. «Lo lamento mucho, estoy muy arrepentido de todo. Kylan no merecía morir» dice apenas entra, pero no presto ni la más misma atención, solo lo miro fijamente. «Haz matado a tanta gente, que llegó la hora de pagar» digo sacando la navaja, él me mira asustado, intenta escapar, pero mi rabia hace que sea más rápida que él y lo apuñalo en su brazo. Su grito de dolor solo me llena de más adrenalina y lo apuñalo esta vez en su estómago. Supongo que ya saben qué pasó después»

-No te culpo, yo te crié así.

-Exacto.

Hay un silencio incomodo y lo decido cortar.

-Ser Real. ¿Como empezó todo?

-Empezó con el señor, ¿te acuerdas de él?

-Ya, ya me acordé. Mi querido padre fue el que empezó.

-Exacto. Él empezó a odiar a tu madre repentinamente, sabes que él estaba mal, muy mal de la cabeza. Todo empezó cuando... Tu ni siquiera estabas en la barriga de tu mamá.

-Me imagino que fue traumante.

-Oh, claro que lo fue. Me arrepiento tanto de haber hecho todo lo que hice.

-La muerte hace cambios verdaderos, Dorothea.

Ella asiente y continúa.

-Ser Real es...

-Sufrir, porque en la vida real se sufre; en una burbuja ríes, pero en eso estás, en una burbuja. Si estás en la vida real, sufres. Cuando estas feliz, no eres real.

Hago una pausa y digo:

-Que estupidez lo que pensaba mi padre. Vivir de verdad es sentir tanto tristeza como felicidad, tanto adrenalina como aburrimiento, tanto amor como odio. Él no sabía nada de la vida.

Dorothea me mira sonriente en silencio, hasta que dice:

-Aún te acuerdas del significado de ser Real.

Se levanta y me abraza, y yo, luego de unos segundos, la abrazo a ella también. Cerrando completamente la etapa Real.

Real (Wattys 2017) Where stories live. Discover now