diecinueve

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Apenas entré a mi casa fui bombardeada a preguntas por mis amigas... Estaban enojadas, y la verdad es que igual me lo merezco, dejé a mi Joaquín solo mucho tiempo, onda, yo creo que era la mamá más irresponsable del mundo. Se habían enojado caleta, y con razón. Pero les conté lo de Pinilla y, afortunadamente, su rabia se dirigió hacia él.

"Ese hombre es un imbécil" comentó la Consu. "Y vó igual, por dejar que te haga eso..." me señaló.

Igual tenía razón, esto estaba pasando por mi culpa, porque yo igual dejaba que pasaran esas cosas, y no hacía nada para detenerlas.

Cuando se fueron, decidí llamar a la Carla y contarle, pero antes de poder hacer nada, mi puerta sonó. Salté del sillón y corrí a abrirla. Cristopher estaba parado ahí, de espaldas a mi. No tenía la menor idea de qué iba a decirle como excusa. Estaba jodida, de cualquier forma.

Me aclaré la garganta y él se giró a verme.

"Hola" sonreí. Él dio un leve asentimiento a modo de saludo. Intenté buscar en su rostro alguna señal de enojo, pero no, solo estaba serio, lo que era preocupante de todas formas. Me hice a un lado. "Pasa"

Él entró y al pasar por mi lado besó mi mejilla. Suspiré y cerré la puerta.

"Creo que tenemos que hablar" se sentó en el sillón y me miró.

"Cris, yo...ayer..." no sabía qué decirle. Él negó con la cabeza y sacó su celular. Fruncí el ceño. ¿Me iba a hablar o iba a hacer lo que fuera que estaba haciendo en su celular? Él alzó la vista y me entregó su celular. "Quiero que me expliques esto."

Miré la pantalla del celular y había una foto de Pinilla y yo, cuando él me cargó y me llevó fuera del bar. Estaba en shock, no sabía qué decirle realmente.

"Valentina, yo sé que entre tú y él pasó algo hace años porque yo lo presencié, yo fui testigo de su relación, y supongo que el hijo que tienes es de él, pero yo pensaba que era una historia pasada..." murmuró.

Tomé aire y lo dejé ir. Tenía que contarle. No me sorprendía en realidad que sospechaba que Mauricio era el papá, porque igual... Tres dedos de frente para cachar po.

"Cris... No sé por dónde empezar" puta que sonaba patética. "O sea... Si se. Mira, mi Joaquín es hijo de Mauricio, pero él no será el padre, yo no le he dicho y no le voy a decir nada al respecto"

"Pero-"

"Él merece saberlo" continúe su frase. "No, no lo merece. Debió pensarlo antes de meterse reiteradas veces con mi prima... Como sea, ayer... No sé, yo estaba demasiado curá y no era dueña de mis movimientos" él alzó una ceja. "Cristopher, lo que trato de decir es que no sé cómo llegué al departamento de Mauricio... Estaba demasiado ebria como para distinguir algo y de verdad me disculpo" dije apenada, porque igual penca estar recién andando y ya teniendo problemas. "Yo, sé que no te mereces esto y es super estúpido porque no llevamos ni una semana andando y... No sé, estoy tan arrepentida."

"¿Pasó algo entre ustedes?" fruncí el ceño. "Me refiero a anoche"

"No, nada... Yo solo sé que me fui a dormir y él... Me dijo hoy en la mañana que nada había pasado, que solo dormimos."

"No hay forma de saberlo si estabas ebria" susurró. Y me dolió, porque sonó mala onda, pero era verdad. "Oye, tu de verdad me gustas, Valen. No quiero que discutamos, ni que dudemos del otro... Solo... Olvidemos esto, ¿sí?"

No entendía, él no quería hablar más de esto, pero yo sentía la necesidad de deshacerme en explicaciones.

"¿Estás seguro?" él asintió y sonrió.

