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Capitulo 25

Día III (Martes en la tarde): Me encontraba de pie frente a la puerta de la casa del Topo. El intenso y caluroso sol arremetía con toda su furia sobre mi indefenso y apenas protegido cuerpo. La piel me ardía, pero eso no me importaba para nada. Toqué el timbre una y otra vez al igual que lo haría un niño. La puerta se abrió después de un minuto y Cara apareció medio dormida con las sabanas marcadas en su rostro.

— ¿Quién es? —preguntó Charlotte a la distancia.

— ¡Es Ps3! —le gritó—. ¡Hola Ps3! —me saludó.

— Hola —respondí sin prestarle mucha atención—. ¡Wilson! ¡El Topo! ¿Dónde están?

— Aquí estoy —apareció Wilson con la depresión dibujada en su rostro de piel oscura. Era la primera vez que lo veía de esa manera. Tenía sus ojos de color verde, hinchados y rojos. Había llorado mucho, eso se notaba a leguas.

— ¿Qué te ocurre? —le pregunté.

— No sé cómo lidiar con esto hermano —me dijo dejando caer su cabeza en mi hombro y rompió a llorar. Sentía como sus lágrimas mojaban mi suéter. El Topo apareció en ese momento y se quedó asombrado mirando la escena y como de costumbre, no pudo evitar burlarse de lo que vio.

— ¡Por dios chicos! Para eso hay habitaciones.

Le enseñé el dedo corazón.

— Se supone... —intentó decir Wilson, pero el llanto quebró su voz. Aclaró su garganta y prosiguió—. Se supone que el amor es sinónimo de felicidad y tranquilidad, pero con cada latido que mi corazón da por ella, mi vida se acerca un paso más a la devastación.

Me quedé analizando un momento sus palabras. Las entendía a la perfección. Era exactamente eso lo que me ocurría con Wilana Lana.

— Debes buscarla —le dije.

— No creo que quiera volver conmigo.

— ¿Y qué importa? —me observó con recelo. Wilson no entendía para nada lo que yo quería explicarle. El no lo entendía pero yo sí. Yo lo veía tan claro como el agua y no descansaría hasta hacer que él también lo entendiera.

— Lo único que importa es que sepa que la amas y que lo seguirás haciendo por siempre —él seguía receloso—. No importa al lado de quien envejezca, siempre la amarás y procurarás su felicidad aunque esta la aleje de tu lado. Así es el amor hermano, pero todos no lo saben, y es tu deber y el de los pocos que lo sabemos, pregonar este conocimiento.

Wilson se quedo en silencio un momento como si estuviese analizando mis palabras y luego abrió la boca para hablar.

— ¿Qué quieres hacer? —me preguntó mientras el recelo en su rostro se iba apaciguando.

— Ir en búsqueda de la más grandiosa aventura de nuestras vidas —le informé con la alegría característica de Bryan Rogue que ahora había tomado prestada para mí.

— ¿De qué hablas puto? —intervino el Topo con curiosidad.

— Sí. ¿De qué hablas Ps3? —se unió Wilson también lleno de curiosidad.

— Hay que hacer un viaje —respondí sin más—. Wilana Lana está en peligro. La relación de Wilson está en peligro y ¡Mierda! ¡Yo estoy al borde de la extinción y no quiero morir sin antes demostrarme a mí mismo que este mundo es más que una simple mierda! —los chicos me observaban boquiabiertos. Charlotte y Cara se habían unido para escuchar mis palabras—. ¡Quiero descubrir ese motivo por el cual vale la pena seguir viviendo en este mísero mundo! Y ¡Quiero hacerlo en compañía de las personas que mas aprecio! ¿Qué dicen? ¿Me acompañan?