Solté una carcajada ante ese comentario. —Por favor, Tyler, tú y tu soberbia veo que siempre estarán presentes.

—No soy soberbio, soy honesto. – dijo orgulloso de él mismo.

Ambos nos reíamos, hablábamos de aquella fiesta, recordamos buenos momentos de pequeños y también malos momentos, nos reíamos de las cosas malas por las cuales pasamos cuando nuestras madres nos regañaban  por nuestras maldades, todo era nostálgico y divertido a la vez.

Hace mucho no reíamos como lo hacemos ahora, hace mucho no recordábamos todo esto, hace mucho no teníamos esta conexión tan especial y amistosa como la tenemos en este momento.

Tyler comenzó a darme consejos para evitar a los hombres en Francia, él dice que son fastidiosos y que no quiere a ninguno cerca de mi.

—...Si uno se te acerca dile que solo te gustan las mujeres, eso funciona...

—Espera. – proferí. –¿Como sabes que funciona? – reí. Él solo se quedo callado. – ¡Maldicion! – un ataque de risa se apoderó de mi. –Tu... tu ... tu ya lo hiciste, Dios, no lo imagino, bueno si si lo imagino y es aún más gracioso.

—Puedes parar de reír, es un gran consejo y tú te ríes de eso. – manifestó molesto.

—Bien...Bien, ¿que prosigue de tus consejos? – pregunté evitando reírme.

—Si te coquetean solo los golpeas. – dijo tan serio y firme.

—¿Que tipos de consejos son estos, Tyler? – reí. – son innecesarios.

—Ahora son innecesarios pero cuando estés allá te darás cuenta de que sirven... también las recetas que te di te servirán.

—No dudes de mi arte culinario. – sonreí.

El poso su mirada en mí, una mirada tierna con una sonrisa cálida.
—Ven aquí. – Tyler me rodeó con sus brazos, yo repose mi cabeza en su hombro. —Extrañare tanto oírte reír, Sophie.

—Yo quizás extrañe tus extravagantes consejos de cómo no conquistar hombres en Francia.

—También me extrañaras a mi y lo sabes. – aseguró Tyler.

—No diré nada al res...

La voz en los megáfonos del aeropuerto interrumpieron. "Todos los vuelos retasados llegarán dentro de media hora y podrán ir a sus próximos destinos, gracias por su atención."

—Media hora. – murmuró tyler. – En media hora te vas y quizás no te veré después de años.

—Te dije que vendría de vez en cuando, Tyler.

—¿Como aseguras eso, Sophie? Después de que te vayas voy a estar con el miedo constante de que no te vuelva a ver.

—¿Dudas de mi? Te he dicho que vendré lo más que pueda.

—Nunca he dudado de ti, nunca dudaría de ti.

Tyler comenzó a jugar con mi cabello mientras que yo tenía mi mirada perdida pensando en todo.

Volvía a sentir esas ganas de querer abrazar a Tyler y nunca soltarlo aún así debía evitar todo aquel sentimiento que me ponga blanda y sensible sabía que si cedía a uno no iba a ser capaz de tomar mi vuelo.

—Quiero que me avises cuando llegues allá, quiero saber que llegaste bien. – dijo Tyler.

—Te avisare, no te preocupes.

—Más te vale, Sophie, más te vale.

<•>

« Si, Tyler, Recuerdo cuando solo teníamos 10 años de edad, tenias miedo de que tu madre te golpeara luego de la gran maldad que hicimos, yo también tenía miedo de que mi madre me golpeara, no escapamos de casa juntos y ese día llegamos a lo que ahora es nuestro lugar "el lugar de siempre", esa tarde nos prometimos el uno al otro que nunca nos abandonaríamos y que siempre permaneceríamos juntos, que nada nos iba a separar, nunca nada nos separaría.»

Mi vuelo ya había llegado y debía marcharme, Tyler no tenía palabras para decir y menos yo, solo estábamos parados en medio del aeropuerto mirándonos frente a frente.

Él tomo mi mano luego me abrazo fuertemente apegando mi cuerpo contra el suyo, yo correspondí aquel abrazo con la misma fuerza y con el mismo sentimiento que Ty.

—Prométeme que este no será nuestro último abrazo, Sophie.

—No lo será, Tyler. – sentía como un nudo se formaba en mi garganta. –Debo irme, no quiero perder el vuelo.

Tyler asintió dolido. –No te diré adiós por qué sé que volverás. – dijo él con gran dolor.

Sus labios comenzaban a acercarse poco a poco a los míos, no quitaba su mirada de mis labios, yo me hice para atrás alejándome unos centímetros, él bajo su mirada.

—Hasta pronto, Tyler. – bese la frente de Tyler para despedirme de él.

—Hasta pronto, Sophie. – dijo sin mirarme a los ojos.

Me comencé a alejar de él poco a poco lo último en separarse fueron nuestras manos. Voltee y me marché.

Please, don't. Where stories live. Discover now