~ Lollipop ~ Suga - BTS

Parte 32

No lo pensé. Solo lo dije. Dije su nombre.

Oppa calló en cuanto escuchó ese nombre.

Sí. El chico con el que me gusta estar es Min Yoon Gi.

-Sé lo que dirás. Pero tú dijiste...-

-Lo hablaremos al llegar a casa.-

Lo dijo tan cortante. Muy serio. Molesto, muy molesto pero porque está conduciendo no puede alterarse. No volvió a despegar su mirada del camino. Los próximos quince minutos de viaje no volvimos a dirigirnos la palabra. Vi que tensó muchas veces la mandíbula y apretaba con fuerza el volante. Está pensando mucho. Y yo estoy en problemas ahora.

Cuando detuvo el auto frente nuestra casa, en cuanto lo hizo, bajé deprisa y entré primero. Como niña pequeña creí que eso me salvaría. Refugiarme en mi habitación.

-Jung Do Yeon.-

Rayos. Me detuvo a media escalera. Tuve que dar media vuelta y bajar con él.

-Oppa...-

-Entonces esa cita... ¿fue con él?-

Mamá es la que me salva en este tipo de situaciones. -¡Mamá!-

Huí a la cocina con la esperanza de que estuviese ahí. Rayos.

-¡Jung Do Yeon!-

-¡Déjame!-

-¿Por qué me ignoraste? ¿Qué fue lo que te dije? ¿Eh?-

-¡Él no es malo conmigo!-

-Tú no lo conoces.-

-¿Y tú sí? Él es bueno conmigo.- no tan bueno a veces. -Habla conmigo y abre su mente conmigo. Oppa, él no es peligroso como dices. Cómo todos dicen.- al ver que no decía nada continué. -Y tal vez sí me gusta.-

Vi la sorpresa en sus ojos. Lo estoy empeorando pero... Qué más da.

-¿Por qué me lo ocultaste?- su voz sonó más tranquila, entonces yo también me tranquilicé.

-Porque tus palabras fueron claras. Pero no las creí. Él...-

-Tú no le gustas.- eso me sorprendió. -Doyeonnie, aléjate de él. O tendré que encargarme de eso. ¿De acuerdo?-

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No solíamos discutir o hablarnos de esta manera tan fría e indiferente. No sé cómo sentirme.

Subí a mi habitación. Tan distraída. Solté mi mochila y comencé a quitarme el uniforme arrojando las prendas a cualquier lugar de la habitación. Abrí mi armario y busqué. De pronto pensé en qué me pondría en la cita. Oh, mi falda de lunares.

Sí, iré a la cita. Oppa no lo sabe, pero mamá lo sabrá y ella me dejará. El único que me lo impediría sería mi hermano mayor que se cree mi padre. Nunca me había molestado tanto hasta ahora. Papá tampoco era tan estricto. Solo Jung Ho Seok cuando se molestaba.

-Necesito un dulce.-

"-Tú no le gustas-". Esa frase retumbó en mi cabeza un par de veces.

-Soy la única persona que tolera.- metí un caramelo agridulce en mi boca. -Soy la única persona con quien habla abiertamente. Bueno, no tanto.- ¿alguna vez hemos mencionado que somos amigos? -Aceptó salir en una cita conmigo. Fue grosero un par de veces, pero toleró todo incluso tomar mi mano.-

El beso.

-Nunca mencionó nada de cuando lo besé.-

Segunda cita.

-Él insinuó esta segunda cita.-

¡Bien! Será esta mi última oportunidad. Ignoraré todo lo malo. A todos. Sonreír es lo importante. Ser brillante.

¡Debo saberlo ya!

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Vi a Min Yoon Gi en el mismo pasillo, en la misma ventana. Lo estaba buscando. Sonreí. Me alegré mucho de verlo.

-¡Min Yoon Gi!- saqué el chupetín de mi boca y lo extendí hacia él para bromear. -¿Quieres un poco?-

Él por supuesto iba a negarse porque no le gustan las golosinas. Reí un poco cuando se me quedó mirando.

Pero luego me sorprendí cuando, sin decir nada, tomó mi chupetín y se lo metió a la boca.

No lo creía, hasta que alzó sus cejas una vez.

-Estas alardeando.- reí otra vez. Tomé el palito del dulce que sobresalía de su boca y lo jalé para recuperarlo. Pero el chico se rehusó a soltarlo. -Min Yoon Gi.- se resiste. -¡Es mío!-

Los estudiantes que pasan nos miran raro. Y eso no me importa. Y creo que tampoco a él.

-Es un chupetín de fresa, muy dulce, a ti no te gusta lo dulce.- seguí jaloneando hasta que al fin lo soltó.

Esto estuvo en su boca, ¿debería yo...?

-¿Sorprendida?-

Cielos. Está jugando conmigo y esa expresión neutral jamás desaparece, ¿cómo lo hace?

-A ti no te gusta lo dulce.- volví a decir pidiendo una explicación de su acto. Solo se encogió de hombros y entorné los ojos. –Estas actuando extraño.-

-Tú también.-

-¡Soy la misma!- oh, bueno, tantas cosas me tiene un poco alterada.

-¿Qué quieres de mí?- cambió de tema de repente.

Ah sí. –Oh, quería preguntarte una cosa. Mamá preparará nuestra comida de nuestra cita y solo me preguntaba, ¿qué es lo que querrás? No comes nada, no tengo idea de lo que te gusta, Min Yoon Gi.-

-Me gusta fumar.-

Oh, vamos. -No puedo darte tabaco entre dos panes. Por favor dime algo que te guste. Lo que sea, haré lo que sea, ¿sí?- por favor accede ante mi puchero.

Se quedó mirándome un largo rato. –Haz lo que quieras, niña.-

Y luego simplemente se dio la vuelta y se fue. Tranquilo, no parecía molesto como de costumbre. ¿Ese es su buen humor? Me lo pregunté un par de veces. Jugó conmigo incluso con el chupetín, que por cierto volví a comer. Si a él no le importó mi saliva en el dulce, entonces...

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La semana transcurrió normal. Aún tenía la compañía de Jimin, pero porque estaban todavía los rumores andando, él continuaba en su silencio conmigo. Un par de veces logré hacerlo hablar. Insistiendo en cosas aleatorias y temas que le gustaban.
Oh, y por cierto, las notas de los exámenes. ¡Pasé todos! Y Jimin también, eso le dio un buen humor por un corto tiempo.

En casa, Oppa también estaba un poco callado. No volvimos a mencionar el tema. Como sea, él no sabía de mi cita con Min Yoon Gi y nunca se lo dije. No mentí diciendo que me alejé de él, tampoco dije que seguía hablando con él. Entonces sus ideas las dejé a mi suerte.

Dicen que lloverá hoy. Está soleado, con unas cuantas nubes a lo lejos. Preparé todo con mamá, subí a vestirme y después, cuidándome de la vista de Oppa, salí de casa en camino a mi día de campo con Min Yoon Gi. ¡Picnic!

-¿Debo llevar un paraguas?-

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