Capitulo 40: "Tu también me encantas."

Comenzar desde el principio
                                    

Sonreí ligeramente. "Acabo de despertarme." Parecíamos... realmente no se que parecíamos. Es decir, el estaba hablándole a mi nuca y yo estaba hablando a la mesilla de en frente. Pero la verdad no quería volverme y que viera mi cara de sueño recién despierta. Mis ojos deberían de estar negros por la máscara, la sombra y el eyeliner y mi pelo parecería como si me hubiera peleado con un león.

Y no exagero. Por las mañanas realmente doy miedo. No le recomiendo a nadie que me vea en esas circunstancias.

"¿Estas bien?" Preguntó algo preocupado por su tono de voz. Yo asentí con mi cabeza.

"Si." Mordí mi labio. El miedo y la preocupación se dispararon en mi cuerpo.

Por favor, que no se repita de nuevo la mañana de Miami.

Eran las únicas palabras que repetía una y otra vez sin cesar en mi cabeza.

"¿Seguro?" Insistió dándose cuenta de la preocupación y tristeza en mi tono de voz. Sentí como sus manos se apretaban en mi cintura desnuda para darme la vuelta en un movimiento con cuidado. Quedé en frente de él. Pasé la mano por mi cabello mientras miraba a su pecho, esquivando su mirada.

"Hey, _____." Me llamó, pero ni siquiera le miraba. "Mírame." Puso su dedo en mi barbilla levantándola suavemente para que mirara hacia arriba a sus ojos mieles. "¿Que esta mal?" Susurró suavemente haciéndome estremecer con su tono de voz tan delicado. Me miraba a mis dos ojos buscando respuestas.

"Nada." Sacudí mi cabeza intentando poner una pequeña y tímida sonrisa sobre mis labios.

"No te creo." Frunció su ceño todavía mirándome. Mordí mi labio con nerviosismo.

"Es solo que..." Lamí mis labios sin saber como decirle lo que sentía en ese momento.

"Es porque... ¿Te hice daño?" Me miró alarmado a mis ojos. "¿Es por eso?" Me quedé sorprendida por su deducción.

"No, no." Negué con mi cabeza. "Para nada." Le miré a sus ojos mieles perdiéndome en ellos pos milésima vez desde que le conocí. "Es solo que..." Suspiré encontrando las fuerzas suficientes como para enfrentarme a ello y decirle lo que pasaba. "No quiero que lo de Miami vuelva pasar."

Mordí mi labio viendo su reacción de sorpresa. "Oh." Ni siquiera dijo nada más, me miró a los ojos fijamente. "No tiene por que pasar de nuevo." Lamió sus labios con sinceridad en su mirada. Esbocé una pequeña sonrisa. "Es decir... era normal, los estábamos confundidos." Se encogió de hombros despreocupadamente.

"Lo se." Asentí con mi cabeza. "Simplemente tengo miedo y no quiero que vuelva a pasar." Me interrumpió cuando iba a decir algo más.

"Tranquila, ¿vale?" Pasó su mano suavemente por mi cabello apartando un mechón de pelo de mi rostro cuando este cayó. Lamí mis labios y asentí.

Necesitaba abrazarle y eso hice. Envolví mis brazos a su alrededor mientras le pillaba por sorpresa mi reacción repentina. El hizo lo mismo envolviendo los suyos en mi cuerpo para atraerme hacia él, acercándome. "Gracias... por todo." Susurré apretando mis brazos fuertemente alrededor de su cuerpo. Mis manos acariciaron su espalda poco después y las suyas fueron a mi cabello y cintura.

Dejó un beso sobre mi cabeza, en mi pelo. Me tranquilicé bajo sus brazos sintiendo como todo iba bien y el peso de mis hombros se levantaba haciendo que suspira mas calmada. Me aparté poco después mirando a sus ojos y perdiéndome en sus piscinas mieles mientras el me miraba fijamente a los míos. Las yemas de su mano izquierda acariciaban mi brazo en la parte de arriba y las mías su pecho, haciendo figuras imaginarias en su piel. "¿Estas mejor?" El preguntó y yo asentí.

I-m-possibleღ -1º-2º-3° Temporada {נusтιи вιeвeя & tu} [Adaptada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora