Capítulo 12: La oscura trampa.

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- No creo que estemos mucho mejor aquí- las palabras se tropezaban en la boca de Brenda ante la mezcla de miedo y asombro-, será mejor que entremos.

Nadie se opuso y echamos a correr hasta encontrar la forma de entrar en el edificio.
Para nuestra suerte, una de las salidas de emergencia estaba abierta y nos condujo por varios pasillos hasta llegar a un gran salón con distintas habitaciones en completa oscuridad.

- Buscaré el interruptor- susurró Ariana.

El estar en completa oscuridad me trajo una sensación para nada buena. Con las manos en el bolsillos, me quedé de pie en mi lugar. Sin moverme.

- Bien- exclamó Minho en voz alta y bastante audible para cualquiera en el mismo metro cuadrado de la habitación, como si no le importara que alguien aparte de nosotros lo oyera- Formen una fila y avancen. Yo voy primero.

Demonios, ¿por qué tenía que decirlo todo en casi un grito? Parecía querer provocar a algún Crank hambriento o cualquier otro peligro que rondara por allí. Tuve que reprimir mis ganas de susurrarle que cerrara la boca.

Unos dedos chocaron contra mi cintura, dándome un empujón hacia adelante con suavidad. Me di la vuelta hasta quedar frente a alguien, que por su presencia, me dio la sensación que era de mayor altura a la mía.

- Lo siento- se oyó decir en la oscuridad.

Maldito Aris Jones.

- No ha sido mi intención tocarte.

Me solté de sus manos, que hasta el momento habían sostenido involuntariamente- o eso esperaba-, mi cintura.

- Eso espero- respondí de mala gana y me alejé.

Mientras caminaba murmurando maldiciones, una sensación de dolor invadió mi columna vertebral. Tragué  la sensación amarga que tenía en mi boca. Las sensaciones se habían esparcido por toda mi espalda.

Es solo un mal recuerdo. Olvídalo.

Un golpe se escuchó desde la parte delantera de la fila y un quejido molesto.

- Tengan cuidado. Hay algo... raro colgando del techo- advirtió Minho.

A continuación, se escuchó otro leve golpe y algo que crujía, como si se hubieran tropezado con un objeto que estaba balanceándose de un lado a otro.

Detrás de mí, Anne se quejó impaciente con su típica voz chillona. Rodeé los ojos y solté un suspiro molesto.

- Ariana, para cuando hayas encontrado los interruptores ya nos habrán almorzado los Cranks. ¿Qué tal si los enciendes?

La última frase había sido en un tono sarcástico demasiado notable y me había irritado. Incluso, mordí mi labio para retener mis respuestas para nada amables.

- ¿Y qué tal si apagas el interruptor que tienes en la boca?- se defendió Ariana con completa astucia.

Una risita se escapó de Minho y debí suponer que Brenda le dio un pequeño golpe en el hombro para que se callara. Éste intentó reprimirla con poco éxito y siguió avanzando.
Estar en la penumbra hizo que nadie se diera cuenta de que me encontraba sonriendo más de lo habitual.

Continuamos caminando a ciegas hacia el interior del salón. Mis ojos estaban adaptándose de a poco a la oscuridad. Lo que al principio era un muro negro, luego fueron rastros de sombras y extrañas siluetas.
Había algo raro.

Otro crujido se escuchó por toda la enorme habitación.

- ¡Shuck! Que asco.

Antes de que alguien pudiera preguntar que había pasado para que Minho exclama con tanta repulsión, choqué contra algo. Duro. De forma extraña. Parecía tela.

Quedate Conmigo《Newt》 2° TEMPORADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora