capítulo 10: en casa.

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Bree

- ¿Seguro que no estas cansado?-cuestioné a Tom y él negó con la cabeza.

Acaricie su mejilla, delineando el contorno de su mandíbula, su Barba de varios días me picó.

-Espero que te guste con barba también-murmuró él y yo regrese la mirada a sus ojos-porqué creo que no voy a poder afeitarme en un tiempo...

Se había fracturado el antebrazo derecho, por lo que la cantidad de cosas que podía hacer con la mano izquierda eran limitadas.

Sonreí y me encogi de hombros, yo lo amaba como fuese.

-pareces un chico malo con esa barba-le bese la mejilla y lo sentí sonreír,

También tenía que acostumbrarme a que no llevará las trenzas... me separé de él y toqué su cabello, era muy suave, extremadamente largo, sujeto en un moño desordenado sobre su cabeza y daba la impresión de ser ondulado gracias a todo el tiempo que se mantuvo arreglado en trenzas.

-No parezco, soy...-alce una ceja y él sonrió hasta que sus ojos se achinaron-pensé que nunca iba a salir del jodido hospital...

Me encogi de hombros y me senté en el centro de nuestra cama, abrazando mis piernas y recostado mi barbilla en mi rodilla, mirandolo con atención. Él se encontraba recostado y listo para dormir, usando la parte baja del pijamas, con el torso desnudo, dejando a la vista las vendas que apretaban sus costillas y su pálida piel por los días bajo techo, además de que estaba más delgado.

Yo dormiria a su lado... en un colchón inflable que Chris me había ayudado a colocar ahí, no quería lastimarlo accidentalmente.

-pero aquí estas-él asintió suavemente- ¿te duele?-cuestioné, mientras señalaba la herida cicatrizando en su costado izquierdo.

Lo habían intervenido quirúrgicamente para parar los derrames internos y tendría una cicatriz de unos 15 cm de longitud como recuerdo del accidente que casi le había costado la vida.

-No, no me duele-respondió y regrese mi atención a su rostro-pero las costillas...-fruncio la nariz-Esa es una historia diferente

Suspiré y los maullidos de la gata de Gisel me impidieron responder algo, Tom arrugo el ceño, mirándome, a la obvia espera de una explicación.

-Tenemos una mascota-le sonreí pero él no correspondió mi gesto, alzando una ceja- ¿que?

- ¿un gato?-cuestionó, alzando más su ceja- ¿enserio? Sabes que no los soporto.

Solté una bocanada de aire, Joder.

-Es de Gisel...-Tom entrecerro los ojos-es un amor, se llama Maka

Tom

Bree estaba sonrojada y yo me di cuenta de que nunca la había valorado como ella se lo merecía, Siempre había estado seguro de que la tendría conmigo siempre y... de pronto estuve a punto de morir y mi pequeño, estúpido y egocéntrico mundo se había sacudido desde sus raíces.

Me sentía cansado, pero no quería dejar de mirarla, joder, era tan hermosa...

- ¿te sientes diferente?-la cuestioné y ella medio sonrió de lado-ya sabes, nuestro bebé.

No pude evitar sonreír como un estúpido cuando ella se miró el delgado vientre, para acariciarselo por encima de su pijama.

-No realmente-respondió ella-solamente las náuseas y los antojos...-sus ojos oscuros se abrieron grandes- ¿sabías que amo el pastel de chocolate con Chile en polvo?

Arrugue la nariz, eso no se escuchaba pero nada de apetecible...

Bill

- ¿enserio mamá?-sonreí ampliamente, ante la mirada interrogante de Georg y Gustav-es maravilloso...

En palabras de mamá, Tom había sido dado de alta del hospital, cosa que me hacía sentir inmensamente feliz.

Nosotros, por nuestra parte, nos encontrábamos en Los Ángeles para una entrevista para hablar sobre nuestro disco y la gira pospuesta por el accidente de mi hermano, era nuestra primera aparición pública desde el accidente y me sentía ansioso, en América no había sido tan sonado el percance de Tom pero con toda seguridad nos harían preguntas al respecto.

-Si, ¿no es maravilloso?-cuestionó mamá, con un tono de voz feliz-¿aun no salen a su entrevista?

Una chica del staff entró al camerino en el que nos encontrábamos, anunciando que saldríamos a escena en un par de minutos.

-Si, lo es-convine-y ya vamos a salir.

-Bien, suerte hijo.

Me puse de pie y me acomode la chaqueta de cuero en un espejo de cuerpo entero que se encontraba en la pared.

-Cuando terminemos te llamo-mire la hora en el reloj de pared, sería tardísimo cuando terminaramos-o cuando sea una hora decente en Alemania.

-Perfecto, te amo hijo.

Dicho lo último, termine la llamada, puse mi celular en vibrador y lo metí en uno de los bolsillos de mi pantalon de estampado escocés.

-Tom esta fuera del hospital-les anuncie a los chicos y ambos sonrieron-y por favor, ¡practiquen más el inglés y respondan preguntas también!-les gruñi, Gustav hizo muecas-siempre me abandonan en las entrevistas...

La chica del staff regreso para escoltarnos hacia el estudio. Mordi la cara interna mi labio inferior, era raro salir como Tokio Hotel sin mi gemelo y no pude evitar preguntarme por un aterrador instante que habría sido de la banda si Tom realmente hubiera muerto.

La chica nos condujo hasta una entrada y escuche como el conductor del programa hablaba de nuestro más reciente disco, para presentarnos. Dibuje una sonrisa enorme al escuchar como la gente gritaba de la emoción al vernos.

Saludamos al conductor y nos acomodamos en mullidos sofás, preparándonos para el show.

Ashes of heavenWhere stories live. Discover now