Capítulo 38.

29.5K 2K 273
                                    


3 semanas después.

- Algún día despertarás y todo habrá sido sólo un mal sueño mi amor...

Luego de susurrar aquellas palabras contra el oído izquierdo de Camila con sus ojos esmeraldas se mantuvo observando el sereno rostro de su novia quien aquella tarde de domingo había decidido tomar una pequeña siesta en el sofá del jardín acompañada por Sam que también estaba en un profundo sueño.

- Vaya par. – Sonrió divertida detallando al Golden retriever mantener su cabeza apoyada sobre las piernas de Camila.

Jugando con sus pies contra el césped del jardín, y sintiendo la agradable brisa marina, Lauren extendió una de sus manos para acariciar uno de los hombros de su novia quien gruñó levemente por el movimiento.

- Despierta hermosa... - Dijo levemente.

Sam fue el primero en abrir perezosamente sus ojos detallando directamente a Lauren, quien aun acariciando a Camila, le hizo una señal al perro que rápidamente se levantó de su lugar para dirigirse a los pies de la ojiverde quien con su mano libre comenzó acariciar la cabeza del cuadrúpedo.

- Me tienes muy abandonada tú... Me has cambiado por Camila. – Le dijo.

El perro gimoteó bajando sus orejas haciendo reír a la ojiverde sintiendo el cuerpo de la morena removerse para abrir sus ojos perazosamente.

- Ey tú, hola. – Murmuró Lauren.

- Hola amor. – Susurró la morena.

Lentamente Camila se acomodó para quedar sentada al lado de Lauren quien rodeó sus hombros con sus brazos haciendo que la pediatra quedara en la perfecta posición para comenzar a besar repetidamente el rostro de la cirujana.

- Mmm... Dormir te hace demasiado bien. – Picó la más alta.

- Tonta... - Rió.

Se mantuvieron así por unos minutos hasta que los sonoros ladridos de Sam llamaron la atención de ambas.

- No sé de quién estará realmente celoso. – Murmuró Lauren aguantando una risa.

Camila sonrió divertida para luego dirigir sus atenciones al perro quien comenzó a mover la cola energéticamente frente a la pensativa mirada de Lauren.

- Definitivamente me ha cambiado. – Apuntó.

- No seas celosa cariño. – Le dijo Camila.

Rodando los ojos la cirujana se mantuvo disfrutando del agradable momento a la vez que finalmente Sam se alejaba para tomar algo de agua.

- Debemos conseguirle algo de compañía. - Dijo la pediatra.

- ¿Compañía? – Enarcó las cejas.

- Una perrita, ya sabes...

- Oh... ¿Le vas a conseguir una novia a mi perro? – Entrecerró los párpados.

- ¡Claro! Le voy a conseguir una novia a nuestro perro. – Repitió.

Con una amplia sonrisa Lauren miró de re ojo a Camila quien se acomodó contra su cuerpo mientras ambas comenzaban a disfrutar de los colores del cielo que les regalaba el atardecer

...

Al salir de la ducha Camila sintió cómo Lauren le envolvía entre sus brazos haciendo que ella diera un pequeño respingo por el susto.

Mi mejor medicina. (CAMREN)Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu