Quedate Conmigo《Newt》 2° TEMPORADA

Capítulo 12: La oscura trampa.

* Narra Teresa *

Habían pasado días desde el asunto de Winston, y desde entonces, las cosas en el grupo se habían enfriado bastante.
Nadie reía, nadie hablaba mucho, no había rastros de ánimo en ninguno de nosotros. Todavía podía oír el disparo paseando en mis oídos. Y estaba segura de que no era la única a la que le sucedía.

Como decía, había poca interacción entre nosotros. Thomas era el único que hablaba y siempre repetía lo mismo.

- Ahí viene- dijo deteniéndose en seco- Ocúltense rápido.

En cuestión de segundos, el grupo se había separado y estábamos escondidos debajo de cualquier objeto que tuviéramos a la vista.

Esperamos en silencio hasta que el ruido de hélices en marcha se acercaban en el aire.
Apenas asomaba mi cabeza cuando, entre los prominentes edificios en ruinas, apareció un enorme Berg.
Era la cuarta vez en casi tres días. Lo veíamos pasar antes del mediodía y luego, durante la media tarde.

Volví a esconderme cuando Minho tiró de mí para no ser vista, pues a diferencia de los otros días, el Berg estaba pasando a menos altura que las otras veces.
Estábamos siendo buscados por C.R.U.E.L y no se rendirían hasta encontrarnos. Tal vez, pensaban aterrizar para hacer una búsqueda sobre Tierra.

- No van a bajar- negó Minho, como si hubiera escuchado lo que pensaba- Esos shanks no son capaces de enfrentar a los Cranks.

Tenía razón, pero nadie respondió. Intercambiamos miradas entre todos hasta que el ruido pareció lejano y Thomas dio la orden de que podíamos salir y continuar con nuestro camino.

Últimamente se había tomado muy a pecho lo de ser un mejor líder y estaba concentrado en cada paso, cada decisión y cada orden que daba. Sabía que era por la culpa de haber perdido a Winston, pero en realidad, él no era el responsable de eso.

Desde el día del disparo, fuimos cautelosos al adentrarnos en la ciudad. Sólo hubo un par de encuentros con Cranks. Algunos violentos y otros tensos, pero ninguno de ellos lucía con el aspecto como los Cranks de las dunas.
Esos iban más allá de la enfermedad misma.

Habíamos saqueado casi cualquier lugar donde hubieran víveres, pero lo cierto es que no habíamos conseguido mucho hasta el momento y eso comenzaba a frustrarnos. Tres días tendrían que haber sido más que suficientes para abastecernos. Sin embargo, las mochilas aún estaban a medio llenar y quién sabía cuanto tiempo íbamos a tardar en volver a encontrar comida o agua.

- Miren- señaló Anne repentinamente con el dedo-, un centro comercial.

Al principio, todos se voltearon a verla con el ceño fruncido como si no fuera el momento justo para fijarse en tal cosa.
Ella puso los ojos en blanco y bufó.

- Un centro comercial podría tener provisiones- hizo gestos obvio con las manos.

Las miradas estaban entre Thomas y Anne, esperando saber que hacer. Aunque casi todos estaban de acuerdo en entrar. Menos Thomas.

- No estoy seguro- dudó- ¿Y si hay Cranks?

Algunos desviaron la mirada hacia otro lado, como si quisieran evitar el hecho de admitir que la idea los atemorizaba bastante.

Una ola de gruñidos y alaridos vinieron desde unas calles a poca distancia.
Dos Cranks rodaban en el suelo mientras luchaban a todo pulmón y se arrancaban pedazos de piel que volaban por el aire acompañados de mucha sangre. Uno de ellos terminó por darle un golpe con una roca a su oponente, quién quedó inconsciente. Con desesperación, el ganador comenzó a comer parte de su brazo, llenándose la cara de sangre cada vez que lo mordía. Otros dos Cranks se acercaron a disfrutar del banquete, atacando sus piernas y estómago.
Nos sorprendimos cuando uno de ellos, específicamente el Crank que había sobrevivido a la pelea, levantó la vista y nos observó con curiosidad mientras seguía devorando a su... amigo.