Capítulo 42.

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Último maratón -> 3/4

***

Camila volvió a detallar la fecha en su móvil. Aquel día era su última sesión del tratamiento de la radioterapia. Le parecía casi irreal que hubiera llegado hasta allí, luego de que todo pasara tan rápido en un inicio, la cirugía y finalmente meses de radioterapia.

Nunca pensó estar preparada para nada de ello. Aún podía sentir el dolor tan visceral de todas aquellas noches que pasó llorando por lo injusto de la situación y el miedo que vivía día a día sin saber si a la mañana siguiente encontraría las fuerzas para levantarse o sencillamente despertar.

Ahora que todo aquel dolor y desesperación se habían transformado, lentamente, en una de las enseñanzas más poderosas de su vida, Camila caminó por el ala de oncología de la clínica deseando no volver nunca más allí.

- Buenos días Camila. – Le sonrió el radioterapeuta.

- Hola Alex. – Sonrió.

- Vamos a terminar con esto rápido... Y espero no volver a verte por aquí luego de que tengas la consulta con la Dra. Brooke.

Sonriendo levemente la morena afirmó con la cabeza en silencio para luego entrar a cambiarse de ropa para comenzar el tratamiento aquella mañana.

¿Qué era lo que pensaba mientras estaba allí? En todas las cosas que amaba vivir cada día y en las que anhelaba para el futuro.

Siempre había sido una soñadora, quizás demasiado. De pequeña se sumergía en sus sueños mientras detallaba cómo sus padres trabajaban arduamente luego de que tuvieran que dejar primero Cuba y luego México.

Había soñado con un futuro como una mujer independiente, capaz de lograr todo en base a sus propias habilidades y fuerzas. Por eso mismo cuando había terminado la facultad ya se había encontrado con una Camila queriendo comerse el mundo y gracias a ello poder ayudar a quienes más los necesitaran.

Sin embargo, no podía negarse que también anhelaba poder compartir muchas cosas de su vida con alguien quien fuera especial para ella. No fue mucha sorpresa para ella pasados sus quince años notar que realmente sentía una total atracción por las chicas, no fue ello que le paró seguir imaginando que en algún momento conocería a la persona quien se quedara a su lado pese a todo y que le hiciera sentirse amada, comprendida, protegida, deseada y todo ello por un tiempo duradero.

¿Era aquella persona Lauren? Por supuesto que sí. Sus piernas temblaban sólo de imaginarse entre sus brazos y sentir sus labios. Sus ojos se podían agolpar de lágrimas de emoción al confesar cuánto la ojiverde le había cuidado todo aquel tiempo y su corazón se le podía salir del pecho afirmando que ambas estaban enamoradas.

- Sería todo por hoy... Y esperemos que para siempre. – Dijo Alex al entrar a la misma habitación.

- No me lo puedo creer... No quiero ilusionarme, pero yo también lo espero...

Sin poder contenerse un par de lágrimas rodaron por su mejilla. No fue un llanto doloroso, ni desesperado, incluso podía sentir un poco de alivio en él. Finalmente, Camila pudo identificar que ya había aceptado el cáncer.

...

Lauren miró con terror a Camila luego de que Alejandro le pasara en las manos un taco con ají y extra picante que debía comerse como ritual para ser aceptada dentro del clan de los Cabellos. Su nerviosismo fue reforzado por las fuertes risa de Sinu y Rosa, la tía de Camila, quien luego de todo aquello le pasó una botella de tequila a su esposo Manuel.

Mi mejor medicina. (CAMREN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora