Dieciséis (✔️)

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Cita con Sam

Peyton

Tengo la saliva de Sydney en mi boca.

Ugh.

Lo odio.

Lo detesto.

Lo mataría una y mil veces.

¿Cómo se le ocurrió aquella maquiavélica humillación?

De todas formas asumo que mi hermano tiene algo que ver en todo esto.

Es un plan tan típico de Asher.

¿Acaso ese idiota esta loco por joderme o qué?

Lo peor de todo es que una maldita broma de mal gusto robo mi primer beso.

Pero ya qué.

Puedo vivir con esto.

O al menos eso espero.

Observe mi reloj e inmediatamente negué con la cabeza ya que el tiempo pasó volando y para mi mala suerte había anochecido.

Eran las ocho y me he mantenido escondida en la caseta abandonada del guardia de seguridad.

Vi como mi hermano se fue hace ya veinticinco minutos junto con su nuevo mejor amigo, Sydney y el otro tipo rubio con él que vino pero no me sentiré del todo tranquila hasta que haya pasado con exactitud media hora.

―Ellos ya se fueron, ―murmuró una voz algo conocida logrando que casi me diera un ataque al corazón.

Volteé para encontrarme con un par de profundos ojos azules oscuros junto con un rostro casi por completo, inexpresivo.

Samuel Black.

El nuevo ligue o lo que sea de mi hermano mayor.

― ¿Cómo me encontraste? ― pregunté de inmediato.

Él por su lado, me observó con detenimiento antes de hablar.

―La ventana, estaba al costado de ella cuando te vi corriendo hacia este lugar, ―comentó mientras abría la puerta de la abandonada fachada y entraba para acompañarme.

―Asumo que no le dijiste nada a Asher, ¿no es así?

Sam evito de inmediato el contacto visual conmigo.

Sospechoso.

― ¿Por qué tendría que hablar con Asher? ―se preguntó pensando más en sí mismo que intentando darme alguna explicación a mí.

―Porque te gusta mi hermano, ― respondí con naturalidad, además, ¿a quién no le gustaría? ―Puede ser algo alocado pero es una excelente persona y ¿quién sabe? Tal vez necesite de tu tranquilidad para lograr calmarse un poco, ―aseguré viéndolo por el rabillo del ojo.

―No me gusta, ―lo escuché decir a duras penas.

Evité rodar los ojos ya que lo que menos quería era ganarme una pelea con este chico.

―Claro y yo me voy a casar con el imbécil de Syndey, ―indiqué sarcásticamente.

Mi comentario lo divirtió puesto que lo noté esconder una linda sonrisa con sus manos.

―Dudo que el guitarrista tenga algún problema con ese hecho, ―aseguró el castaño mientras me daba una larga mirada inundada de malicia.

Bufé.

Al parecer él no era tan santo como parecía y de seguro eso sería algo que a Ash le encantaría saber.

―No es mi tipo y jamás lo será, ni siquiera lo soportaría lo suficiente como para llevarlo al baile de graduación y créeme que soy la única en mi clase que no tiene pareja, ―comenté recordando que Ash me prometió que confeccionaría un vestido para tal importante evento.

Diferencias AbrumadorasWhere stories live. Discover now