Capítulo 37.

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- ¡Lauren! – Gritó agitado Nathan entrando por la puerta de la consulta.

- Pensé que ya no vendrías. – Dijo con algo de malhumor al notar el retraso del pelirrojo.

- Yo... Yo... - Murmuró.

Detallando las mejillas sonrojadas de su mejor amigo y la falta de aliento la ojiverde se acercó hasta el chico para mirarlo intentando descifrar qué pasaba precisamente con el cirujano.

- Estuve hace unos momentos con Dinah... Y... Y ella me ha dicho que está embarazada. – Tartamudeó Nathan.

Lauren apretó la mandíbula al sentirse algo fuera de lugar al caer en cuenta que ella había sabido de la noticia antes que el propio pelirrojo. Agradeció mentalmente haberse mantenido en silencio al sospechar que la ginecóloga aún no había hablado con Nathan junto a que Camila le suplicara que mantuviera el asunto sin discutirlo con el cirujano frente a la sospecha que tenían de que Dinah aún no deseaba hablar de aquello con el pelirrojo.

- Pero ella... ¿No estaba con Will? – Dijo intentando mantener la calma.

- Le ha dejado hace unas semanas. – Explicó. – Dinah... Dinah cree que el bebé es mío.

Mirando de forma directa a los ojos marrones de Nathan su mente se mantuvo en silencio intentando descifrar la expresión del rostro de su mejor amigo.

- ¿Es tuyo? – Murmuró pesadamente la ojiverde.

- Podría serlo... - Dudó.

- Si ella dice que es tuyo no debería estar mintiendo. – Apuntó.

- Sé que no nos cuidamos, pero qué pasaría si...

- ¿Crees que Dinah está intentando cargarte un hijo que piensas que no es tuyo? – Dijo con enfado.

- ¡No es lo que he dicho! – Murmuró perturbado.

- ¡Es lo que parece! – Respondió de mala forma.

- ¿Por qué estás tan enfadada? Joder es normal que dude un poco... Al final de cuenta ella estaba con Will también.

Frunció el ceño intentando calmarse frente a la actitud del pelirrojo y a la vez lograr entender por qué estaba tan enfadada en aquel momento.

- Si Dinah te ha dicho que cree que es tuyo pues no deberías dudar de su palabra... - Repitió Lauren.

Nathan se pasó ambas manos por el rostro haciendo que un incómodo silencio se interpusiera entre ambos cirujanos.

- Debería... Pero ya sabes que yo no quiero ser un hombre casado y con hijos... ¡No es lo que yo quería! – Dijo el pelirrojo.

Lauren no lo soportó más y llevada por sus incontrolables sentimientos se abalanzó contra Nathan y le golpeó en la mandíbula tan fuerte que dejó al pelirrojo en el piso quejándose de dolor y ella controlando una mueca en su rostro por el dolor que ahora sentía en su mano derecha.

- ¡No tienes ni puta idea de nada Nathan! – Gritó enfadada. - ¿Cuándo dejarás de ser un idiota que cree que la vida es sólo para pasársela bien?

Aún con una mano en el rostro Nathan miró perplejo a Lauren quien ahora había comenzado a dar vueltas por la consulta intentando no seguir gritando.

- Si el bebé resulta ser tuyo tendrás que hacerte responsable... Lo quieras o no. – Dijo con la mirada perdida en el vacío.

Nathan se levantó del piso aún sin poder quitar sus ojos en dirección de Lauren quien ahora intentaba controlar su agitada respiración.

Mi mejor medicina. (CAMREN)Where stories live. Discover now