Capítulo 35.

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- Aquí está lo que me has pedido. – Dijo Clara sonriendo.

Sus ojos esmeraldas detallaron el elefante de peluche que su madre le extendía con ambas manos haciendo casi de forma automática que una amplia sonrisa se dibujara en su rostro al saber que podría darle un pequeño detalle a su novia luego de pasar un mal rato por los efectos secundarios de la radioterapia.

- ¿Cómo está Camila? – Preguntó con real interés Clara.

- Mejor, nos podremos ir luego de que le pase toda la solución salina y los medicamentos para evitar los vómitos. – Murmuró Lauren bostezando levemente.

- Te ves agotada...

- Lo estoy, pero prometí cuidar de ella. – Sonrió levemente.

- Sólo espero que todo salga bien.

Lauren detalló el rostro de su madre. Admiraba encontrar algunas arrugas en los bordes de los ojos de la mujer, recuerdos de que los años habían pasado y que aquella mujer seguía siendo la fuerte madre que había conseguido sobrellevar la muerte de uno de sus hijos y un divorcio por el bien de sus hijas.

- Me llevaré a Camila para que estos días al menos Sam esté con ella. – Apuntó la ojiverde.

- Me parece bien, les iré a visitar alguno de estos días.

- A ella le gustan los donuts de frambuesa.

Una pequeña risa escapó de la boca de Lauren observando cómo Clara negaba con la cabeza al mismo tiempo que Sinu conversaba de forma preocupada con Alejandro un poco apartados de ellas.

- ¿Por qué Camila no quiere quedarse con sus padres? – Preguntó curiosa la mujer.

- Ella es muy independiente, sólo es recordar que pasó los últimos 3 años fuera del país ayudando de una forma maravillosa a todos aquellos pequeños en Uganda. – Murmuró Lauren. – Su madre le ahoga un poco, pero les quiere mucho.

Ambas se mantuvieron en silencio viendo cómo finalmente Alejandro abrazaba de forma conciliadora a Sinu quien parecía bastante preocupada.

La ojiverde se sintió algo incómoda al imaginar que quizás los padres de su novia pensaran que de forma egoísta ella no quería que Camila estuviera con ellos. Sin embargo ambas ya habían hablado sobre aquello y la pediatra se había mostrado implacable en su decisión de quedarse ésta vez junto a Lauren en su casa cerca de la playa y un poco alejada de la ciudad.

- Cuando Camila termine la radioterapia me la llevaré de viaje. – Dijo mirando a su madre.

- ¿Dónde? – Enarcó las cejas con curiosidad.

- Cuba.

- Pero si tú no sabes hablar español... - Acusó.

- ¡Estoy aprendiendo!... Bueno... Hace unas semanas tiré los textos de estudios a la papelera, pero puedo comprar unos nuevos.

Se encogió de hombros mientras su madre le acariciaba de una forma cariñosa una de sus mejillas para luego pellizcarle.

- Me encanta verte así... Feliz. – Murmuró la mujer de cabellos castaños.

- Nunca pensé que podría sentirme así aún en una situación tan difícil... El cáncer de Camila... Me trae tantos recuerdos.

Una gran cantidad de imágenes de su niñez junto a Chris se agolparon en su mente haciéndole sonreír nostálgicamente. 

Mi mejor medicina. (CAMREN)Where stories live. Discover now