Capítulo 7

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Teatro. Teatro. ¡Teatro! ¿Para que rayos me sirve la clase de teatro?

Piensas mucho en la palabra rayos.

Joder, Kylan, que estés en mi cabeza todo el tiempo y que de alguna extraña manera no ayuda mucho en la clase de teatro.

—Lo básico es, la actuación es una forma de expresar lo que sienten o lo que quieren expresar de una forma discreta. Así que, formarán grupos, y me crearán una obra de teatro, sobre lo que sientan. La puedes hacen individual, aunque como es obvio, será más difícil. Así que, los dejo a su gusto.

No se que le pasa a este tipo, pero está amable, y eso no es común en él.

Todos empiezan a formar grupos para hablar, en vez de organizar el trabajo.

Yo mientras tanto me pongo a  escuchar música, milagrosamente había escuchado lo que dijo al final el viejo.

—Oye, Megan. ¿Te haces conmigo?

Giro hacia arriba y me encuentro a Kylan apoyado sobre la mesa pequeña que tenía la frente, y mirándome fijamente.

Yo solo asentí. No quería hablar mucho hoy.

—Otra vez con su época de muda.

Ni que me conociera de toda la vida. Hago un sonido con mi garganta, queriéndole decir que sí a lo que sea que hable y como también diciéndole que no me diga nada, ya que no hablaré.

—No, eso si no. Tuve que hacer mucho esfuerzo para que hablaras. Ahora habla.

Otra vez, ni que nos conociéramos de toda la vida.

—No te quedes callada.

Veo su rostro, tiene el ceño fruncido, pero con una sonrisa burlona en su rostro.

—¡Mira! Ya se acabó el horario de clases. Te llevare a tu casa. Andando.

Lo miro raro y niego con la cabeza.

—¿No? ¿Por qué no? —su sonrisa se hace más ancha a medida que habla. Alzo los hombros, para seguido, colgarme mi mochila en el hombro izquierdo.

—Sí, te llevaré mejor a mi casa, tal vez te sientas más a gusto ahí.

Abro los ojos como platos. Kylan definitivamente se está portando raro.

—Tu te quedas muda, yo me portare así. Ya sabes.

—Ash, vamos a mi casa.

—No, dijiste que no querías que te llevara a tu casa, así que la otra opción sería que te lleve a mi casa. Igualmente, no es mucha la diferencia, ¿o sí?

Rayos, el tenía razón, prácticamente vivíamos en el mismo lugar, era exactamente igual el diseño de la casa y también quedaba cerca al instituto.

—Vamos a tu casa. —digo suspirando.

—Es mentira, Megan. No vamos a ir a mi casa, solo si tu quieres vamos. ¿A dónde quieres ir?

—¿Y yo no puedo ir sola a dónde yo quiera ir?

—Esta vez no, yo te llevare a cualquier lugar. Seré algo así como tu chófer.

Levanto una ceja y lo miro fijamente.

—¿Estas jugando, verdad?

—No —dice mientras niega con la cabeza como niño pequeño. —Vamos a donde tu quieras.

—Vamos a comprar algo de comer, me llevas a mi casa y después, te vas a la tuya.

—No, Megan. Pensaba en quedarme a dormir en tu casa.

Real (Wattys 2017) Where stories live. Discover now