Capítulo 29.

30.6K 2K 523
                                    


Alejandro observaba con preocupación cómo Camila se mantenía con el rostro oculto entre ambas manos apoyada contra la encimera de la cocina donde Sinu terminaba de preparar el desayuno. Había sido incluso una lucha que la hija de los Cabello accediera a comer algo luego de pasarse casi toda la noche llorando entre los brazos de su padre.

- Luego de la cirugía te quedarás aquí con nosotros. – Apuntó la mujer de cabellos cortos.

- Mamá... De verdad preferiría quedarme en mi piso. – Murmuró Camila casi sin voz.

- Claro que no, ¿Quién cuidaría de ti? No seas terca Karla Camila. – Respondió Sinu.

Apretando la mandíbula Alejandro le dirigió una mirada a su esposa quien pareció entender que no debía pelear con su hija durante aquella mañana.

Ya mucho tenían todos allí al haber recibido la noticia del cáncer de Camila. Lo peor había sido que Alejandro percibía cómo su hija se encontraba en una etapa de negación frente a lo que estaba ocurriendo.

- Hoy mismo tendré una consulta con el Dr. Kross para ponerle fecha a la cirugía y así coordinar con la Dra. Brooke el comienzo de la radioterapia. – Anunció la morena.

Detallando con sus ojos oscuros el hombre se preguntó qué estaría ocurriendo en la mente de Camila, ahora mismo lo único que podía obtener era la visión de los ojos rojos e hinchados de su hija quien incluso había gritado entre sus brazos al querer negarse mil veces lo que los médicos le habían dicho... Cáncer.

- Iremos contigo. – Dijo Sinu.

- No mamá... Quiero ir sola, por favor. – Apuntó cansada la pediatra.

- Pero por qué...

- Sinu, mi amor debemos respetar lo que desea nuestra hija. – Resonó la voz de Alejandro.

Su esposa le miró sorprendida mientras Camila le dirigía una casi imperceptible sonrisa a su padre.

- Ayudaremos y apoyaremos a Camila en la medida que ella lo quiera, pero no podemos olvidar que ella ya es una mujer y que también tiene su independencia... Sin embargo hija. – Apuntó el hombre. – No creas que aceptaremos no ser parte de todo esto, es ahora cuando más nos necesitas y estaremos allí.

La pediatra se acercó para abrazarse suavemente contra el cuerpo de su padre y Alejandro le dejó un par de besos en la frente igual como lo hacía cuando Camila era una pequeña.

- Te quiero mucho, todo saldrá bien, ¿Vale? – Murmuró.

- Gracias papá... - Susurró.

...

Lauren enfocó lentamente sus ojos en la bajada del suero por donde pasaba la solución salina tibia que estaba ayudándole a que su cuerpo volviera a una temperatura normal. Sentía un dolor lancinante detrás de la oreja y no logró mover el brazo derecho donde tenía un gran vendaje en la zona del codo.

- Qué pasó... - Susurró para luego encontrarse con la imagen de Nathan cruzado de brazo observándola a los pies de la camilla de aquel pequeño box de urgencias.

- Estoy feliz de que por fin hayas despertado, pero estoy furioso contigo. – Dijo el pelirrojo.

Sintiendo que la cabeza estaba por explotarle, y un frío que hacía mucho que no había sentido desde que había vuelto a vivir en Miami, Lauren cerró los párpados intentando recordar qué había ocurrido la noche anterior.

Mi mejor medicina. (CAMREN)Where stories live. Discover now