capitulo 25: sorpresas de madrugada

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(TOM)

No abrí los ojos a pesar de haber despertado, sintiendo como Bree se removía en su lado de la cama.

- ¿no puedes dormir?-la cuestioné, en medio de un murmullo.

Las noches de insomnio de mi esposa se volvían mas recurrentes conforme aumentaba de peso y se volvía más grande, no encontraba posiciones cómodas para dormir y un montón de almohadas se habían convertido en nuestras compañeras de alcoba.

-no...-ella susurro-no se que me pasa..

Algo en el tono bajo de Bree me obligó a abrir los ojos y a sentarme, para encender la lámpara de la mesita de noche, mirando el reloj, dándome cuenta que eran las 5 AM. Busqué con la mirada a mi chica, Aubree se encontraba hecha un ovillo, de espaldas a mi.

Fruncí el ceño y le toqué que hombro con cuidado, a lo que ella respondió quejándose en voz baja.

- ¿te duele algo?-quise saber, sintiéndome preocupado- ¿Bree?

Bree gimió, alterandome los nervios. Me froté los ojos para terminar de despertar, aparté las sábanas que me cubrían y me puse de pie de la cama, rodeando la misma y deteniéndome frente a mi esposa.

- tengo mucho dolor...-Bree susurró, sin abrir los ojos- no quise despertarte

Chasque la lengua, mi chica lucia pálida y era obvio que algo no estaba bien.

-mi amor, no puedes aguantar el dolor tu sola-le murmuré a modo de reprimenda, apartando un poco un par de mechones de cabello que se escapan de la trenza que se tejía para dormir- ¿que te duele?

Bree se descubrió el cuerpo y señaló un punto vago bajo la redondez de su vientre.

-ahí...

Tome una bocanada de aire, no era experto en embarazos pero algo me decía que no tenia porque dolerle ahi ni en ninguna parte. Maldije entre dientes, deseando por primera y única vez que mi suegra no hubiese viajado a Dinamarca justo en esos días...

-levantate, vamos al medico-indiqué, buscando con la mirada un jersey para ella y unos pantalones para mi- ¿Bree?

Bree no se había movido ni un milímetro de su sitio, mierda.

-no creo que me pueda mover...-susurró.

Sentí como el pulso se me aceleraba y el corazón comenzaba a latir con fuerza en mi interior. Camine hasta el armario, tomé unos pantalones de chándal y un jersey para mi, además de tomar un jersey para ella, regresando a mi sitio a su lado de la cama.

-anda amor, necesitas sentarte... Te ayudo-tomé su mano e intenté sentarla con cuidado, a lo que ella soltó una palabrota.

¿había llegado el momento de que la bebé naciera? ¡aun le faltaban dos meses dentro de la barriga de Bree! Ni siquiera sabíamos como se iba a llamar... Tenia que llamar a una ambulancia. Tome mi teléfono celular, me temblaban las manos con fuerza y maldije mi torpeza cuando casi resbala entre mis dedos, marcando el numero del hospital en el que Bree llevaba su control, tratando de ser paciente cuando tardaron mas de la cuenta en responder.

-necesito una ambulancia para mi esposa, Aubree Kaulitz-solté apenas alguien levanto el teléfono, sin darles tiempo de decir nada.

- Aubree Kaulitz...-repitió la mujer que me respondió- no tengo ninguna Aubree Kaulitz en los registros...

Invoqué a la paciencia que no sentía, mirando con preocupación a mi chica.

- ¿Aubree McLaren?-probé de Nueva cuenta.

Esperé unos instantes que me parecieron eternos.

- ¿podría indicarme su dirección para corroborar con los datos que tengo registrados?

Le di nuestra dirección, sintiéndome cada vez más impaciente y mas preocupado. Terminé la llamada y me dediqué a esperar, sentándome al lado de Bree, tomando su mano y frotandola con cuidado, sin saber que hacer...

-llamé a una ambulancia-le susurré- ¿como te sientes?

-mal-murmuró-si aun no es el momento y siento que me muero no quiero imaginar cuando de a luz.

...

- ¿por que no me habías llamado?-alcé la mirada de mis pies, para encontrarme con la atenta mirada de Bill, quien se dejó caer en una silla a mi lado, en la sala de espera- ¿que noticias tenemos?

Negué con la cabeza, me sentía perdido y confundido y necesitado de un cigarrillo. Se había adelantado el parto y esos dolores insoportables que sentía mi esposa eran nada mas y nada menos que contracciones, el doctor me había explicado que de no detenerse las jodidas contracciones quizás sería padre antes de que terminara el día... Aunque también había sido claro en cuanto a las condiciones que podría tener mi hija por nacer antes de tiempo, sus pulmones aun estarían inmaduros y tendría que permanecer un tiempo dentro de una incubadora.

-ninguna aún-respondí, suspirando, con la preocupación tan a flor de pie que sentía que me pondría a llorar de un momento a otro- siento que me estoy muriendo de la desesperación Bill, no se que hacer o que pensar...-dudé- ¿y si algo se jode?

Mi hermano chasco la lengua y sentí su mano en mi hombro.

-todo estará bien-asentí, tragando saliva- no pienses idioteces y... Ahí viene un médico.

Me puse de pie lo mas rápido que pude.

- señor Kaulitz-asentí, cruzándome de brazos, a la espera- no pudimos hacer que se detuvieran las contracciones...-tragué saliva, sintiendo la boca tan seca como una extensión de desierto- vamos a preparar todo para recibir al bebé...

Asentí de manera mecánica, sin caer todavía en la realidad de lo que me acababa de decir el hombre.

- ¿puedo entrar con ella?-cuestione, en un murmullo.

El médico asintió con la cabeza.

-claro, sigame

Ashes of heavenNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