38 despedida y vuelta a casa

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POV AIDEN:

Despertar al lado de la mujer a la que amas, es una de las sensaciones mas maravillosas de este mundo y, si encima tu amor es correspondido, no se puede pedir mas.

Me sentía tan feliz, anoche no llegamos a hacer el amor, pero solo el echo de haber tocado cada palmo de su piel, de haber podido saborear cada centímetro de su cuerpo, era mas que suficiente.

Sabia que Ariadna era virgen y, no quería que la última noche que este año íbamos a pasar juntos, se sintiera incómoda y, presionada a hacer algo  de lo que no estubiera segura.

Le prometí que espantaría todo lo que hiciera falta, y eso haré. Además cuando llegue el momento, tanto ella como yo lo sabremos y, no abra que planear nada.

Me di el privilegio de poder observarla durante unos minutos mas mientras dormía, dentro de unas hora, tomaría un avión que la llevaría hasta su casa, así que solo quería aprovechar el poco tiempo que nos quedaba juntos.

Aun era demasiado temprano, el sol todavía no había salido, así que decidí bajar y preparar el desayuno para los dos, le daría una sorpresa se despedida a Ariadna.

Prepare todo y lo metí en una cesta, luego subí a mi habitación y tome una ducha, cuando ya estube vestido y listo llame a Ariadna.

- Buenos días pequeña, vamos levántate.

- ¿Buenos días? Pero si aun no amanece.

- Lo se, pero te tengo preparado algo antes de que te vayas, así que preparate que salimos.

- Esta bien Aiden, ¿Pero podré tomar una ducha verdad?

- Claro pero no tardes, estaré abajo metiendo las cosas en el coche.

Cogí un par de matas, la cesta donde había metido todo el desayuno y, la coloque en el maletero del coche, luego escribi una nota para Sam donde le explicaba todo, para que no se asustara cuando volviera y la puse en el frigorífico.

Cuando iba saliendo de la cocina Ariadna venia bajando las escaleras.

- ¿Lista?

- Siempre, ¿Pero ha donde vamos?

- Ya lo veras, es una sorpresa.

Subimos al coche y, empece a conducir hasta nuestro destino, aparque a unas calles de distancia y comenzamos a caminar.

- ¿Donde me llevas Aiden? No puedo soportar mas la intriga.

- ¿Te acuerdas cuando te mostré Londres?

- Claro, como olvidarlo.

- Te traje al London Eyes y, me digite debería traer a la chica que te gusta aqui, pero lo que no sabias era que tu eras esa chica, así que ahora que ya lo sabes, te he traído para que veas amanecer desde aqui.

- Oh Aiden, gracias por ser así, me encanta.

Subimos a la noria y comenzamos a ver el amanecer y, como poco a poco la ciudad iba despertando.

Subimos a la noria y comenzamos a ver el amanecer y, como poco a poco la ciudad iba despertando

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