Capitulo 44

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El hospital en el que Bryan Rogue se encontraba recluido era exactamente igual a todos los hospitales que en mi vida he llegado a conocer, grande, blanco y atestado de tres tipos de personas:

1) Enfermas.

2) Doctores.

Y

3) Preocupadas (Como nosotros).

Matt Parson nos dejó a la espera en ese hospital depositando el pequeño grano de confianza que aun nos tenia. Él se marchó junto a su legión del mal y lo único que nos dejó fue una advertencia de que si intentábamos huir nos pasaría lo mismo que le estaba pasando a Bryan Rogue (obviamente ninguno de nosotros se atrevería a huir, claro está).

Entramos a la gran clínica privada en busca de información acerca del estado de salud en el que se encontraba Bryan Rogue, pero los médicos nos negaban aquella información. Después de varios minutos preguntando de un lugar a otro nos habíamos rendido. Nadie nos diría nada, pero en eso llegaron al hospital Ámbar y Wilson y un rayo de esperanza parecía asomarse en el horizonte:

— ¡Chicos! —preguntamos al unísono—. ¿Qué es lo que ha pasado con Bryan Rogue?

Se quedaron en silencio por un momento y se miraban las caras como esperando que uno respondiera a aquella pregunta tan dura que nosotros habíamos hecho.

— A Bryan Rogue lo tienen en UCI —fue Wilson quien respondió. La tristeza le brotaba de aquellos ojos color verde. Ámbar parecía compartir aquel sentimiento con Wilson y también con cada uno de nosotros.

Una bomba estuvo a punto de estallarme dentro del pecho al escuchar la noticia, es más, creo que la bomba si explotó, pero como una especie de milagro ocurrió y mi corazón había sido capaz de resistirla. Creo que mi sufrimiento apenas comenzaba y por lo tanto mi pobre y débil corazón aun no podía darse por vencido. No hasta que la suma de todos mis miedos se hicieran realidad.

No pude hablar más.

Observé a Wilana Lana. Las ojeras adornaban el borde de aquellos ojos de color miel que ahora estaban rojos e hinchados y de los cuales no paraban de salir lágrimas. Quise abrazarla, pero no tenia las fuerzas como para consolarla. Estaba seguro de que yo necesitaba más que ella el consuelo de alguien. Yo era algo así como el asesino de Bryan Rogue. Yo había deseado su muerte y algún genio morboso, de entre todos los deseos de mi vida, había decidido cumplirme ese.

— Y... —fue el Topo el que hablaba por todos los presentes. Solo él tenía la fuerza en la voz como para hacerlo—. Como está él

Hubo un nuevo silencio.

— Nadie quiere decirnos nada hasta que los padres de Bryan Rogue no estén aquí. Lo único que nos han dicho hasta ahora es que él permanece estable.

En ese preciso momento en el que Wilson nos había informado que habría que esperar a que los padres de Bryan Rogue estuviesen presentes para que nos dieran alguna información de cómo se encontraba él, una pareja mayor emergió del pasillo de Uci. Un hombre muy parecido a Bryan Rogue sostenía a su esposa que caminaba con pasos desesperanzados. Ellos eran mi tío Bryan Rogue y mi tía política Rosa (quien ese día me mostraría sus espinas más hirientes). Ellos eran los padres de Bryan Rogue.

Al verme, a la mujer se le encendió la cara de rabia, estaba tan roja como un tomate y lo primero que hizo fue gritarme un insulto. Después de tanto tiempo sin verme ella me había recibido con la ira que llevaba acumulada desde el día que mi padre se suicidó frente a su hijo y le marcó la vida para siempre.

— ¡Tú! ¡Maldito Loco! —me señalaba mientras se zafaba del agarre de su marido—. ¡Todo esto es tu culpa y la de tu padre loco! ¡Iras a la cárcel maníaco!

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⏰ Last updated: Oct 02, 2016 ⏰

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