capítulo 29: a casa...

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(BILL)

Intente no reírme ante la imagen que tenia frente a mis ojos: un par de padres primerizos tratando de ponerse de acuerdo con respecto a algo referente a su bebé... Bree sostenía a mi sobrino en brazos mientras Tom se peleaba con el portabebe que fungiria como silla para auto de Cort, aunque algo me decía que ni con un instructivo mi hermano podría acomodar ese artilugio en su lugar.

Nos encontrábamos fuera del hospital, acababan de dar de alta a mi sobrino y lo llevaríamos a casa..  si es que algún día el bueno para nada de mi jodido gemelo se las ingeniaba para hacer las cosas bien. Aunque, pensándolo bien, que se tardaran todo lo que desearan, eso le daría tiempo a Chris y a las abuelas del bebe de preparar la fiesta de bienvenida que deseaban para Cort... Fiesta de que ni Tom ni Bree sabían nada, fiesta que se llevaría a cabo en su casa. Por esa razón yo me había pegado como lapa a ellos, para retrasarlos en el caso de que fuesen rápidos en llegar a su casa, aunque Tom me ponía las cosas sencillas con su idiotez natural.

Mi cuñada se removía en su sitio, siendo un evidente manojo de nervios, mientras mecía con suavidad a mi sobrino.

- es para hoy, Tom-me burlé, ganándome una mirada envenenada por parte de mi gemelo.

- sostén a Cort y te ayudo-ofreció Bree y Tom negó vigorosamente con la cabeza- joder, es tu hijo, tendrás que cargarlo en algún momento...

Me reí, sin poder evitarlo.

- en algún momento-respondió mi hermano, sin mirarnos- cuando su cuerpo no se sienta de gelatina.

Mi cuñada puso mala cara, mirándome, buscando mi apoyo.

- ¿podrías cargarlo Bill?-pidió y mi risa murió en mis labios.

- yo, no...-Aubree se acercó a mi, medio sonriendo- no creo que sea una buena idea.

La chica me paso a mi sobrino y yo me quedé estático en mi sitio, sintiendo miedo hasta de respirar muy fuerte, a pesar de que me burlaba de mi hermano por su temor a cargar de manera incorrecta a Cort yo sentía un temor similar. Tragué saliva, acunando al pequeño bebé en mis brazos, mirando con ojos de suplica a su madre, quien se alejaba a supervisar el trabajo que realizaba Tom con el asiento para mi sobrino.

Gruñi entre dientes, mirando al bebé, quien dormía, para variar.

- si se dan prisa se agradecerá...-mencioné, dudando de que me hubiesen escuchado.

Uno de los de nuestro grupo de seguridad miraba la escena también, debatiéndose entre intervenir o no. El hombre, quien era una de nuestras más recientes adquiciones de acercó a mi.

- ¿se molestara su hermano si le ayudo?-me cuestionó, medio sonriendo- tengo un bebe pequeño y se como asegurar un asiento para auto.

Tomé un respiro, reacomodando a Cort en mis brazos, dándole un vistazo, él se chupeteaba una de sus manos, con los ojos cerrados, ignorando el hecho de todo el alboroto que estaba causando su primer viaje en auto.

-ayudalos... -mencione, con una sonrisa culpable en los labios-no saben lo que están haciendo-susurré y él se rió entre dientes.

Cuando el portabebes quedo flamantemente asegurado, Bree saco de mis brazos a su hijo, para acomodarlo ahí, cubriéndolo con otra manta, dando una imagen parecida a la de los burritos que se comían en México.

(BREE)

Nos detuvimos frente al portón de nuestra casa, Cort vaciaba su biberón con voracidad, siendo totalmente ajeno a todo. Fruncí el ceño cuando la voz de Tom subió de intensidad, discutiendo algo con su hermano, quien iba a su lado en el asiento del copiloto.

- ¿que pasa?-quise saber, sin entender nada.

- ¿no ves toda la gente que hay en nuestra casa?-cuestionó mi esposo, evidentemente molesto.

Miré con atención hacia el exterior cuando la camioneta se puso en movimiento de nuevo, joder, Tom tenia razón.

- eres un amargado, no entiendo porque te molestas

Mi chico aparco la camioneta frente a la puerta del garaje, a un lado del auto de la madre de los gemelos.

- como sea-gruñó Tom.

Mi esposo bajo de la camioneta y me abrió la puerta, lucia bastante molesto.

- tranquilo amor, no pasa nada-traté de calmarlo.

Me las ingenie para liberar a Cort, tomándolo en brazos y bajando de la camioneta, ayudada por mi Tom. Le sonreí ampliamente y a él no le quedo mas que responder a mi gesto. Caminamos hacia la casa, seguidos de cerca por Bill.

Tom abrió la puerta de la casa y fuimos recibidos por un coro de "bienvenido a casa Cort"... El menos entusiasmado fue mi bebe, quien comenzó a llorar, asustado, sin lugar a dudas.

- joder-masculló Tom, a mi lado- ¿podrían hacer menos ruido?

Escuche algunas expresiones de disculpa por parte del nutrido grupo de personas que se congregaban ahí: los chicos de la banda, los padres de los gemelos, mis padres, Chris y Gisel, el representante de la banda, Andy... Y Elisa. Masculle una maldición entre dientes, concediendole una mirada ensenada a Tom.

Ashes of heavenWhere stories live. Discover now