Capitulo 24

37 8 1
                                    

Día III (Martes en la madrugada): Llegué al apartamento de Wilana Lana a las 12:08am. Toqué varias veces el timbre de la puerta, pero ella nunca salió a abrirla y fue entonces cuando noté que la puerta estaba abierta. Poco a poco fui abriéndola y el interior del apartamento de Wilana Lana pronto se materializaba frente a mis ojos, pero me era imposible verlo pues la oscuridad predominaba el lugar, entré un poco y comencé a tantear las paredes en busca del pequeño interruptor que encendía las luces. Lo encontré rápidamente y lo accioné, las luces se encendieron y lo que apareció frente a mis ojos me sorprendió, pues no me lo esperaba.

El apartamento de Wilana Lana estaba hecho un desastre. Los muebles estaban boca abajo, había vidrios rotos. Todo era muy diferente a la primera vez que había venido. Fui hasta su habitación la cual también era un desastre. Una pelea se había suscitado en este lugar, pero ¿Con quién pelearía Wilana Lana? No lo sabía, empecé hurgar entre las cosas de Wilana Lana y pronto encontré una nota pegada debajo de la sabana desacomodada de la cama de Wilana Lana. La nota decía así:

"Tenemos a tu novia Bryan Rogue. Nunca podrás escapar de nosotros. Ahora necesitamos una respuesta o nuestro dinero. Te esperaremos hoy a las 8:00pm. Estaremos esperándote en el restaurant que está cerca de la montaña de los pinos. Si no llegas a tiempo tu noviecita va a pagar tu deuda.

Att: Tu querido amigo Matt Parson."

Es increíble la facilidad con la que las emociones pueden cambiar. Solo basta una pequeña noticia para que nuestro estado de ánimo cambie de la felicidad y excitación que produce haber descubierto algo, al temor que produce descubrir que la persona que mas amas sobre este mundo está en peligro.

Mi corazón comenzó a latir fuertemente y a una velocidad increíble, juro que podía ver sus movimientos a través de mi camisa. Quería seguir de pie pero algo me lo impedía, un fuerte temblor me tumbó de bruces en el suelo y las lágrimas se escaparon de mis ojos sin pedir permiso. No sabía qué hacer. Todo era culpa de Bryan Rogue. No. Todo era mi culpa en realidad. Bryan Rogue me lo había advertido. Él me había dicho que huyera lejos con Wilana Lana. Él me había dicho que yo tendría que ser su chaleco te titano. Yo le fallé. No solo a Bryan Rogue. Yo le fallé a Wilana Lana. Ella ahora estaba en peligro y yo no tendría nada que hacer. Me quedé allí el resto de la madrugada pensando en lo inútil que era. Bryan Rogue solo me había encomendado una misión y yo no había sido capaz de cumplirla. ¿Qué haría él en este momento? ¿Qué haría Bryan Rogue? Pensé una y otra vez, pero eso no me serviría. Si de verdad quería saber lo que hacer, tenía que seguir su consejo, su pista. Debía ponerme en sus zapatos y mirar el mundo desde su punto de vista, debía pensar como él, actuar como él. Y fue lo que hice.

Día III (Martes en la mañana): Recordaba a la perfección el sitio en el cual quedaba el hotel en el que Bryan Rogue estaba viviendo. Así que inmediatamente tomé un taxi y con el libro de mi padre en mis manos me dirigí hacia allá. Llegué al sitio y me bajé. Me dirigí hasta la recepción y tuve una corta conversación con la chica detrás del vidrio.

— ¡Buenos días! —le dije con alegría. Había ocultado mi preocupación por completo.

— ¡Buenos días! —me respondió ella—. ¿Quiere una habitación?

— ¡Sí! —le dije—. Quiero mi habitación. El problema es que he perdido mis llaves. Creo que las he dejado dentro de la habitación.

— ¿Podría decirme cual es el número de su habitación?

— ¡Por supuesto! —me puse nervioso—. Niña hermosa. Alguna vez le habían dicho que tiene unos ojos hermosos. Su brillo hace que el sol se deslumbre y corra a esconderse detrás de las nubes.

La chica sonrió de manera tonta.

— ¿Podría saber su nombre? —le pregunté estirando mi mano—. Me gustaría saber si es tan hermoso como su ser.

La chica estrechó su mano con la mía. Fue un estrecho muy sutil que nunca antes había dado.

— Mi nombre es Mary. Y ¿El de usted? —me preguntó mientras yo aun sostenía su mano suave y cálida. Acerque su mano hasta mi boca y le di un suave beso, luego respondí sin pensarlo dos veces:

— Soy Bryan Rogue a sus servicios princesa.

— ¡Oh por dios! —se sorprendió la chica—. ¡Al fin tengo el gusto de conocerle! ¡Mis compañeras de trabajo me han hablado mucho de usted! ¡La verdad es que es tan lindo y caballeroso como me lo habían descrito! —la chica no preguntó nada más, se limitó a buscar la llave de la habitación de Bryan Rogue—. ¡Tenga! —me entregó la llave con el numero 18 y una pequeña tarjeta con su nombre y su número de teléfono—. Llámeme —me dijo.

— ¡Gracias! —fue mi respuesta. Me marché de la recepción y decidí subir hasta el piso en el que se encontraba la habitación de Bryan Rogue, por las escaleras, puesto que de hacerlo por el ascensor no podría haber corrido con la velocidad que lo hice.

Llegué rápidamente a la habitación de Bryan Rogue y la abrí. No esperaba encontrarlo a él allí. La verdad es que en mí ya no había alguna duda de que Bryan Rogue en realidad había desaparecido para ir en busca del tesoro del abuelo. Abrí la puerta y el hedor a sexo y jabón barato atacaron mi olfato. Una pequeña y cómoda habitación se materializó frente a mí. Una habitación con una cama matrimonial. Una nevera que me llegaba a la cintura. Una mesita de noche, un gran espejo y un pequeño baño. Fue con esto con lo que me encontré y se me hizo imposible imaginarme a Bryan Rogue viviendo aquí. Planeando sus locuras en esta habitación de luz tenue. Comencé a revisar todo, pero no conseguí nada que le perteneciera, solo unas llaves. Las llaves de su autobús. Al parecer Bryan Rogue se había marchado, pero había dejado olvidado su autobús, ¿Por qué? La respuesta era sencilla. El no había dejado olvidado su autobús. Él lo había dejado allí para mí. Para que yo fuera en su búsqueda en ese autobús. Seguramente allí habría otra pista o algo que me ayudaría a superar esta prueba.

Agarré las llaves del autobús y me marché rápidamente de la habitación del hotel. Me dirigí por el ascensor hasta el estacionamiento del hotel. Comencé a buscar moviendo la cabeza cual ventilador. Pronto encontré el autobús de Bryan Rogue. Abrí las puertas del autobús y simplemente entré, me senté en el puesto de chofer y lo encendí. Pronto me encontraba recorriendo las serpenteantes calles de aquella ciudad de turistas en la que yo era solo eso, un turista más que había tomado unas vacaciones de cuatro largos años.

No me importaba lo que tuviera que hacer o lo que tuviera que dejar, pero tenía que ir al rescate de Wilana Lana. Si algo le llegara a pasar yo nunca me lo perdonaría. Yo quería rescatarla. Yo quería una segunda oportunidad. Yo no quería vivir más con ese amor secreto que lentamente había carcomido durante años mi pobre corazón. No quería nunca más ver a Wilana Lana como mi amor platónico. Simplemente quería tenerla, abrazarla, besarla, decirle que desde la primera vez que la vi la amaba.

Quizás sea un simple y banal capricho del corazón, pero no me importaba para nada su respuesta. No me importaba si decidía pasar el resto de sus días al lado de Bryan Rogue. Solo quería que ella estuviera al tanto del amor que siempre había y seguiré sintiendo hacia su persona. Sin importar cuánto cambien las cosas en nuestro entorno.

------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------------

Las cosas comienzan a tornarse peligrosas para nuestros protagonistas de Como Estáticas Estrellas Fugaces...

¿Podrá salvar Ps3 a Wilana Lana?

¿Quien es Matt Parson?

¿Donde esta Bryan Rogue?

Descubre esto y mas en los siguientes capítulos de esta maravillosa novela.

Espero que les haya gustado y no olviden pulsar la estrellita y comentar que les ha parecido el capitulo :)

XxxxxxxxxxxWhere stories live. Discover now