Capítulo 12

582 45 1
                                    

-¡Megan! ¡Megan! ¡Maldita sea, despierta!

Yo solo siento la voz de un chico diciendome eso, pero era una voz lejana, ahora mismo quedo en shock, a el señor no le puedo dejar de mirar, es como si me estuviera hipnotizando, ahora mismo creo que haría todo lo que él me pidiera.

El señor abrie la boca para hablar, pero justo en ese momento siento un golpe verdadero en la mejilla.

Abro los ojos y siento el ambiente caliente, estoy sudando y estoy temblando. Me toco la mejilla y me duele, fue un golpe duro.

Cierro y abro los ojos de nuevo, para ver con claridad. Veo a mi lado y puedo ver a Kylan con su ceño fruncido y con la respiración agitada.

Estoy segura que está ido, está mirando en mi dirección, pero está viendo otra cosa.

-Kylan. -digo con un hilo de voz.

Kylan mueve la cabeza, despertando de su pensamiento, y viéndome por un rato.

-Llegamos.

Abrí los ojos y vi un maravilloso lugar, era verde, nada de basura, nada de contaminación, todo era verde, y era hermoso.

Sonreí sin mostrar mis dientes y me bajé del auto.

-¿Si sabes que es de caballeros abrirle la puerta a su dama? -pregunta Kylan mientras arregla su pantalón.

-Sí, bien que no eres un caballero, eres Kylan Wright. -digo burlona con una sonrisa. Y Kylan sólo se me queda mirando. Yo simplemente quito la sonrisa de mi rostro y el so riendo niega con la cabeza.

-¿Vamos? -tiende su mano hacia mi y la agarro con firmeza. Mientras caminamos admiro este maravilloso lugar. Es increíble cómo tanta belleza puede estar tan escondida.

De repente oigo un ruido, un golpe fuerte. Demasiado fuerte. Miro a Kylan pero él está alarmado, agarrando mi mano con más fuerza, con tanta fuerza que duele, pero no digo nada.

Oigo más ruidos así, por unos minutos, hasta que todo está callado.

-Bien, ignoremos eso y sigamos caminando. ¿Te parece? -pregunta Kylan mirándome con una mirada que... No sé describir, pero era distinta a la normal. Seguro cualquier persona normal la podría identificar.

-Quiero enseñarte algo.

-¿Más? Kylan, conoces demasiadas cosas.

-Teniendo algunos contactos, puedo conocer y saber lo que sea -me guiña el ojo y yo le sigo el juego.

-¿Sí? ¿Y como cuales?

-Por ejemplo...

Suena otro golpe, pero esta vez más duro.

-Bien, otra vez, ignoremos eso.

Asentí con la cabeza mientras me sentaba en el piso, y luego, veo como Kylan se sienta en el piso también.

-¿Qué me quieres enseñar?

-Oh, claro. Ya verás. -Me guiña el ojo y sonríe.

Nos acostamos en el pasto y miramos el cielo azul, el clima y todo esto era hermoso, es como si Kylan escogiera especialmente este día sabiendo lo que iba a pasar.

Luego, huelo un perfume conocido, lo huelo, es el de Dorothea, pero ella no está aquí.

Y luego recuerdo, cada real tiene un poder, el mio es poder saber un futuro cercano con el olor y algunas veces con la vista, como lo que pasó con el incendio, aunque no sabia dónde iba a pasar, pasó y yo lo vi.

Dorothea, la veré hoy, en unas horas, o eso es lo que creo.

-¿Qué te pasó, Megan?

Ahí fue cuando mi regreso a la tierra se hizo presente.

-Nada, no te preocupes, Kylan. -le sonrío fingida.

-Bien... Igualmente, traje comida. ¿Quieres?

-Sí, gra... -un disparo. Ahora es un disparo, y un grito desgarrador. -¿Oíste eso?

-¿Oír el qué? Megan, tal vez hagas alucinaciones por los dos pequeños golpes que oímos. Y tal vez por el golpe que te dí, lo siento. -sonríe apenado. Pero yo solo puedo pensar en el disparo. ¿Dónde estamos?

-Kylan, estoy segura que oí un disparo.

-Nada de eso, comamos, mejor.

Yo asiento en silencio y empiezo a comer. Claro, como raro de Kylan Wright, me hace reír. Y ahora, me hace reír con una cosa que en vez de reír, creo que golpearia a esa persona.

Así es, Kylan empieza una guerra de comida. Claro, con la poca comida que tenemos.

Se nos hace tarde, veo mi reloj y veo que son las diecisiete horas.

Pero... Aun sigo oyendo el disparo en mi mente... Hasta qué suena otro disparo.

-Kylan...

-Calma, Candle. No hay disparos.

Yo solo lo miro, no le creo. Sé lo que oigo.

Le iba a seguir preguntando, pero mi celular vibra, así que lo saco de mi bolsillo y miro el mensaje que tengo. Es de Dorothea, claro, de quién más.

«Espero que la estés pasando bien. La reunión era para esta hora, pero ya te he exigido mucho. Aunque eso no hará que sea más corta, sabes que no me importa si llegas a tu casa a las cuatro de la mañana, pero de que vienes, vienes. Suerte, querida Megan. - Dorothea»

¿En serio?

-Meg, ¿Qué pasa?

-Oh, no, nada. No es nada, Kylan. A lo que iba, ¿sabes que no te creo que no son disparos?

El suspira pesadamente y se pasa la mano por su cabello.

-Me atrapaste, te voy a enseñar a disparar.

Real (Wattys 2017) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora