Capítulo 30.

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Maratón -> 1/4

***

Lauren sintió cómo su mano volvía a estar fría luego de que Camila la soltara para irse corriendo y terminar abrazada contra el alto chico que ahora hacía girar en brazos a la pediatra. Su respiración se hizo pesada al observar cómo su novia no dejaba de reír ahora acariciando el rostro del pelinegro.

Sin querer interrumpir la escena, pero llevada por la curiosidad, la cirujana se acercó para poder oír la conversación entre Camila y Shawn.

- Pensé que te quedarías por lo menos algunos meses más en Uganda antes de volver aquí. – Apuntó sorprendida la pediatra.

- Bueno ya ves, he tenido una buena razón para venir antes... Mi padre me ha contado lo de... Ya sabes...

- Cáncer... Es cáncer. – Frunció el ceño.

Con sus ojos esmeraldas detalló la tristeza que se asentaba en el rostro de Shawn. Pero aun apretando la mandíbula Lauren se preguntó quién era precisamente aquel pelinegro y por qué su novia estaba tan feliz de verle, tanto que ella misma se sentía desplazada a un lado e ignorada.

- Camila mi madre nos está esperando... - Dijo la ojiverde casi tímidamente.

Shawn le miró enarcando las cejas y estudiándole rápidamente con aquellos ojos marrones miel.

- Oh... Lauren... No creo que pueda ir con vosotros. – Hizo una mueca.

Dejando su rostro rígido y sin decir más palabras la ojiverde afirmó en silencio sin dejar de mirar a Shawn el cual le extendió una mano en forma de saludo.

- Soy Shawn Mendes, médico de urgencias... Camila y yo estuvimos juntos trabajando en Uganda todo este tiempo. – Explicó con una amplia sonrisa en el rostro.

- Un gusto Shawn... Soy Lauren Jauregui, cirugía plástica. – Sonrió de lado.

La cirujana pudo detallar el rostro sorprendido por parte de Shawn quien luego le sonrió levemente.

- Seguro Camila te ha hablado mucho de mí, somos amigos desde la facultad...

Lauren se mantuvo en silencio observando cómo la pediatra pestañeaba nerviosamente bajo sus atentos ojos esmeraldas.

- Os dejaré ponerse al día... Un gusto Shawn, me alegro que tuvieras un buen viaje... - Sonrió falsamente.

...

- ¿Hasta cuándo te quedarás aquí en Miami? – Preguntó Camila antes de llevarse el vaso de agua a sus labios.

- Pues hasta que te den el alta médica. – Dijo tranquilamente el chico.

- Shawn...

Dejó escapar un leve suspiro mientras el pelinegro seguía disfrutando casi llorando de felicidad el plato de carne y verduras que estaba comiendo. Camila se preguntó cómo era posible que Shawn hubiera vuelto a Miami sólo debido a que ella ahora tenía cáncer.

- Serán sólo unos meses, además me hará bien volver a estar con mis padres por un tiempo. – Apuntó.

- No puedo permitir que dejes tu trabajo en Uganda para quedarte aquí...

- Vamos, serán como unas vacaciones. – Le guiñó un ojo.

Camila había conocido Shawn durante el primer año en la facultad de Medicina. El pelinegro había nacido y crecido en la sociedad de alto poder económico de Miami debido a que Manuel Mendes, el padre del chico, siempre había sido uno de los mejores médicos radiólogos del estado. Fue toda una sorpresa que el único hijo del hombre decidiera irse con Médicos sin fronteras a Uganda luego de terminar su residencia como médico de urgencias y no seguir la tradición de su familia.

Mi mejor medicina. (CAMREN)Where stories live. Discover now