Melódica.

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"La justicia puede convertirse en maldad, la realidad puede volverse una ilusión y un significado puede ser encontrado en las cosas que parecen no tener sentido."

El otoño había invadido la ciudad, las hojas que adornaban las ramas de los arboles se habían comenzado a marchitar debido al clima que se experimentaba en esa temporada e incluso la lluvia comenzaba a hacer presencia.

Lauren había notado que la ventana del salón de clases en el cual se encontraba comenzaba a empañarse debido a la lluvia torrencial que había aquel día.

El cielo estaba teñido de un color grisáceo, de él caían enormes gotas de agua helada y estas provocaban que todo lo que se encontraba a su alrededor comenzara a humedecerse.

La ojiverde se maldijo interiormente por no haber llevado consigo un abrigo antes de salir de su hogar para dirigirse al instituto.

En ese preciso momento ella había comenzado a estresarse. El simple hecho de pensar que tendría que caminar hasta el lugar en el cual había estacionado su automóvil la sacaba de quicio. Llevaba puesta una blusa sin mangas y ni siquiera cargaba un paraguas en su mochila.

Era jueves 25 de septiembre, el otoño había llegado desde hacía ya cuatro días y ella ni siquiera tuvo la precaución de tomar el paraguas que se encontraba en el armario de su habitación.

Pensaba firmemente que no podía culparse a sí misma por estar distraída.

Lauren estaba enamorada, así que el hecho de que estuviese distraída por estar pensando en la hermosa chica que se había encontrado en el bosque era algo completamente comprensible.

Bueno, eso era lo que ella creía.

– Los exámenes están a la vuelta de la esquina, – El chico de cabello rizado consiguió sacarla de sus pensamientos – me sorprende que estés distraída.

La chica de ojos verdes no hizo más que concentrarse en el pequeño lápiz de madera que tenía entre sus manos.

En ese momento a ella no le importaba el absoluto el resultado que obtuviera en los exámenes que comenzarían a aplicarse el lunes de la próxima semana.

Lauren tenía cosas más importantes en las que pensar, la salud de Camila era una de ellas.

Ella no lo había hecho desde hacía ya un par de semanas o incluso meses pero por alguna extraña razón tenía la sensación de que debía caminar hacia el aula del grupo de coro de su instituto.

– Eso no me importa ahora.

Respondió de manera evasiva mientras rasgaba la goma de borrar que se encontraba en el pequeño lápiz de madera con la paleta de su pupitre.

Ella no estaba mintiendo al haber respondido de esa manera.

Lauren sabía que era una chica inteligente que no necesitaba poner la atención debida a sus profesores para conseguir una buena nota en sus exámenes. Ella no sabía muy bien cómo lo hacía pero, aquello siempre había sido así.

No era necesario para ella tener que leer un libro antes de responder un examen.

Normalmente se dejaba guiar por la lógica y le funcionaba bastante bien.

– ¿Por qué no? – El chico de ojos verdes alzó una ceja – ¿Te regalaron una historieta nueva? – Trató de adivinar – ¿Has asistido a los partidos de tu hermano? – Lauren negó – ¿Pasas más tiempo con tus amigas?

Lauren soltó un suspiro segundos después de que Harry había decidido cerrar la boca.

– No estuviste ni un poco cerca. – Fingió estar indignada – He pasado más tiempo con Camila.

El castaño asintió levemente mientras elevaba la comisura de sus labios, regalándole una encantadora sonrisa.

No sabía por qué no lo había pensado antes.

Era algo un poco obvio, Harry siempre había visto a Lauren como una chica seria y decidida pero, tenía que admitir que ella se estaba comportando de una manera diferente desde hacía ya un par de semanas debido a la buena amiga de su novio.

Él sabía que a Lauren le gustaba Camila, Louis se lo había contado incluso antes de que ella lo admitiera, pero... ¿Cuándo sus sentimientos se habían vuelto tan fuertes?

– Ya veo, – Soltó una risita nerviosa – ¿Cómo van las cosas con ella? ¿Ha estado bien?

Definitivamente ella no había estado bien, pero... ¿cómo iban las cosas entre ambas?

Bueno, Lauren sabía que Camila gustaba de ella. La chica de ojos verdes había comprobado que la chica de piel morena tenía sentimientos románticos hacia ella, de todas maneras aún no se había atrevido a formalizar su situación.

Lauren estaba perdidamente enamorada de Camila, lo que no sabía era si Camila también lo estaba de ella.

– No tenemos nada serio aún, – Dijo sin siquiera pensarlo – he pensado en formalizar las cosas con ella.

Harry se sintió feliz al escuchar esas palabras.

No podía decir que conocía lo suficiente a Lauren Jauregui como para comenzar a juzgar las decisiones que ella tomaba. Sin embargo, sí que podía decir con seguridad que ella no era una persona a la cual le gustase tener una relación seria con alguien.

Camila realmente había cambiado el punto de vista de Lauren Jauregui y eso era algo admirable.

El timbre resonó por la habitación minutos después, provocando que Lauren sujetara con rapidez las correas de su mochila para dirigirse al salón del grupo de coro antes de que alguien lo notara.

La ojiverde soltó un suspiro en señal de alivio al notar que nadie había llegado, así que se apresuró para buscar aquello que tenía la esperanza de encontrar.

Había tardado un par de minutos en encontrar aquel artefacto, pero lo había logrado.

La chica de ojos verdes sonrió enormemente mientras sujetaba la vieja melódica azul cian que había encontrado tiempo atrás. Se apresuró en darle la vuelta y se topo con aquellas diminutas letras doradas que se encontraban grabadas en la parte trasera del instrumento.

Se detuvo en seco después de escuchar un tono de voz bastante desagradable.

– ¿Por qué llevas la melódica de Camila Cabello?

La ojiverde pudo sentir con facilidad una pequeña punzada en su pecho después de escuchar aquella pregunta.

Iba a ser un día difícil.


The girl in the forest. (Camren)Where stories live. Discover now