"Sí... Yo sé que tan imbécil puede llegar a ser Pinilla, y en realidad me da rabia, pero tú no eres culpable aquí. Él te sacó de ahí sin permiso de nadie, ni siquiera tuyo" hizo una mueca.

Dios mío, esta hombre me iba a matar algún día, su forma de pensar, su forma de ser, era sin duda todo un caballero.

Se levantó del asiento y se acercó a mi. De un segundo a otro, pasé de estar en el sillón a estar entre sus brazos. Me estaba abrazando, y se sentía tan bien. Me acerqué a sus labios lentamente y él, sin poder aguantarse más, me besó. Estaba en el paraíso. Su lengua jugaba con la mía de forma traviesa.

Desgraciadamente, mi celular comenzó a vibrar y sonar, rompiendo nuestra burbuja. Me separé de Cris y lo saqué de mi bolso. Tenía un mensaje... De Mauricio. Rodé los ojos. Iba a eliminarlo de una, pero la curiosidad me ganó.

De: Estúpido.
Preciosa, si yo fuera
tú, prendería la tele en
este preciso momento.

Llegó otro más y lo abrí.

Mira la mierda que
están hablando de nosotros.
Disculpa x molestarte,
probablemente estés con
Toselli, pero no me
interesa en lo más mínimo.

Y otro más justo después.

Olvida eso, solamente
prende la puta tele. Sé que
te molestará tanto como a
mi Gisse. Si tienes alguna
idea para sacarnos de esta,
te escucho.

¿Qué significaba todo eso?

"¿Pasa algo?" preguntó Toselli. Me giré a verlo. Sí, pasaba mucho. Tomé el control y prendí la tele. Puse la Red e inmediatamente apareció una foto mía y de Pinilla ayer. Cristopher se sentó a mi lado. "Quizás no deberías ver esto" pasó su brazo por mi cintura y me apegó más a él.

"Increíble como esta chica no pierde el tiempo" comentó una notera. "Me pregunto cómo se sentirá su prima, Gisella, al respecto. Ver estas imágenes donde está siendo cargada por Mauricio en una forma muy comprometedora ha de ser un golpe bajo en su relación tanto con su prima como con Mauricio. Recordemos que esta pareja estuvo junta, pero terminaron hace nueve o diez meses, y a él se le ha visto desde entonces muy feliz con Giss" sacaron nuestra foto y enfocaron a una pelirroja.

"Tenemos aquí a una de las testigos del escándalo de ayer, protagonizado por estas dos personas, hablamos con Belén, bienvenida al estudio, Belén" mostraron a la tal Belén y me quedé helada al reconocerla. Era la que estaba tirándosele a Mauricio. "Ahora, tengo entendido que viviste de cerca esta situación..."

"Sí, la verdad es que yo estaba en ese bar, porque me habían invitado. Yo estaba con una amiga y nada, nosotras vimos a Mauricio cerca de los baños, como esperando a alguien y cuando salimos él seguía ahí. Al rato después lo pillamos solo nuevamente, nos miramos y yo le sonreí. Entonces esta tipa me atacó gritándome que estaba quitándole a su hombre y cosas así..." arregló la historia como quiso, me emputeció. Yo no me puse a pelear porque ella le sonrió, yo me puse a pelear porque estaba calentándole la sopa al novio de mi prima. Enojada apagué la tele.

"¿Qué mierda voy a hacer?" gemí.

Mi celular comenzó a sonar y a vibrar como loco. Lo tomé y tenía mensajes de la Carla, la Consu, la Fran, de Mauricio y de mi prima. ¡Mierda! Voy a morir. En ese mismo instante apareció una llamada entrante de Gisella. Y por primera vez la opción de tirarme por el metro apareció en mi mente como una posible solución.

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Ay, mi corazón, no puedo con tanto drama jajajajaja.

Suerte a las que entran a clases, y a las que están en clases... Ah, y a las que entran la próxima semana o quizás cuando ji.

True ColorsWhere stories live. Discover now