Parte 8

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Caí como siempre en la inocente tentación. Caminé en dirección hacia el chico solitario y cuando este se dio cuenta de mí le obsequié una alegre sonrisa de ojos, cosa se esmeró en ignorar. Miró hacia otro lado.

-Min Yoon Gi.- me gusta mucho recitar su nombre y que él reaccione dándome un pequeño vistazo siempre. -¿Te molesta si te acompaño?-

No recibí respuesta, tal como lo esperaba. De todos modos no le tomo gran importancia así que me senté a su lado sin apartar mi dulce sonrisa para él. No dijo que no, así que es un punto a favor.

-¿Soy yo o es la primera vez que te veo en esta clase?- pregunté nuevamente, buscando otra vez escuchar el sonido de su voz. Ya, pero me ignoró de nuevo. -Siempre fumas a esta hora tras las gradas.-

No sé si fue correcto mencionar aquello, de pronto me dio otro ligero vistazo.

Le escuché suspirar. -No tengo cigarrillos.- dice casi inaudible.

¡Siento una emoción interna! Me respondió... y no tan agresivo.
Habla ignorando mi contacto visual, mi pequeña presencia, ¡pero cuenta!

-¿En serio? Pero fumar es malo, Min Yoon Gi, tus pulmones...-

-Cierra la boca, ¿quieres?-

Claro, me callo. Lo dijo tan suave pero con un rotundo saque de quicio indirecto, lo vi.

Un segundo, dos segundos, tres segundos...

-¿Te gustan las golosinas?-

Soy mala en el juego del silencio y él acaba de enterarse.
Lo vi girar conmigo con la idea de responderme, pero luego se puso de pie cuando el entrenador llegó con nosotros.

-Mira nada más, saliste de tu agujero, Min Yoon Gi.- burló el entrenador.

Seguidamente, el chico rubio sacó una hoja doblada de su bolsillo y se la entregó al hombre mayor, este prosigue a firmarlo y a devolvérselo después. Asistencia, supongo.

-Por supuesto tenías que venir si quieres graduarte, tú mocoso.- suelta de nuevo. Él es otra persona que no le teme a Min Yoon Gi.

El entrenador hizo sonar su silbato y gritó fuertemente a la clase lo que teníamos qué hacer ahora.

¡Muchas vueltas a la pista!

Comencé a marearme después de la segunda vuelta.

-Vamos, Yeon, no dejes que Jimin te gane.- Taehyung me alentó mientras se retrasaba un poco para no dejarme atrás, pero es inútil, yo siempre permanezco atrás y disminuyendo.

Hablando de Jimin, acabo de recordarlo. Miré atrás y lo vi detenido a media pista, rogando por aire y tan pálido.

De pronto, un silbatazo del entrenador se escuchó a lo lejos en ese instante. -¡Vamos, Park! Irás con la enfermera si completas las diez vueltas.-

-¡¿Está loco?!-

Creo que estoy igual o peor que Jimin, mis piernas temblaban mucho y apenas podía correr. Oh, y caí de rodillas. Cielos. Me obligué a sentarme cuando sentí el ardor quemarme como fuego.

-Auh.- duele, duele, duele.

-Oh, Doyeonnie.- Sana ahogó un suspiro. Se inclinó hacia mí muy preocupada. -¿Estás bien?-

Pero yo le sonreí. -Fui torpe.- no espero preocupar a nadie, no me molestan las heridas pequeñas.

-¿Puedes levantarte?- Taehyung también se preocupó un poco.

-Eso creo.- alcé ambas manos esperando la ayuda de ambos y así resulta. Ambas rodillas arden como fuego y un poco de sangre brota de ellas, pero creo que puedo manejarlo.

-Luces como una jirafa bebé aprendiendo a caminar.-

Tuve que reír ante eso. Me gustó el ejemplo.

-Solo quiero banditas, quiero banditas.- repliqué.

-Bien, vayamos con la enfermera.- ahora me apoyo completamente de Sana sin darme cuenta de que perdí a Taehyung.

-Adelántense.- este dijo, alejándose de nosotras. -Las alcanzaré, veré si Jimin no ha muerto aún.-

Oh, Jimin. Él estaba bien, solo estaba tirado en el suelo en forma de estrella y al parecer... ¿inconsciente tal vez?
Vi a lo lejos al entrenador negar con desaprobación y a Min Yoon Gi a su lado mirando lo mismo.

Había olvidado que Min Yoon Gi no salió de la sombra y el entrenador ni siquiera lo reprendió por eso.

Chico suertudo.

En fin, por suerte la enfermera tenía banditas con figuritas y me dio a elegir.

¡Tortugas! Elegí las de las tortuguitas sonrientes.

Salí de la enfermería, Jimin tuvo que quedarse allí por la casi insolación que sufrió allá afuera. Pobre chico pero admito que me reí un poco.

Ya era hora del almuerzo y en la cafetería no encontraba a Taehyung por ningún lado, tampoco a Sana y mucho menos a Jungkook.

-No puedo comer sola, es aburrido.-

Ah, salí de la cafetería debido a la molesta situación, replanteando de nuevo la búsqueda de mis amigos.

...

~ Lollipop ~ Suga -  BTSDove le storie prendono vita. Scoprilo ora