treinta y tres

673 56 21
                                    

Entré corriendo a la clínica y seguí derecho hasta los baños, me importaba una mierda todo. Me encerré en uno de ellos y ya no aguanté más, me puse a llorar.

¿Era verdad?, ¿Acababa de mandar a la mierda a Toselli? Me dolía todo y me sentía tan culpable pero a la vez tan enojada. Le dije que no le rompería el corazón y aún así lo hice, metiéndome con el imbécil de Pinilla. Sin embargo, no podía creer aún lo que había dicho. Yo no soy como tú. Ésa hueá había sido golpe bajo. ¿Quién se creía él para tratarme de ésa forma?

La puerta fue golpeada un par de veces, así que me vi obligada a guardar silencio. Volvió a sonar un par de veces más.

"Está ocupado" me limité a decir. No me importaba si mi voz salía estable o no.

Pasaron los minutos, y yo seguía como una patética tirada en el suelo, llorando. La puerta volvió a ser golpeada. Me paré con rabia del suelo, ya ni sufrir podía hacerlo tranquila. Abrí la puerta lista para putear a quién fuera.

"¿Qué parte de está ocupado no se-" me callé al ver a Mauricio ahí. Él miró para todos lados y empujó la puerta, entrando de lleno al baño. Como pudo cerró la puerta. El espacio era demasiado reducido. "¿Qué mierda estái haciendo aquí?" pregunté enojada.

Él había sido el culpable de todo lo que me estaba pasando. Me miró fijamente a los ojos. Se notaba preocupado. Alzó su mano y la posó en mi mejilla. Maldita sea, su tacto me debilitaba demasiado. Secó los restos de lágrimas.

"¿Qué pasó?" fue todo lo que preguntó.

Sacudí la cabeza y me alejé lo más que pude de él.

"Tú me pasaste, Mauro" él frunció el ceño, obviamente no entendía nada. Nunca lo hizo. "Si tú no hubieras vuelto a aparecer en mi vida nada de esto estaría pasando. ¡Te odio!" su mirada se oscureció. "¿Por qué mierda teníai que volver a aparecer?, ¿Por qué no te quedaste con mi prima en Bérgamo? Yo estaba bien sin saber de ti. y ahora llegas y... ¡Lo arruinaste tdo! Eres un imbécil, un egocéntrico" dije entre lágrimas. Ni siquiera me di cuenta de cuando volví a llorar, pero estaba enojada, y tenía que sacar toda la rabia que llevaba dentro. "Ahora por tu culpa Toselli no me quiere, por tu culpa estoy así, por tu..." no pude hablar más. Sus labios estaban sobre los míos, moviéndose con desesperación. Posó una de sus manos en mi nuca, para que no me alejara, pero eso no iba a pasar. con su mano libre se dedicó a acariciar mi cintura. Su lengua buscó la mía. Solté un gemido y el gruñó contra mis labios, apegándome más a él. El rostro de Cristopher apareció en mi mente y me alejé de golpe.

Mi respiración era irregular. Necesitaba calmarme.

"Para pecar hacen falta dos, Vale" murmuró él. Ya, ¿Qué onda? Mauricio se creía filósofo o qué. "Me refiero a que no puedes culparme a mi por algo que los dos hicimos. No puedes decir que es mi culpa si ni siquiera te niegas a lo que pasa entre nosotros" su vista se posó en la mía. "No puedes echarme la culpa cuando sabes que entre tú y yo" nos señaló. "hay una química tremenda"

Ya, quizá no podía echarle la culpa, pero él siempre ha sabido el efecto que tiene en mi.

"Quizá sí, soy culpable de que lo tuyo con ése estúpido se haya terminado, pero tú eres igual o más culpable de esto, porque tú cediste"

Estuve a punto... Casi le compré el discurso. Iba bien, pero lo cagó todo con lo último.

"Pero tú me sedujiste, aún sabiendo que estaba en algo con tu amigo" le recordé.

"Él no es mi amigo" me corrigió. "ahora, déjate de hacer drama y cuéntame qué pasó" dijo. Pero yo no tenía planeado dejar de hacer drama, y mucho menos contarle qué había pasado. "Vale, necesitas decirle a alguien... Cuando entré a este baño estabas mal... Ni hablar de cuando entraste corriendo a la clínica" me tomó por la cintura, acercándome a él.

"Mauro... No" supliqué. Sentía su calor corporal, esto no estaba bien. Esto no iba a terminar bien.

"¿No qué?" preguntó.

"No lo hagas más difícil para mí" cerré los ojos con fuerza. Quería desaparecer.

"¿Por qué lo hago más difícil?" conocía su juego, pero no estaba segura de lo que quería comprobar. A estas alturas del partido, no había nada que no hubiera comprobado con anterioridad.

"Porque... Porque tú sabes lo que causas en mí, Mauricio"

"¿yo sé?" preguntó. Sentí su aliento cerca de mi oreja

"S-sí... Sabes" sus labios rozaron mi cuello. Maldita sea, no. "Por favor, para" era inútil. yo no podía alejarme de él, por más que lo intentara.

"¿Qué es lo que sé, Vale?, ¿Qué es lo que causo en ti?" 

Éste hombre me iba a hacer perder la cordura. Era increíble como lograba cambiar el rumbo de la conversación, como lograba que todo sonara tan... no sé, seductor. Pero no podía rendirme, tenía que aguantar.

"Si te digo... ¿Vas a parar?" tenía que alejar a éste hombre de mi cuanto antes.

"Eso depende, Valen"

"¿D-de qué?" mi voz sonó demasiado aguda. Por la chucha, estaba a nada de perder toda mi fuerza de voluntad. Plantó otro beso en mi cuello.

"De si dices la verdad"

¿Quería la verdad? Yo le iba a dar la estúpida verdad.

"Tú... Tú sabes lo que causas en mí, sabes que frente a ti hay poco que puedo hacer, que... que tienes gran poder sobre mi y anulas con facilidad todo rastro de fuerza de voluntad que haya podido tener alguna vez. Sabes que si sigues, soy capaz de rendirme, porque sabes que aún..." me quedé callada. ¿Aún me gustaba? No, no podía ser eso.

"Aún ¿Qué?, Vale" me acercó más a él. Cerré aún más fuerte los ojos, si es que era posible.

"Sabes que logras confundirme" solté un jadeo.

Dejé de sentir su tacto y me sentí vacía, mas me negaba a abrir los ojos. No aún. Cuando mi  respiración se normalizó un poco sentí el rostro de Mauricio en mi cuello. Inspiró profundamente, y luego exhaló, logrando que los vellos de mi nuca se erizaran.

"Abre los ojos, Vale" dijo con suavidad. Le hice caso y los abrí.

Su mirada era indescifrable, y me asustaba un poco lo que pudiera pasar.

"Tú aún me quieres" afirmó.

Nuevamente me había quedado muda. Estaba en una especie de nube, como si esto fuera un sueño, como si no fuera real.

"No, no. Estoy soñando" sacudí la cabeza un par de veces, evitando mirar a Mauricio. él me tomó entre sus brazos.

"Dime tú si esto te parece a un sueño" murmuró antes de volver a besarme. 

No iba a poder parar, estaba totalmente segura de eso.

_____________
SE VIENE EL PONCHEO DENTRO DE POCOOOOOO!!!!! AH, MENTIRA.
BUENO BAI, DEBERÍA ESTAR DURMIENDO... sdjgas

True ColorsWhere stories live. Discover now