Depredador Sexual. [ChanHun/ SeYeol]

Besos Calientes. (1/3)

―Aish, ¿ves? Te lo dije, JongIn. ChanYeol ha cambiado mucho por SeHun. ―Susurró Nana con su oído en la puerta de la habitación de su hermano y Yeol.-

JongIn se retiró de la puerta de la habitación y bajó a la cocina para así buscar una cerveza.

―Sabes que no puedes seguir así, Kai. Tienes que superarlo... -Musitó con tristeza antes de agarrar la cerveza y suspirar-. JongIn... por favor.

― ¡Lo amo, Nana! Y fui un idiota al dejarlo ir. Me lo dejé quitar. –Sollozó antes de sentarse en el suelo y dejar escapar gruesas lágrimas-.

―Levántate, JongIn. –Musitó afligida mientras ayudaba al moreno a colocarse de pie-. Te llevaré a casa, andando.

El moreno se levantó a rastras y caminó hacia su auto para luego apoyar su frente en la ventana y suspirar suavemente. ― Sé que estarás bien con Yeol, SeHun.

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El menor arrugó su entrecejo y cubrió su rostro con el cuerpo del mayor mientras se acurrucaba en su fuerte abdomen.

Permaneció unos instantes así, respirando sobre su cuello para luego levantarse sobresaltado y mirar el reloj de su nochero.

Le había cogido tarde. Se levantó rápidamente y movió a ChanYeol.

―Yeol, despierta. Es tarde, debes ir a trabajar. –Dijo moviéndole rápidamente y al ver que no despertaba inhaló profundo-.

―¡Yeol! ¡El bebé! –Gritó para luego ver como el más alto se levantaba rápidamente y tomaba las cosas del bebé algo torpe por el sueño.-

SeHun estalló en risas y Yeol le miró confundido para luego suspirar y dejar las cosas en su lugar. El menor se acercó y enredó sus brazos en la cintura del castaño.

―Ve a ducharte, es tarde y no creo que quieras llegar tarde.

ChanYeol besó sus labios antes de caminar hacia la ducha mientras el menor arreglaba la cama y bajaba a la cocina para preparar el desayuno.

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―Nana, ¿en verdad me veo bonito? –Inquirió el menor mirándose en el espejo de la habitación mientras revolvía sus ahora cabellos monos.-

―Sí, HunHun. Te queda hermoso, ahg, soy la puta ley. –Comentó la mayor con aires de superioridad antes de quejarse y acariciar su brazo.- ¡Yah!

SeHun levantó sus hombros divertido y tomó la mano de su hermana. ―Te voy a extrañar tanto, Nana. Te estaré avisando acerca de la cesárea.

Jin Ah asintió sorbiéndose los mocos antes de abrazarlo con fuerza. ―Mi bebé pequeño, si necesitas algo no dudes en decirlo y vendré. Aún no me creo que vaya a ser tía.

Soltó un suspiró antes de tomar su maleta comenzar a caminar hacia la entrada de la casa para dejarla ahí y luego sentarse en el sofá esperando a ChanYeol.

Observó a su hermano sentarse y pasó una de sus manos por aquel abultado vientre. ― Nuestro pequeñito a crecido mucho, ¿no?. Ya quiero cargarte y llenarte de regalos.

Se agachó a la altura del vientre del menor y lo besó con cuidado antes de escuchar un leve carraspeo detrás.

― ¿Estás lista, Nana? –Inquirió el castaño acercándose para saludar a su pareja y quedar estático por unos segundos.- ¿Q-qué le pasó a tu cabello?

― Me lo tinturé, ¿por qué? ¿No te gusta? –Preguntó el menor inflando sus mejillas para ver a su pareja negar rápidamente.-

―No. No es eso, sino que te vez... tan...-Susurró mordiéndose los labios para luego mover su cabeza hacia los lados.- Andando, Nana.

Le apuró tomando la maleta de su ex compañera. ―Cuando vuelva hablamos, SeHun.

El menor asintió lentamente para luego abrazar a su hermana por última vez y besar su mejilla. ―Avísame cuando llegues, quiero saber que estás bien. No me hagas preocupar mucho.

La alta sonrió con cariño antes de despeinar sus cabellos monos y alejarse con Yeol, sino perdería su vuelo. ―Te amo, HunHun-ah.

Dicho esto le lanzó un beso y salió de la casa esperando ser seguida por el alto quien se acercó rápidamente a su pequeño copito y le abrazó por la cintura con una sonrisa ladina.

SeHun apoyó sus manos en el abdomen del mayor y sonrió entre el pequeño abismo entre sus labios. Cerró sus ojos y sintió la humedad y la calidez de los labios de Yeol acariciando los suyos con parsimonia.

Dejó escapar un gemido débil al sentir la punta de su lengua recorrer su labio inferior para luego ser atrapado por aquella dentadura perfecta y succionado por sus dulces labios.

Carraspeó un poco al separarse y le miró con las mejillas teñidas de rosa. ―Vete o Nana perderá su vuelo.

El alto volvió a besarle pero de manera corta y se separó para ir detrás de la hermana del menor, no sin antes detenerse en el marco de la puerta y sonreír ladino. ― Prepárate, Hun.

Dicho esto salió cerrando la puerta dejando a un SeHun sonrojado hasta las orejas y con sus manos en sus labios.

Algunas cosas nunca cambian, como los besos calientes de Yeol.